CGT definió su cúpula hasta 2029: debilitada y sin la UTA, se prepara para negociar la reforma laboral de Milei
Octavio Argüello, Jorge Sola y Cristian Jerónimo integran el triunvirato. Asumen hoy en un congreso con disputas internas. El principal desafío es la modernización laboral impulsada por el Ejecutivo.
En medio de un escenario de tención y fricciones, la Confederación General del Trabajo (CGT) eligió a su nueva conducción hasta 2029. La elección confirmó a Octavio Argüello (Camioneros), Jorge Sola (Seguro) y Cristian Jerónimo para liderar el triunvirato. La decisión no convenció a la Unión Tranviarios Automotor (UTA) que formalizó el quiebre y se retiró de la central obrera. Así, con esta nueva conformación deberá enfrentar al Gobierno de Javier Milei y la «modernización laboral».
Portazo de la UTA a la CGT en el Congreso por rechazo a Cristian Jerónimo
Antes de que los 2186 congresales de la CGT proclamaran a su nueva conducción, la UTA dio el portazo definitivo. Esta drástica decisión tuvo como principal motor el rechazo contundente del gremio de los colectiveros a la figura de Cristian Jerónimo, uno de los integrantes propuestos para el triunvirato.
El conflicto de la UTA con Jerónimo no es nuevo y está profundamente arraigado en la interna sindical. El gremio liderado por Roberto Fernández atribuye al líder de los empleados del vidrio haber apoyado a los sectores opositores que, en diciembre de 2019, intentaron tomar el edificio del gremio de colectiveros con el aval de dirigentes cercanos a Pablo Moyano.
A pesar de que Jerónimo negó esta participación, Fernández mantuvo una postura inflexible que culminó con la decisión de abandonar la CGT.
Pese a que la UTA se fue, otros dirigentes que compartían una postura crítica respecto a la lista de unidad, finalmente optaron por permanecer dentro de la central. Luis Barrionuevo (Gastronómicos), sus sindicatos aliados y Omar Maturano (La Fraternidad) mantendrán sus cargos, pese a haber presionado, junto a la UTA, para que el congreso volviera a votar si se sostenía el esquema de triunvirato o se regresaba a un solo líder.
Ratificación del triunvirato y derrota clave
El acuerdo alcanzado en la noche previa quedó firme luego de una votación crucial realizada a mano alzada por los 2186 congresales de 210 sindicatos. Por «abrumadora mayoría», se resolvió mantener el esquema de tres cotitulares, desechando la moción impulsada por Luis Barrionuevo (Gastronómicos) y sus aliados de volver a un esquema de un solo secretario general.
El triunvirato de la CGT estará integrado por:
- Octavio Argüello (Camioneros)
- Jorge Sola (Sindicato del Seguro)
- Cristian Jerónimo (Empleados del Vidrio)
La derrota de la postura «barrionuevista» (apoyada por gremios como la UTA y La Fraternidad) desactivó un posible jaque al acuerdo y obligó a los sectores disconformes a renegociar su participación.
Fricciones y amenaza de ruptura en la CGT
Las discusiones para definir las 50 secretarías del nuevo Consejo Directivo no estuvieron exentas de conflictos. Algunos de los puntos de tensión fueron:
- Rechazo a Jerónimo: Líderes como Luis Barrionuevo, Roberto Fernández y Omar Maturano manifestaron hasta último momento su rechazo al ascenso de Cristian Jerónimo al triunvirato, aunque su moción para cambiar el esquema fue finalmente desestimada en la votación.
- Riesgo de Ruptura: Tras perder la votación, Barrionuevo y sus socios deben aceptar los puestos que les fueron asignados en la lista consensuada. La negativa a ocupar esos cargos podría implicar una ruptura de la central obrera, con la posibilidad de que el gastronómico reactive la CGT Azul y Blanco, una central que lideró desde 2008.
- Malestar de gremios «K»: Dirigentes del sector kirchnerista, como Abel Furlán (UOM) y Sergio Palazzo (Bancarios), exteriorizaron su malestar por las «decisiones inconsultas». Furlán, quien pasa a la estratégica Secretaría Gremial, y Palazzo, en la Secretaría Administrativa, optarían por designar a otros dirigentes de sus respectivos gremios en esos puestos en señal de disconformidad, sin que sean sus líderes quienes asuman formalmente.
- Poca renovación: A pesar de las negociaciones, el nuevo Consejo Directivo presenta «pocos» o «tibios» indicios de renovación profunda, siendo la incorporación de una mujer al triunvirato una idea desestimada.
El desafío inmediato: la reforma laboral
Más allá de las internas, la nueva conducción tendrá poco tiempo para consolidarse antes de enfrentar su principal reto externo: la reforma laboral que el Ejecutivo de Milei busca consensuar e impulsar.
El referente cegetista Gerardo Martínez (UOCRA) es quien representa a la central en el Consejo de Mayo, mesa de diálogo donde se buscará la «modernización laboral». La preocupación de la CGT se centra en los posibles cambios que podrían afectar al poder sindical, la negociación colectiva y el derecho de huelga.
Dirigentes clave que mantendrían o cambiarían sus puestos incluyen a Andrés Rodríguez (Secretaría Adjunta), Gerardo Martínez (Relaciones Internacionales), José Luis Lingeri (Acción Social), y Héctor Daer (quien pasaría a la Secretaría de Interior).
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