Chacareros del Alto Valle piden mantenimiento a las calles rurales antes de la cosecha
Productores de las localidades de Río Negro como Regina, Roca y Cipolletti señalan que los caminos se encuentran “deteriorados” y repercutirán en la calidad de las frutas.
A pocos meses del inicio de la cosecha, productores frutícolas del Alto Valle advierten que el “mal estado” de los caminos rurales puede poner en riesgo la calidad de la fruta y representar una pérdida económica. Desde Villa Regina hasta Cipolletti, pasando por Roca, Allen y Fernández Oro, los reclamos coinciden en que el deterioro de las calles responde a múltiples factores: la falta de mantenimiento, el paso constante de vehículos pesados, los fuertes vientos que erosionan la superficie, y la acumulación de tierra en suspensión que complica la visibilidad.
Frente a este panorama, algunos productores de la zona ya comenzaron con sus pedidos de mantenimiento de las calles. En diálogo con Diario RÍO NEGRO, el presidente de la Cámara de Productores de Villa Regina, Mauricio Molinaro, señaló que ya se comunicó con el municipio para solicitar que pasen las máquinas. “Ya hablé con el municipio para ver qué podemos hacer. El año pasado pedimos la máquina de Vialidad Provincial para que repasar los caminos y mejorar su estado”, recordó, sin embargo, sostuvo que actualmente, “están complicados”.
Por su parte, Horacio Pierdomici, ex presidente de la Cámara de Productores de Cipolletti y productor que recorre habitualmente los municipios de Allen, Fernández Oro y Cipolletti, advirtió que el estado de los caminos rurales requiere atención “urgente”. “En Allen y Fernández Oro es tristísimo ver cómo están, no se puede transitar, es un desastre”, expresó. Aunque reconoció que en Cipolletti la situación es mejor, también señaló que hay sectores que presentan complicaciones.
En relación al transporte de fruta, el productor explicó que un camión puede transportar alrededor de 8.000 kilos de frutas y con acoplado puede alcanzar hasta 23.000 kilos. Según el productor, toda esa fruta se ve expuesta a dos factores durante el traslado: los golpes que se generan por los pozos y la suspensión de tierra. “No sólo los pozos afectan la mercadería, sino también la tierra en suspensión que levanta polvo y al rozar entre las manzanas, las raya. Es peor en la pera o la manzana verde”, remarcó el productor.
Según sus cálculos, entre un 5% y un 7% de la fruta se descarta por daños sufridos durante el traslado o pierde calidad comercial.
“Tanto cuidar la fruta todo el año para que cuando la traslades se maltrate toda, pierda calidad y luego sea una pérdida”,
Mauricio Molinario, presidente de la Cámara de Productores de Regina.
Pierdomici comparó la situación con la de grandes empresas que cuentan con camiones de suspensión neumática, lavan la fruta antes de salir y transportan de noche para evitar el calor y el tránsito. “Pero acá en el Valle salimos a todas horas, no se puede sacar toda la fruta de noche. La sacas a las tres de la tarde con 35° de calor”, lamentó.
Por otro lado, Daniel Pérez, presidente de la Cámara de Productores de Roca explicó que la pérdida de calidad se refleja en la “merma del porcentaje de fruta elegida en categoría 1 y 3, mientras que aumenta la cantidad de fruta comercial, y esto tiene un impacto importante en el precio final”, afirmó el productor.
El impacto del tránsito pesado en las calles rurales del Alto Valle

El presidente de la Cámara de Comercio de Roca sostuvo que en la localidad hay varias calles rurales asfaltadas, sin embargo, “está bastante deteriorado en sus banquinas”. El productor explicó que el asfalto de la zona fue diseñado originalmente para soportar el tránsito de camiones que transportan cargas de fruta entre 7.000 y 10.000 kilos, pero “hoy hay un gran tránsito pesado actual, hay máquinas y camiones pesados que provocan la aparición constante de pozos y desniveles”, afirmó el productor.
Además, agregó que las calles de ripio, «están en mal estado». Según el productor, esto dificulta la circulación tanto en tractores como en vehículos livianos, y obliga a transitar por «caminos irregulares que afectan la carga».
Pérez afirmó que además de los productores, muchas familias viven en la zona rural y deben enfrentar estos problemas a diario. «Los daños en vehículos, como roturas de amortiguadores o cubiertas, son frecuentes y podrían evitarse con un mantenimiento adecuado», sostuvo el productor.
En este sentido, Ramón que trabaja hace más de tres décadas en las chacras y hoy recorre las calles rurales de Allen a bordo de un tractor, afirmó desde su experiencia que «hay mucho tránsito de camionetas, y para nosotros que vamos con las máquinas es un desastre. Vamos a los saltos. Ahora que están regando, el agua se escapa por todos lados y se forman charcos en cada rincón. El mantenimiento no alcanza”, comentó.
Los municipios del Alto Valle y el mantenimiento de las calles rurales

El mantenimiento de las calles rurales es responsabilidad de cada municipio y para sostener estos trabajos las comunas aplican unas tasas a través de las tasas rurales. Desde el municipio de Roca explicaron que el cobro de estas tasas se calcula en función de los metros de frente y la superficie del predio, además de los servicios que se brindan, tales como mantenimiento vial, alumbrado y limpieza, entre otros.
“El municipio realiza mantenimiento de las calles de manera sistemática durante todo el año. Dependiendo de las características de la vía, la zona y la nivelación, las tareas pueden incluir aporte de material, riego, limpieza y calzado de banquinas, tanto en calles como en cruces, incluso en rutas nacionales o provinciales”, afirmaron desde Roca.
Por su parte, Adrián Artero, secretario del área municipal de Servicios Públicos de Cipolletti señalaron que continuamente están realizando tareas de mantenimiento y agregaron que actualmente están realizando el mantenimiento de calles rurales y urbanas “por igual”, “rellenamos en todos los lugares que es necesario y regando una vez al día aquellas que tienen mayor tránsito”, explicó Artero.
“Vamos a incorporar un camión más para cubrir más calles, pero actualmente contamos con una moto-niveladora en funcionamiento y un camión cisterna para el riego”, agregó Artero. Además, remarcó que la tasa rural que paga cada productor es muy “pequeña”. La hectárea «tiene un costo aproximado de 4 mil pesos mensuales», según afirmó.
Finalmente, desde la Secretaría de Servicios Públicos de Fernández Oro informaron que, aunque los trabajos se realizan de forma continua, esta semana comenzaron tareas específicas previas a la cosecha.
“Ahora contamos con nueva maquinaria que nos permitirá cubrir más calles y con mayor rapidez que el año pasado”, aseguraron desde esa dependencia.
A pocos meses del inicio de la cosecha, productores frutícolas del Alto Valle advierten que el “mal estado” de los caminos rurales puede poner en riesgo la calidad de la fruta y representar una pérdida económica. Desde Villa Regina hasta Cipolletti, pasando por Roca, Allen y Fernández Oro, los reclamos coinciden en que el deterioro de las calles responde a múltiples factores: la falta de mantenimiento, el paso constante de vehículos pesados, los fuertes vientos que erosionan la superficie, y la acumulación de tierra en suspensión que complica la visibilidad.
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