Pasajeros cansados del servicio de colectivos en Neuquén: «Es pésimo, pasa cuando quiere»

Los últimos días de Autobuses Neuquén son una odisea para los vecinos. Las unidades que circulan son pocas, no están en condiciones mecánicas para transitar y los choferes enojados hacen paro. El municipio promete solucionar todo desde febrero.

Hace dos décadas, los colectivos amarillos de Autobuses Neuquén circulan por las calles llevando a diario pasajeros que viajan a distintos puntos de la ciudad, donde más tarde se sumó Pehuenche para una mejor cobertura territorial. Desde que se supo de su salida tras la licitación, el servicio comenzó a empeorar y son los pasajeros quienes sufren las consecuencias. Qué dijeron.

Sin embargo, desde fines de diciembre se supo que dejarán de prestar su servicio, luego que finalizara el proceso de licitación, adjudicándose la nueva prestación a las firmas de Expreso Tigre Iguazú SA y Koko SRL que comenzarán a rodar por las calles neuquinas desde el 1 de febrero.

Si bien el servicio que prestan las empresas ya recibía quejas de los usuarios, respecto a las largas esperas o el mal estado en que se encuentran las unidades, desde que se supo de su salida comenzó a empeorar y son los pasajeros quienes sufren las consecuencias.

En una de las paradas de la calle Sarmiento, estaba Corina con sus dos pequeños hijos aguardando el colectivo para regresar a su casa. Ella comentó que a la mañana había estado esperando el colectivo desde las 9:30 hasta las 11, para ir hacia el centro. A esa hora decidió tomarse un taxi, ante la ausencia de las líneas 17 y 3 que son las únicas que pasan cerca de donde ella vive. “No se respeta el horario o no hay colectivos”, cuestionó.

La tarifa del colectivo sale $81,70, frente a lo que podría haber gastado en el viaje para ella y sus hijos, terminó gastando $700 por unas 15 cuadras.

Otra mujer, que esperaba en la parada de Belgrano e Irigoyen, comentó que en los últimos días escolares “era todos los días un taxi para llevar a mi nieto a la escuela porque nunca tenías un colectivo”, y por eso “se gastó muchísima plata”. Es usuaria de las líneas 12, 2 y 9 y aseguró que hay que salir a esperarlos “por lo menos con dos horas de anticipación porque si no, no podés cumplir con nadie, no sabes nunca cuando viene”

Además de ellas, Lucía, una vecina del barrio Gran Neuquén se encontraba esperando que pase algún colectivo de las líneas 9, 1 o 6, frente al hospital Castro Rendón.

“Llevo 21 días viniendo al hospital porque vengo a ver a mi esposo”, comentó ella, y agregó que a la salida de su visita está dos horas esperando el colectivo. “Pésimo servicio, pasa cuando quiere” Además, ante las demoras, cuando arriba una unidad aseguró que “las llenan demasiado”

Las largas esperas se sufren con mayor intensidad ante la ola de calor que se sintió en los últimos días en la región, como le pasó a Leonardo un joven que trabaja en Parque Industrial y que para llegar utiliza la línea 401. Explicó que a las 16 salió a esperar el colectivo para volver a su casa y recién a las 17:40 pasó, luego de una tediosa espera bajo los 40° que marcó ese día. “Fue uno de los miércoles más calurosos de enero”, resumió con cara de agotado.

Junto a él, esperaron un señor mayor de unos 60 años y una joven, quién terminó perdiendo el turno médico al cuál se dirigía, por la demora.

“El malestar se hacía sentir mientras esperábamos”, contó.

En el transcurso, el señor les comentó que el día anterior había esperado el mismo colectivo más de una hora. Una vez que arribó, el joven comentó que le preguntaron al chofer a qué se debía la demora y “nos comentó que sólo estaba funcionando una unidad” .

Esteban es uno de los usuarios del servicio que decidió (ver recuadro superior) no pagar como una medida de protesta.

Otro punto que cuestionó Esteban es que la empresa debería pagar con dinero cuando se vaya “por los daños y perjuicios que le hizo a la sociedad. No les puede salir gratis el malestar en tantas personas”

una pasajera que se encontraba sobre la parada en calle Belgrano e Irigoyen “Cópienle a otras provincias, yo vengo de Mendoza y tenemos colectivos cada cinco minutos”

Días después que el municipio presentara las nuevas unidades de las empresas que prestarán el servicio urbano desde el 1 de febrero, hubo un día y medio de paro de choferes de colectivo porque decían que no estaban en condiciones de salir de la base por el deterioro mecánico de las unidades y que los usuarios los usaban de chivos expiatorios.

Con elnuevo sistema, se prometió que funcionará una aplicación en la que el pasajero tendrá una sección de Atención al Usuario, de forma que se podrá dejar los reclamos del servicio cuando estos no cumplan el horario o se encuentren en mal estado.

Otra característica que resalta de la nueva prestación, es que se podrá cargar saldo a la tarjeta a través de home banking o de billeteras virtuales y ya no será necesario trasladarte a una Terminal Automática Sube para validar la carga, sino que en el mismo colectivo se podrá hacer.

Una singular protesta

Esta semana, un pasajero decidió hacer algo ante el cansancio y molestia que siente por el servicio de transporte público. “El otro día me subí a un cole y decidí no pagar el boleto”, explicó Esteban, un joven de 33 años que utiliza el colectivo para ir a trabajar y para llevar a su hija a la escuela.

“Mi experiencia el año pasado fue traumática, porque viajamos muy mal todos. Ir a trabajar e ir a llevar a mi hija en colectivos sucios, rotos, que pasan a cualquier hora y donde viajas apretado y parado”, contó. Al subir al colectivo, le manifestó al chofer que no iba a pagar el boleto hasta que el servicio no mejore. Frente a eso, el conductor intentó buscar a la policía para bajarlo, aunque esto no fue posible.

“Mi idea no era confrontar con los choferes, pero me genera mucha violencia que todo el año estuve llegando tarde a la escuela con mi hija, tarde al trabajo y dando explicaciones”, expresó el pasajero. “Pagamos un servicio que es el más caro del país en transporte público” aseguró.

Comentó que estuvo en Capital Federal y que se sorprendió al subir a un colectivo que estaba limpio, donde pudo viajar sentado y que además pasó a horario. “No es un lujo, es algo que tiene que pasar en cualquier ciudad”, dijo.

Los incidentes

Uno de los hechos más impactantes fue el 5 de diciembre, cuando un colectivo de la línea 9 perdió sus frenos mientras circulaba por las calles Buenos Aires y Rivadavia. El accidente tuvo lugar cerca de las 17:30 y, por la falla mecánica, el chofer maniobró y a su paso arrastró a otros cuatro vehículos.

Otro accidente ocurrió el 22 de diciembre, cuando una unidad de la línea 13 circulaba por la calle Catriel al 1020, y cerca de las 6:47 recibió el impacto de una piedra sobre una de sus ventanas.

A tres días desde que inició el año, otro colectivo fue protagonista de un accidente por una falla eléctrica, cuando transitaba por la calle Godoy y San Martín. Es el que va a Plottier. El colectivo presentó una falla que le cortó la dirección y por eso terminó arriba de la vereda.

Dos días después, otro colectivo de la línea 13 se quedó sin frenos y terminó chocando contra un poste, cerca de las 9. Al día siguiente, se afectó la línea 12 en Belgrano, casi Jujuy. La correa comenzó a girar sobre el mismo ruleman y largó humo hasta que se cortó. Los pasajeros debieron seguir el camino a pie.

El último acontecimiento referido a los colectivos, fue el 12 de enero cuando un colectivo se rompió en Casimiro Gómez y Ruta 22. En este caso, llamó la atención que, además, el vehículo que se acercó a auxiliarlo, también tuvo una falla mecánica.


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