El embajador de Estados Unidos valoró el potencial de Río Negro en energías limpias

Marc Stanley, el embajador de Estados Unidos en Argentina, tuvo una intensa agenda en sus dos días de visita oficial a Bariloche en los que priorizó conocer los avances de la ciencia y la tecnología que se desarrolla en la ciudad, pero también estrechó lazos con dirigentes políticos y disfrutó de una de sus mayores pasiones: el chocolate.

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Fue la primera visita oficial del embajador a Río Negro, a un año de haber sido designado en el país por la administración de Joe Biden. En esta oportunidad no fue recibido por la gobernadora Arabela Carreras, quien se encuentra de vacaciones en otra provincia, ni por el intendente de Bariloche, Gustavo Gennuso, que viajó a españa para participar de la Feria Internacional de Turismo, por eso su encuentro con autoridades provinciales lo hizo con los senadores Alberto Weretilneck y Martín Doñate.

Stanley se mostró entusiasmado con su recorrida y dejó definiciones claras del deseo de una cooperación mutua entre el país norteamericano y la provincia, en desarrollos científicos, al tiempo que impulsó a Río Negro a seguir en la búsqueda de la producción de energías renovables.

“Río Negro tiene un gran potencial de proporcionar energías limpias para el mundo”, afirmó Stanley en una entrevista que ofreció a RÍO NEGRO, en medio de su apretada agenda de actividades.

Estados Unidos está en el camino del desarrollo del hidrógeno verde con un plan de poner en funcionamiento una enorme planta de producción en 2026. En tanto, en la provincia existe un ambicioso proyecto de la mano de una empresa australiana que aún no termina de hacer pie ante la falta de la regulación de la industria mediante una ley nacional que el ministro Sergio Massa se demora en impulsar.

El embajador norteamericano además de valorar el potencial para las energías renovables, destacó que “Río Negro tiene muchas otras cosas que ofrecer, por ejemplo unas de las mejores cerezas que he probado en mi vida, frambuesas, manzanas, peras, también importamos mucho jugo de manzana concentrado y tienen una producción importante de petróleo y gas, que nosotros no necesitamos en Estados Unidos, pero por lo que hizo Putin en Ucrania Europa sí necesita”, afirmó.

Por caso, en la balanza comercial rionegrina, Estados Unidos es uno de los principales compradores de la pera y manzana que se produce en la provincia, lo que significó el 25% de la comercialización en el exterior en 2021, según datos del Ministerio de Economía de la Nación.

En el plano científico, Stanley ofreció una “cooperación mutua” entre los desarrollos que se producen en Bariloche y su país. “No se trata de competir unos con otros, se trata de ayudarnos mutuamente para crecer”, afirmó.

Al ser consultado de qué manera podría traducirse la cooperación, el embajador afirmó: “Mediante el intercambio de científicos e ingenieros y también profesores universitarios. Ésta es una de las áreas en la que una marea alta eleva todas las embarcaciones, entonces si nos conocemos más vamos a poder trabajar juntos”, aseguró.

Stanley dijo que en Buenos Aires había tenido oportunidad de reunirse con referentes de la ciencia de Bariloche, pero “no comprendía la profundidad de las capacidades que tienen, hasta que lo pude ver con mis propios ojos”. En este sentido destacó el desarrollo del reactor Carem, que conoció en el Centro Atómico Bariloche, y los avances que calificó de “increíbles” en materia de medicina nuclear, que realiza la empresa estatal rionegrina Invap, al igual que la industria satelital vinculada al medio ambiente y el mapeo de los océanos.

“Me impresionó conocer sobre la colaboración de Invap con la Nasa y con muchas empresas estadounidenses. Esperamos seguir trabajando juntos en avances en estas áreas”, alentó desde sus redes sociales tras la visita oficial.

También, ante este diario, destacó los “grandes avances que se han logrado con los isótopos nucleares para el tratamiento de gente con cáncer. Y lo cierto es que esto no es más que el primer capítulo de la historia. Nuestro enfoque hacia la ciencia médica en los próximos 10 años va a cambiar radicalmente”, advirtió.

Marc Stanley se sale del protocolo bastante seguido. Los custodios deben correr detrás del enérgico embajador de Estados Unidos que revolucionó Bariloche en los últimos días. El abogado es fanático del chocolate y aprovechó su estadía para realizar una “degustación” de primera mano.

“El chocolate y el helado son una locura”, afirmó y se lamentó no haber pensado hasta el momento de la entrevista con RÍO NEGRO en probar también los alfajores barilochenses que tienen un nivel de excelencia que los llevó a estar el mercado canadiense hace pocos meses.

Stanley visitó las chocolaterías Rapa Nui y Mamushka, las dos empresas locales que fabrican el chocolate desde el origen, importando el cacao. También probó el producto estrella de una de estas marcas, el Franui y admitió que en Buenos Aires, cada vez que recibe a invitados estadounidenses les ofrece chocolate de Bariloche “y advertimos el peligro de adicción al chocolate”, dijo entre risas y fue categórico al afirmar: “Es el mejor chocolate que probé en mi vida”.

También su estadía la combinó con una misión solidaria y futbolera que asumió durante el Mundial de Qatar 2022 cuando apostó con los embajadores estadounidenses de los países con los que Argentina jugaba que quien perdía debía donar pelotas de fútbol a ligas infantiles o instituciones que lo necesiten. Por eso, en paralelo a las entregas que deben realizar sus pares, decidió iniciar en Bariloche su propia donación y a través de la fundación Conciencia llegó al merendero Los Corazones de Beatriz, al que en persona, y con la camiseta de la selección puesta sobre el traje, le entregó los balones.