Lo político se coló en una jura de fiscales con ausencias en Cipolletti

El procurador Jorge Crespo no participó del acto de asunción. Los fiscales jefes tomaron la posta. La designación de Diego Vázquez es la más política en los últimos años.

El faltazo del procurador Jorge Crespo a la jura de fiscales de Cipolletti el lunes pasado marcó una mañana cargada de expectativas y de conjeturas de índole política. La asunción de Diego Vázquez como fiscal titular para la una de las ciudades más significativas de la provincia a nivel político se produce en un año bisagra, con el oficialismo atento a lo que ocurre en los tribunales de Urquiza y España.

Con la caída del radicalismo y el crecimiento de Juntos Somos Río Negro, Cipolletti comenzó a tomar mayor protagonismo en la arena política provincial y esto repercutió en el Poder Judicial.

Empezando por el dos veces gobernador Alberto Weretilneck, la mayoría de los dirigentes que luego escalan a estamentos ministeriales, legislativos e incluso al Congreso de la Nación tienen la mirada puesta en una ciudad cuyos límites se confunden con la cosmopolita capital neuquina.

De hecho, no es azaroso que Weretilneck haya imitado el modelo de partido provincial que instauró el Movimiento Popular Neuquino para empuñarse en el poder.

De la mano del crecimiento político del oficialismo también se dio una expansión de la Cuarta Circunscripción Judicial que tiene sede en Cipolletti.

De la mano del crecimiento político también se dio una expansión de la Cuarta Circunscripción Judicial, cuestión que además se ve reflejada en la alta conflictividad del fuero penal. El Alto Valle concentra el 60% de la demanda del fuero a nivel provincial.

Para muestra alcanza un botón: en los pasillos de los tribunales cipoleños este año ya programan cuatro juicios por jurados, modalidad que fue reservada para los casos más graves y trascendentes; entre ellos los femicidios de Patricia Rendon en Catriel y Agustina Fernández en Cipolletti. También el crimen de Jorge Gatica en la Comisaría 45 del barrio Anai Mapu. Por esa causa hay cinco policías imputados, dos con prisión preventiva y tres con domiciliaria.

Incluso Crespo decidió descentralizar la procuración en Viedma y pasa mucho tiempo en Roca, con el objetivo de fortalecer su presencia en el corredor valletano.

En un año electoral, la designación de Diego Vázquez no pasó inadvertida por propios y extraños.

El abogado litigaba hasta hace días de manera independiente, fue candidato a intendente de la ciudad, secretario de Gobierno de Aníbal Tortoriello y desempeñó cargos en la Legislatura y en el Consejo de la Magistratura.

Su incorporación produjo tranquilidad en la arena política y en el oficialismo, que mantiene a la ciudad como una plataforma.

División

De un tiempo a esta parte, el procurador Jorge Crespo permitió que la circunscripción se dividiera en dos: Cipolletti y Fernández Oro a cargo del fiscal jefe Santiago Márquez Gauna y Cinco Saltos y Catriel a cargo de Gustavo Herrera.

Pero esa organización generó preocupación en determinados estamentos, sobre todo por temas de gestión y por el manejo que imparte la fiscalía de Yrigoyen y Villegas con las filas policiales.

En un año electoral, la política no va a permitir que la ciudad de los dos candidatos a gobernadores más fuertes –Weretilneck y Tortoriello– escale a la páginas policiales y produzca intranquilidad en la sociedad valletana.

Berenguer

En la jura fueron evidentes los modelos de gestión de los fiscales jefes. Mientras que Márquez Gauna ofreció un discurso desde lo solemne y formal, Herrera pateó el tablero. Adelantó que sería muy personal al recordarles a los fiscales que estaban entrando en funciones que el faro debe ser el “esfuerzo para defender a las víctimas”.

Graficó que la víctima llega vencida, destruida y divorciada del sistema. Y aprovechó la presencia de la jueza Alejandra Berenguer para persuadir a los nuevos y nuevas funcionarias. “Ella -dijo al señalarla- luchó sola y nosotros no podemos ser menos”, les advirtió.

Berenguer fue la primera funcionaria judicial penal que tuvo Cipolletti (fiscala en comisaría) y en el mundillo de tribunales es la magistrada con mayor legitimación.

No solo por su experiencia, sino porque su nombramiento marcó un antes y un después en la circunscripción, que tampoco existía por ese entonces.

Fue designada en una época negra de la historia cipoleña; los grandes crímenes que vivió la ciudad se investigaban desde Roca. Con muchísima ascendencia en la institución policial, Berenguer condujo a la resolución de muchos casos, primero como fiscala en comisaría y luego como jueza de instrucción.

El juez del Superior Tribunal de Justicia Ricardo Apcarián tomó los juramentos pero solo se limitó a realizar gestos de aprobación cuando Gustavo Herrera ponderó a Berenguer y les exigió a las y los nuevos funcionarios trabajar por las víctimas.

Diego Vázquez juró como fiscal titular para Cipolletti. (Florencia Salto)

En la última jura que Apcarián tomó en diciembre ofreció un fuerte discurso orientado a la gestión y la mejora de la atención por parte de la defensa pública, todo centrado en los métodos autocompositivos de resolución de conflictos. Pero esta vez no puso ninguna exigencia, aunque en los hechos se nota su presencia en la circunscripción.

Los nuevos funcionarios

Además de Vázquez juró Alejandra Altamira como fiscala de Cipolletti; Natalia Poblete, Marcela Marchetti y Andrea Bolognese como adjuntas para Cipolletti, Cinco Saltos y Catriel. También Andrea Medina como adjunta para el fuero civil, todas las mujeres designadas ya pertenecían al Poder Judicial.

Cambios en la estructura

La demanda de justicia en Catriel y Cinco Saltos y la ambivalente relación entre los fiscales jefes Gustavo Herrera y Santiago Márquez Gauna allanaron el camino para que el procurador permitiera una división en la Cuarta Circunscripción. Herrera, reconocido por su trabajo de campo, dirige los destinos del Ministerio Público Fiscal en Catriel y en Cinco Saltos y Márquez Gauna, talentoso litigador, los de Cipolletti y Fernández Oro.

¿Pero hasta cuándo? Una versión, que cada vez toma más fuerza, sostiene que Crespo tiene en el horizonte cercano volver a fusionar las “cabezas” de la sede judicial en Cipolletti y regresar a la estructura original. Hay algunas cuestiones que preocupan en la resolución de causas sobre todo en casos de violencia contra la integridad de las mujeres. Además de la ola de robos que se desató a fines del año pasado en la ciudad y atenta contra la imagen de la Justicia con la creciente sensación de mayor inseguridad.

Aun con la distante relación que existe entre los fiscales se pondera como un hallazgo que hayan compartido el mismo espacio en la jura de nuevos y nuevas funcionarias el lunes pasado. Ambos representaron a la Procuración ante la ausencia de Crespo y les dieron la bienvenida, a su manera, a las y los fiscales y a una defensora civil.

Muchas miradas se posaron en la bienvenida de Diego Vázquez, que no solo era un letrado con recorrido en el fuero, sino que se trató de la elección más política del Poder Judicial en mucho tiempo. El abrazo con Herrera fue más efusivo que el tibio cruce que tuvo con Márquez Gauna. En los papeles el novel fiscal trabajará codo a codo con el jefe de Cipolletti.

Lo cierto es que la presencia de Vázquez al frente de una de las siete unidades de la fiscalía representa una fuerte jugada política del Consejo de la Magistratura.

Las designaciones a dedo

La jura de los nuevos funcionarios para el Ministerio Público Fiscal cierran parte de un ciclo que se inició con la polémica designación de diez fiscales para el Alto Valle, especialmente para la Cuarta Circunscripción.

Andrea Medina juró como defensora adjunta para el fuero civil. (Florencia Salto)

Crespo tuvo que anular la resolución que designaba a diez fiscales sin pasar por el Concejo de la Magistratura y acelerar el proceso constitucional de elección de funcionarios. Con la jura del lunes pasado, muchos de esos cargos llegaron por el proceso más sano, que es la elección constitucional.

El cargo más codiciado fue el de Diego Vázquez que ingresó como fiscal titular en Cipolletti y encabeza una de las cinco unidades genéricas que tiene la Circunscripción. En total fueron cinco los cargos que se cubrieron en la fiscalía y que vienen a contribuir a la gran demanda que tiene la Circunscripción.

Con las nuevas designaciones la estructura quedó de la siguiente manera: Santiago Márquez Gauna como fiscal jefe y Giovanna Moro como su adjunta. En la fiscalía 1 la titular es Eugenia Vallejos acompañada por Vanina Bravo. En la 2, de homicidios y graves delitos contra la vida, continúa Martín Pezzetta con el adjunto Juan Pablo Escalada. La 3 -genérica- quedó a cargo de Rocío Guiñazú Alanis y adjunta Anabella Camporesi. La unidad 4 de ejecución penal es para Oscar Cid e Ivana Vasellatti. En la fiscalía 5 figura Guillermo Ibáñez como titular y Julieta Della Cha como adjunta. En la 6 fue designado Diego Vázquez junto a Natalia Poblete y finalmente en la 7 Alejandra Altamira titular y Yessica Montenegro adjunta.


El faltazo del procurador Jorge Crespo a la jura de fiscales de Cipolletti el lunes pasado marcó una mañana cargada de expectativas y de conjeturas de índole política. La asunción de Diego Vázquez como fiscal titular para la una de las ciudades más significativas de la provincia a nivel político se produce en un año bisagra, con el oficialismo atento a lo que ocurre en los tribunales de Urquiza y España.

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