Llegan 3.000 trabajadores golondrina a Neuquén: de dónde vienen y por qué falta mano de obra local

La mayoría viene del norte del país y se quedará hasta marzo, cuando finalice la cosecha frutícola en la región. Reforzarán controles e inspecciones en las chacras.

La zona frutícola de Neuquén recibirá alrededor de 3.000 trabajadores «golondrina» durante el mes noviembre por el lanzamiento de la cosecha de cereza, actividad que en la provincia se concentra en las chacras ubicadas en las inmediaciones de Vista Alegre y San Patricio del Chañar.

La expectativa es que buena parte de ellos se quede luego para cosechar otras frutas como la frutilla, el durazno, la manzana y la pera, explicó a Diario RÍO NEGRO el subsecretario provincial de Trabajo, Pablo Castillo.

El gobierno neuquino firmó en octubre de pasado un convenio con José Voytenco, titular del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE) y la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), destinado a mejorar la capacitación de los trabajadores y reforzar las tareas de control e inspección en los establecimientos productivos.

Castillo indicó que la idea para esta temporada fue «adelantarnos al problema», a diferencia de lo que ocurrió el año pasado y en 2023, cuando la actual gestión de Rolando Figueroa recién asumía. «Al llegar nos encontramos una situación bastante precaria en el área«, dijo.

Según relató, una vez que el plantel de la cartera se pudo organizar, «salimos a ver cuáles eran las falencias que había en las chacras» y se empezó a trabajar articuladamente con las empresas del sector en la elaboración de registros de personal.

«El objetivo es que las empresas informen, que den un listado de la gente que viene», indicó el funcionario provincial.

Trabajadores golondrina en Neuquén: cómo son las inspecciones


Durante las inspecciones en las chacras, los agentes de la subsecretaría exigen documentación y revisan las condiciones de las gamelas donde se suelen alojar los trabajadores. Previamente, se realizan controles en las rutas a cargo de la Policía para monitorear los colectivos en los que se transporta al personal.

«Nos hemos encontrado cosechadores no registrados, malas condiciones edilicias, personas sin mayoría de edad, recibos de sueldo que no reflejaban todo el salario, personal que era movilizado en cajas de camiones, por mencionar algunos casos», recordó Castillo.

Las zonas que mayor atención requieren se encuentran en el valle que bordea el río Neuquén, desde San Patricio del Chañar hasta Vista Alegre y el norte de Centenario. También se realizan tareas de seguimiento en Plottier y, más al sur, en Senillosa.

De acuerdo a Castillo, casi la totalidad de los trabajadores golondrina llegan desde la provincia de Tucumán. Al revés de lo que ocurre en la región, allí el grueso de los cultivos se levanta entre abril y octubre. Así sucede, por ejemplo, con el limón, la mandarina y la caña de azúcar, donde el proceso está cada vez más mecanizado.

«Muchas veces es el gobierno tucumano el que se encarga de organizar el transporte, para evitar que esa gente se quede sin trabajo durante el resto del año«.

Trabajadores golondrina en Neuquén: menos movimiento que antes


Para el subsecretario, no obstante, los números muestran una merma respecto a otros años, cuando más de 20.000 personas arribaban al Alto Valle en tiempos de cosecha.

«Esta temporada esperamos que lleguen unos 15.000 trabajadores, pero contando también a Río Negro, porque muchas empresas tienen producción en ambas provincias y la gente va y viene».

Los índices se condicen con la caída de la superficie implantada en Neuquén, históricamente asentada en el departamento Confluencia.

La tendencia parece acentuarse con el apogeo de la industria hidrocarburífera de la mano de Vaca Muerta y la explosión demográfica que viven los alrededores de la capital neuquina, donde hasta hace poco tiempo existían chacras.

Trabajadores golondrina en Neuquén: qué pasa con la mano de obra local


Una de las particularidades de esta actividad es que, a pesar de ser parte del entramado productivo del valle desde hace décadas, la mano de obra local que se emplea no es abundante.

«Cuesta que trabajadores neuquinos se inscriban cuando se lanzan las convocatorias», reconoció el funcionario de la cartera laboral. A su criterio, más allá de la brecha salarial que existe respecto a otros sectores, como el petrolero, la falta de trabajo durante el resto del año es el mayor desincentivo.

«Salvo la poda, que requiere a mucha menos gente, es difícil lograr continuidad laboral«, analizó.


La zona frutícola de Neuquén recibirá alrededor de 3.000 trabajadores "golondrina" durante el mes noviembre por el lanzamiento de la cosecha de cereza, actividad que en la provincia se concentra en las chacras ubicadas en las inmediaciones de Vista Alegre y San Patricio del Chañar.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora