Trabajadores de Vialidad Nacional alertan sobre la situación crítica que atraviesa el organismo
Tras los intentos de reforma del gobierno de Javier Milei, la falta de presupuesto, la suspensión de obras y los salarios congelados complican la labor diaria de los profesionales en Río Negro y Neuquén.
A pocos días de la derogación oficial por parte del gobierno nacional de los decretos que incluían la disolución de Vialidad Nacional -organismo que este hoy cumple 24 años de servicio-, trabajadores de campamentos en Neuquén y Río Negro advierten que la situación sigue siendo “crítica”. La falta de presupuesto, la ausencia de aumentos salariales, la suspensión de obras y la escasez de recursos básicos dificultan cada vez más el trabajo diario de los profesionales.
En diálogo con Diario RÍO NEGRO, Mariela Giménez, ingeniera e integrante de la Asociación Gremial de Profesionales y Personal Superior de Vialidad Nacional explicó que a nivel presupuestario están muy desactualizados. «Aproximadamente el valor anual que necesitamos es de 2.000 millones de dólares y el año pasado, en el 2024, nos enviaron 400 millones de dólares, imagínate, estamos hablando de menos de un cuarto de lo que necesita la repartición para ofrecer y realizar las tareas mínimas de obras y de mantenimiento«, sostuvo la profesional.

Además, agregó que el panorama para 2025 no es alentador. Detalló que el presupuesto de Vialidad se compone de dos incisos del Tesoro Nacional: uno de recursos propios, que según indicó Giménez «la afectación específica que teníamos de impuesto País, este año no está más vigente»; y otro de transferencias específicas como las del impuesto al combustible, del cual el año pasado sólo recibieron el 46%. «No recibimos los fondos del impuesto que pagan todos cuando cargan combustible o compran aguarrás en una tintorería. Vos cuando compras aguarrás en una pinturería estás poniendo plata para rutas nacionales y eso no vuelve», afirmó la ingeniera que se desempeña en Río Negro.
En este marco, la trabajadora también reflexionó sobre el proyecto presentado por los gobernadores para la redistribución del impuesto al combustible y el impacto en el presupuesto de Vialidad Nacional: «si bien es un beneficio para nuestra provincia que pueda recibir los fondos, este 60% que pretenden los gobernadores, se quita un recurso de las rutas nacionales que no es que lo tenemos y no lo usamos, sino que no lo hemos recibido, lo hemos recibido en cuenta gota», afirmó Giménez.
«Estamos nuevamente insistiendo y bregando por el presupuesto porque sin dinero no podemos hacer nada»,
Mariela Giménez, trabajadora profesional de Vialidad Nacional Río Negro.
Otro de los puntos que genera malestar entre los profesionales de Vialidad Nacional es la falta de aumento salarial. “Hace un año no tenemos paritarias”, afirmó Giménez. Además, explicó: “Aunque los gremios convoquen y soliciten la paritaria, si la parte patronal de Vialidad Nacional no acepta la reunión, esta no se realiza. Por lo tanto, estamos como a expensas de que se concrete la reunión paritaria. Ya se activó la vía judicial, pero la inflación sigue; vamos perdiendo aproximadamente un 50% del poder adquisitivo de nuestro sueldo”.
La situación de Vialidad Nacional en Río Negro y Neuquén

En el distrito de Neuquén, Vialidad Nacional cuenta con 134 agentes, de los cuales siete están con licencia por tratamientos prolongados, varios de ellos por problemas psicológicos derivados del estrés y la falta de aumento salarial. Según indicó Giménez, la situación ha provocado renuncias y despidos: ya hubo tres renuncias y cinco despidos el año pasado, además de licencias sin goce de haberes.
Otra de las grandes dificultades que enfrentan los profesionales, según indicó Matías Magallán, delegado del distrito Neuquén, es la falta de mantenimiento y reparación de los equipos y máquinas. “Tenemos equipos parados; le saco la batería a un equipo y se la pongo a otro para poder usarlo, así estamos”, explicó. Además, señaló que en San Martín de los Andes cuentan con apenas dos mecánicos que, ante la falta de insumos, deben trabajar “como auténticos artesanos”.
Según indicó Magallán hay una fuga de profesionales a partir de la crisis salarial, «desde hace dos, tres años hasta esta parte se han ido un montón de profesionales, ingenieros que se han formado y definido en Vialidad. Un ingeniero vial no se forma de un día para otro, son años de formación, un proyecto ejecutivo no se hace de la noche de la mañana, son años de trabajo».
En cuanto a las obras, el profesional de Vialidad Nacional señaló que, aunque existen numerosos proyectos, no se pueden replicar por la falta de insumos y personal; en los campamentos operativos de Neuquén, el personal en ruta oscila entre cinco y siete personas. “El deterioro año a año es cada vez más profundo y tardará años en recuperarse. Un bacheo bien hecho puede durar años, pero si no contamos con el material adecuado, no es efectivo y dura apenas de una temporada a otra”, explicó.
En relación a la situación del recurso humano en el distrito de Río Negro, según datos a los que accedió este medio, entre 2024 y lo que va de 2025, se registraron cinco despidos, cuatro renuncias, siete licencias de largo tratamiento, tres jubilaciones y un traslado.
La suspensión de obras por parte del gobierno nacional también afecta al personal. “Hay algunos agentes y jefes que se sienten frustrados porque no pueden llevar adelante sus proyectos. Por ejemplo, los jefes de la Comisión de Obra hoy se dedican principalmente a ejecutar cierres de obra, un trabajo administrativo largo que no es la razón de ser de Vialidad”, explicó Giménez.
Además, según indicó Giménez la falta de una situación regular en los edificios que trabajan también es uno de los puntos que genera malestar. El campamento de Roca funciona actualmente en un tráiler en el barrio Stefenelli, dentro de un predio que comparte con Vialidad Provincial pero que, según indicó la profesional pertenece a Vialidad Nacional.
Esta situación conlleva a que el personal se encuentre distribuido en distintos puntos sin guardias ni resguardo adecuado del patrimonio, lo que dificulta la organización y la eficiencia de las operaciones. “Nos llevamos bien con los compañeros de la provincia, pero necesitamos usar plenamente estas instalaciones. Hoy nuestros bienes están dispersos y Vialidad debe resguardar su patrimonio; centralizar todo en un solo campamento permitiría una logística mucho más organizada”, concluyó.

A esto se suman la escasez de recursos y materiales. “Hace unas semanas no teníamos combustible. Si no tenemos combustible, ni siquiera las tareas mínimas pueden realizarse. Vialidad se maneja con el IPF en ruta, y ese IPF estuvo cortado por falta de pago. Para que te des una idea, eso es lo que significa no tener plata”, agregó.
Además, a principios de año hubo problemas con la limpieza: se redujo notablemente la prestación en las sedes y campamentos, y no hay guardias disponibles. “Tenemos por ley la obligación de cuidar nuestro patrimonio, pero ahora eso lo deben hacer los propios agentes porque no hay fondos para pagar guardias”, señaló.
“Queremos a Vialidad, nos gusta lo que hacemos, pero las condiciones laborales y el maltrato nos afectaron. Nos han estigmatizado, nos han maltratado; incluso el presidente nos ha llamado inútiles e imbéciles en sus redes sociales”,
Mariela Giménez, trabajadora profesional de Vialidad Nacional Río Negro.
A pocos días de la derogación oficial por parte del gobierno nacional de los decretos que incluían la disolución de Vialidad Nacional -organismo que este hoy cumple 24 años de servicio-, trabajadores de campamentos en Neuquén y Río Negro advierten que la situación sigue siendo “crítica”. La falta de presupuesto, la ausencia de aumentos salariales, la suspensión de obras y la escasez de recursos básicos dificultan cada vez más el trabajo diario de los profesionales.
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