Pollos de campo, un plus para el consumidor

“Sanos, firmes y bien amarillos”, así los definen en este sector que crece en distintas zonas de la provincia del Neuquén

Producción casera de aves

Alrededor de cien familias de pequeños productores de pollos se ubican en lo que se conoce como el corredor productivo Arroyito-Neuquén. Cada una de ellas comercializa entre doscientos y cuatrocientos animales por mes.

Para cuantificar la importancia y el valor de estos pequeños y eficientes emprendimientos que campean adversidades coyunturales, se agrega otro número similar de iniciativas hacia el corredor Colonia Nueva Esperanza, Centenario y Vista Alegre.

Todos comparten la necesidad de mejorar la infraestructura para procesar su producción. Si bien quienes se ubican en la meseta de Neuquén cuentan con un matadero, el mismo ofrece una sola jornada de faena para pollos, que se hace insuficiente para el universo que atiende.

En la zona de China Muerta y Colonia San Francisco y a partir de la demanda de faena de más de 60 familias productoras de pollos criados a campo, está próximo a inaugurarse un matadero de aves que agilizará el trabajo, en un eslabón fundamental para la cadena de producción y comercialización de estos animales.

Estas familias producen un promedio de entre 200 y 400 animales por mes y se encuadran en un proyecto diseñado también para garantizar la seguridad alimentaria de la población. La iniciativa contempla este aspecto no sólo a la hora del consumo, sino también en el proceso de faena, privilegiando el diseño de la obra, el cuidado del trabajador y el medioambiente.

Este tipo de producción casera de aves se fue consolidando a partir de la década del 90, impulsada por el Estado provincial neuquino y acompañada por organismos técnicos y educativos como el Puesto de Capacitación Agropecuaria Nº 1 de Plottier (PSA), la Escuela Provincial de Educación Agropecuaria EPEA (ex-Emeta), el INTA Pro Huerta y el programa Social Agropecuario (PSA), entre otros actores. Tomada por algunos productores como la única alternativa viable en pequeñas superficies y con un rápido retorno de lo invertido, el pollo casero, con características de “firme y bien amarillo”, fue sumando productores familiares que dieron cierta impronta al producto, considerado por quienes lo consumen como alimento “sano y criado en chacra” .

De esta forma, a partir de mucho esfuerzo del sector, el consumidor fue dando valor a esta producción artesanal, respetando el precio justo y dando sustentabilidad a la misma.

Con este escenario de crecimiento y consolidación, en el año 2009 un grupo de productores y funcionarios municipales de la ciudad de Plottier tomaron la iniciativa de afrontar el desafío de cubrir la necesidad que tiene este perfil de productores para la faena. Para afrontar esta tarea se trabajó sobre una experiencia de articulación interinstitucional, con multiplicidad de actores y disciplinas que, en un ejercicio de construcción conjunta, logró potenciar las habilidades individuales para aportar a un proyecto común.

En este camino de gestión, desde la Agencia de Extensión Rural (AER) de INTA Centenario, junto al equipo técnico del INTI y la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación –Delegación Neuquén–, se asumió el diseño técnico del futuro matadero o sala de faena, contando también con el financiamiento de la obra por parte de esta última.

Luego de tres años de trabajo, superados conflictos por el acceso a la tierra y la transformación bajo la figura de cooperativa del grupo de productores avícolas, se dio comienzo a la construcción del matadero.

Un matadero artesanal de pollos de chacra

Esta planta de faena de aves se diseñó para cubrir el procesamiento de hasta 1.000 pollos por día. El mismo contempla, por decisión de los productores, un estilo de proceso artesanal, no mecanizado, que permitirá absorber y mantener mano de obra local a partir de un producto que posee como característica principal de procedencia de su cría a campo o en chacra. Se encuentra ubicado en una porción de dos hectáreas en el paraje China Muerta y forma parte de una cogestión entre la Cooperativa de Productores Avícolas y la Municipalidad de Plottier.

En la actualidad el edificio se encuentra con un 90% de ejecución de la obra y a pocos pasos de dar respuesta a la imperiosa necesidad de estos productores de contar con un lugar adecuado para la faena. En el marco de una coyuntura complejizada para lograr el equipamiento y el tratamiento de los efluentes del matadero, es que se rearmó una estrategia de gestión a tal fin, con diversos organismos, en búsqueda de un nuevo financiamiento.

La Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación amplió el presupuesto asignado y se sumó un aporte no reintegrable del Centro Pyme-Adeneu de la provincia del Neuquén, alcanzando así los fondos necesarios para la etapa final. A la par se consolidó una mesa de trabajo junto a las áreas de Medio Ambiente y Producción de la provincia de Neuquén, el Cippa, el Municipio de Plottier, a través del EDEP, el INTI, INTA-IPAF y la SAF, con el objetivo de garantizar el cumplimiento de los protocolos requeridos para su futura habilitación.

Con el reinicio de los trabajos en el predio del matadero se avanza hacia la etapa final del proyecto, restando asumir con posterioridad la compleja operación del mismo, con un esquema de gestión de la Cooperativa avícola junto al Municipio y la intervención del Ministerio de Trabajo de la Nación.

El sostenimiento y el impulso a las economías regionales es una tarea compartida por los organismos provinciales y nacionales que, sumados al permanente nivel de consumo local de artículos procedentes de la agricultura familiar y artesanal, pronostican una merecida recompensa para aquellos emprendedores familiares que no sólo piensan en su propia realidad, sino que dedican esfuerzos a la generación de materias primas que contengan el valor agregado de la seguridad, contribuyendo a garantizar la soberanía alimentaria de la comunidad.

César Gutiérrez

INTA AER Centenario-EEA Alto Valle


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