Por un problema de piel creó una línea de cosmética natural que busca cuidar el ambiente

Los productos son todos sólidos, para reducir la utilización de agua. Otra de las ventajas es que no se originan residuos en la producción y casi tampoco en la comercialización.

«Yo Jabón», es la marca que lleva adelante Verónica Estrada Dubor, en compañía de su familia. Pero no se trata solo de una fábrica de jabones artesanales, sino que el emprendimiento que nació de una necesidad tiene toda una línea de cosmética que va en franco crecimiento. «No vendemos agua», dice ella como distintivo de sus productos. Y claro, es que todo es sólido, muy amigable con el ambiente y hecho de forma artesanal.

Verónica nació en Villa Mercedes, San Luis, pero desde la década del ´80 que transita los caminos de Río Negro y Neuquén. Tras un paso por el exterior, desde hace dos años está radicada en Neuquén y es la personas detrás de «Yo Jabón». Ese paso por Nueva Zelanda primero y España después fue, tal vez, la clave que la llevó a comenzar a pensarse detrás de un emprendimiento de cosmética natural. Pero también lo fue su propia piel la que le habló: «el emprendimiento surge por una necesidad mía personal, un problema de piel», resumió ella.

Según contó «en Nueva Zelanda donde se toman muy enserio el cuidado del medioambiente, de la naturaleza y de los recursos sustentables» fue que por su problema dérmico tomó contacto, por primera vez, con la cosmética natural. «El resultado fue casi mágico y sin ningún efecto secundario, que generalmente tienen las medicaciones», recordó.

Eso la llevó a empezar a investigar este mundo que hoy es parte de su día a día. «Después me fui a vivir a España donde también estaban bastante avanzados y de vuelta tomo contacto con la cosmética natural y cuando vuelvo a vivir acá a Neuquén, en el 2019, con el clima seco otra vez empiezo con los problemas dérmicos. Entonces empecé a incursionar hice cursos, me compré libros y empecé a producir», afirmó sobre los inicios de «Yo Jabón».

Verónica es ingeniera agrónoma y técnica química, por lo que producir cosméticos fue algo que también le era bastante cotidiano. «He trabajado mucho años en laboratorios agroquímicos entonces me introduje bastante fácilmente en esto de la cosmética natural, que además me encanta. Soy fanática», confesó.

“Todo el proceso lleva muy poca agua, un 10 o 15%”, reveló sobre la producción. Foto Florencia Salto.

Lo cierto es que dos años después, el emprendimiento que nació por una necesidad personal ya es proveedor de dos negocios de Neuquén capital y uno de San Luis, y tiene muchos planes para seguir creciendo. Actualmente, el catálogo de productos tiene shampoo, acondicionador y jabones de diferentes tipos, y la recientemente lanzada crema o manteca corporal sólida.

Sobre ella, Verónica aseguró que «desde la semana que viene va a estar en los negocios, pero entre la gente que la está usando tuvo altísima aceptación porque no tenes que estar volviéndote a poner. Es una innovación porque toda la vida la crema fue consistencia de crema, cuando te la pasas es medio raro, pero a medida que lo pasas, la crema se va deshaciendo con la temperatura corporal y se va impregnando y te dura todo el día el efecto».

Pero más allá de lo que ya está en etapa productiva, en «Yo Jabón» hay más productos en desarrollo como un shampoo seco, shampoo para barba y líneas especiales: masculina y teen. «Son todos productos en desarrollo que todavía no fueron lanzados al mercado», aclaró Verónica. Pero los planes están, así como están la ganas de sumar más personas al proceso productivo y poder ampliar el stock.

En sus inicios vendía vía web, pero luego con el incremento de la demanda se complicó y la venta al público quedó solo en tres negocios neuquinos. Próximamente en el sitio web se podrán comprar nuevamente los productos aunque con un monto mínimo fijo.

Para Verónica, la cosmética natural en la región va creciendo de a poco: «la gente a medida que la va conociendo se da cuenta de las bondades de la cosmética natural y sobre todo que funciona». Además confió que la «concientización de no contaminar y de reducir la cantidad de basura», está cada vez más presente en la sociedad.

Consideró que adoptarla se trata solamente de un cambio de hábito: «estamos acostumbrados de toda la vida a agarrar un frasco de shampoo, pero una vez que usas el sólido te das cuenta de la practicidad que tiene y que es lo mismo». E insistió: «es un cambio de cultura que es necesario. La verdad que se recicla un porcentaje tan chico de todo lo que tiramos que es mejor no generarlo».

«Yo Jabón» no solo cuida el ambiente por generar el mínimo de residuo en su comercialización, sino que también es amigable en su producción. «Todo el proceso lleva muy poca agua, un 10 o 15% durante todo el proceso de elaboración y luego no deja residuo, o sea que no necesitas lavar, ni tirar agua con producto, que al final si se desechara un poco es agua de lavado, no es una industria química que contamine los ríos, la tierra, ni nada», contó Verónica quien también especificó que todos los productos que se usan son naturales y procesados naturalmente. «Toda las naranjas que pela mi familia, se secan la cáscaras al sol, las muelo, las tamizo y con eso coloreo los jabones», ejemplificó.

Y cerró: «más allá de que para mi signifique un medio de vida, me parece que es un mensaje ecológico de volver a querer la tierra y aprovechar los recursos naturales que todos tenemos al alcance de la mano que hay que dar».

Por menos plástico

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pastilla de shampoo reemplaza tres botellas de plástico. El rendimiento es mayor porque el producto es concentrado.


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