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Eliminar las PASO: ideas rionegrinas y neuquinas en un plan que podría complicar a Weretilneck

Dos proyectos de García Larraburu y de Sapag toman relevancia, ante la intención de gobernadores y referentes peronistas de suprimir las primarias en el 2023.

Suspender o eliminar las PASO, como un salvoconducto ante el riesgo concreto de perder el poder. Esa es la estrategia que empezó a robustecerse durante las últimas semanas en el universo del oficialismo nacional, principalmente entre los gobernadores y los dirigentes peronistas que recorren los pasillos del Congreso.

El dilema para esos arquitectos electorales es que todavía no consiguen un aval importante: “No estoy seguro”, “no pienso igual”, son algunas de las respuestas escuchadas al presidente, Alberto Fernández, según se reflejó esta semana en un artículo del periodista Carlos Galván, en Clarín.

El mandatario se lleva entonces nuevas críticas internas, esta vez por su falta de pragmatismo ante una amenaza real, ya experimentada en el 2019 por Mauricio Macri, aunque esta vez con una carga inversamente proporcional para el Frente de Todos.

Nadie puede aventurar entonces cómo terminará la historia, que es seguida atentamente por Juntos por el Cambio, pero que también puede tener protagonistas centrales provenientes de Río Negro y de Neuquén.

Ocurre que la idea de derogar el título II de la Ley 26.571 no es ninguna novedad para el mundo parlamentario, porque desde el 2017 la senadora rionegrina Silvina García Larraburu sostiene un proyecto que busca cerrar el capítulo de las elecciones primarias en la Argentina.

Lo singular es que esa norma -formalmente llamada “Ley de democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral”- fue sancionada y promulgada durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, actual vicepresidenta y compañera de bancada de García Larraburu cuando la dirigente de Bariloche presentó su iniciativa.

La senadora afirma en su proyecto que “el objetivo original, de limitar las designaciones entre las cúpulas partidarias y fomentar la participación ciudadana en la vida interna de los partidos, no se ha conseguido”.

Y agrega que la implementación de las PASO “implica un gasto exorbitante para el Estado y somete al electorado a dos votaciones, con todo el desgaste que esto significa”.

Tal vez por esa contradicción con la expresidenta, el proyecto de García Larraburu fue girado a la Comisión de Asuntos Constitucionales, pero no tuvo tratamiento. Por eso, en el 2019 y ante la pérdida de estado parlamentario, la senadora volvió a presentarlo, bajo el número de expediente 502/19. Ese año en la cámara alta del Congreso hubo otra iniciativa en igual sentido, de autoría del exgobernador de Misiones, Maurice Closs. Pero ambas propuestas tuvieron el mismo destino: freezer institucional.

La diferencia fue que García Larraburu no se resignó y en el 2021 volvió a impulsar su idea, que está actualmente en condiciones de ser abordada, si la estrategia política del oficialismo nacional se inclina hacia ese camino.

Mientras tanto, en Diputados existe otro proyecto con la misma intención y también remite al norte de la Patagonia, porque lo impulsó en el 2021 la neuquina Alma Sapag.

El impacto en Juntos Somos Río Negro

Ahora bien, no sólo Juntos por el Cambio mira atentamente el escenario, advirtiendo y denunciando ya a través de algunos referentes nacionales un grosero cambio en las reglas del juego de la democracia.

Desde Juntos Somos Río Negro también siguen de cerca el proceso, porque una eventual derogación o suspensión de las PASO podría derivar en un adelanto de las elecciones nacionales del 2023.

Y esa contaminación de la campaña rionegrina con la grieta nacional es lo que busca evitar el oficialismo de la provincia. De allí parte la idea de anticipar lo máximo posible los comicios a gobernador, vice y legisladores -como en el 2019- previendo ese llamado para el 16 de abril.

Alrededor del senador, Alberto Weretilneck están seguros de que una simultaneidad entre el proceso rionegrino y las discusiones nacionales ofrecerían una inmejorable oportunidad de crecimiento al candidato a la gobernación por Juntos por el Cambio, Aníbal Tortoriello.

Un mano a mano entre los dos exintendentes de Cipolletti nunca estuvo en los plantes del oficialismo rionegrino. Por eso anhelan como pocos que el proyecto de García Larraburu, siga bien guardado en los cajones del Senado.  


Un prudente silencio sobre la coyuntura


RÍO NEGRO buscó la opinión de la senadora García Larraburu, con relación al debate reinstalado por la derogación de las PASO.

La dirigente de Bariloche respondió los mensajes, pero limitándose a reenviar sus proyectos y gacetillas originales, donde aparecen sus argumentos para eliminar las elecciones primarias.

Allí expresa que “desde su instauración en 2011 las sucesivas elecciones demostraron que es un mecanismo poco utilizado por los partidos políticos e implica una erogación presupuestaria injustificada. Las primarias de 2019 costaron más de 3 mil millones de pesos. En el presupuesto 2021 el monto destinado a la ejecución de actos electorales supera los 17 mil millones y las PASO significan alrededor del 50% del total”.

A pesar de la insistencia, la senadora optó por no sumar declaraciones relacionadas con la coyuntura, donde dirigentes de su sector político también impulsan la eliminación de las PASO, pero con motivaciones diferentes, surgidas del escenario adverso que enfrenta el gobierno en la previa de las urnas.


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