Para el sindicato de guardaparques la concesión a los mapuches en Villa Mascardi es “un antecedente deplorable”

La organización se expresó tras el acuerdo alcanzado en la mesa de diálogo con el Gobierno nacional.

 El sindicato que agrupa a los guardaparques de todo el país expresó su rechazo a lo resuelto en la “mesa de diálogo” entre el gobierno nacional y la comunidad Lafken Winkul Mapu, para ceder con “permiso de uso” una porción de tierras de Villa Mascardi, donde ese grupo inició una ocupación en 2017 y estableció un “rewe” o sitio sagrado.

El acuerdo promovido por la secretaría de Derechos Humanos de la Nación y formalizado el último jueves establece que en ese predio perteneciente al parque Nahuel Huapi podrá asentarse la machi Betiana Colhuan, con varios “colaboradores”. Agrega que el resto de la comunidad “acepta ser reubicado en otras tierras”, cuya ubicación dependerá de futuras negociaciones en la “mesa”.

El sindicato de guardaparques nacionales dijo que el acuerdo “constituye un antecedente deplorable”, porque se trata en los hechos de una conciliación “con quienes desarrollaron actos de terrorismo, atormentando física y moralmente a personas inocentes, incluyendo a funcionarios públicos”.

El mismo sindicato ha denunciado más de una vez situaciones de violencia vividas por representados suyos en incidentes provocados por grupos mapuches, tanto en el parque Nahuel Huapi como en Los Alerces,.

La organización de trabajadores entendió que el beneficio otorgado a la Winkul Mapu “deja demostrado que la receta de no cumplir con la ley funciona exitosamente” y subrayó que esa comunidad “no cumple con los requisitos” de la ley 26.160 de reconocimiento territorial a los pueblos indígenas.

Según el sindicato, la comunidad que acordó con el Estado nacional se apropió “ilegalmente” de tierras que son “del dominio público”, y los acusó de “destruir el ambiente y la propiedad privada”. Entendió que esa actitud “significó también un destrato hacia los legítimos pobladores y comunidades originarias de las áreas protegidas”.

En es misma zona de Mascardi, sobre la cabecera sur del lago, tiene asiento desde hace casi un siglo la comunidad Wiritray, que interactúa con Parques en un programa de comanejo, y que ha criticado con dureza a los integrantes de la comunidad Winkul Mapu, a quienes calificaron como “delincuentes organizados”.

El sindicato rechazó “todo tipo de entrega de tierras para el asentamiento de cualquier grupo que no haya sido debidamente reconocido, como lo dictaminan las leyes, para su asentamiento en territorios ubicados dentro de los parques nacionales”.

Recordó las situaciones de agresión vividas por el personal del cuerpo de guardaparques “sin que hasta la fecha se haya registrado una mejora” en las condiciones de seguridad en las que desarrollan sus tareas.

“Dar cabida a estas negociaciones no hace más que legitimar estas agresiones”, afirmaron.

El resultado de la esperada reunión de la “mesa de diálogo”, realizada el jueves en Buenos Aires, también fue repudiado por la junta vecinal de Villa Mascardi, que acusó al secretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla de pactar “con quienes están sometidos a juicio por más de 200 hechos delictivos, entre incendios, robos y atentados con armas de fuego”.


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