Neuquén, una ciudad que apuesta a cuidar el medioambiente

Pasaron siete años de una ordenanza que prohibió la entrega de bolsas en los supermercados, y que cambió la postal de la capital. Sin embargo, en Neuquén se sigue trabajando en la reducción del consumo de plásticos.

Neuquén es pionera en lo que tiene que ver con políticas apuntadas al cuidado del medioambiente. Tal vez, es su responsabilidad por ser la capital de la provincia y una de las principales ciudades de la región. Lo cierto es que hace años se impulsan normas y programas para fomentar tanto el reciclado como la reducción del consumo de plásticos. Fueron resistidas al principio, pero que con el tiempo se apropian y consolidan. Este mes, se sumó un nuevo capítulo, desde mediados de 2022 se reducirá el uso de embalajes plásticos innecesarios en frutas y verduras.

Hace siete años en Neuquén se sancionó la ordenanza de “bolsas cero”. Prohibió la entrega de bolsas plásticas en supermercados e hipermercados. Allí comenzó un camino que transformó el paisaje a la ciudad.

Un año después se lanzó la campaña de separación de residuos, algo que no terminó de prender en su inicio, pero que este año tuvo un nuevo impulso. Los números indican que cada vez son más los neuquinos y neuquinas que separan su basura.

El año pasado, la ordenanza 14.072 prohibió la entrega de sorbetes y vajilla de un solo uso cuando es innecesaria. Esta normativa aún lucha por implementarse en su totalidad, pero constituye una parte en el camino.

Este mes se dio un nuevo paso. Se aprobó una ley que busca eliminar los envoltorios plásticos innecesarios en frutas y verduras. Tres manzanas en una bandejita envuelta en film ya no estará permitido.

Camilo Echevarría fue el autor de la iniciativa y explicó a RÍO NEGRO que “en el proyecto lo que buscamos es trabajar en la reducción de plásticos que no son imprescindibles”. Contó también que durante el trabajo en comisión en el Concejo Deliberante “se escucharon a diversos sectores” y con esos aportes se pulió el texto para que pueda ser aplicable y no conlleve problemas de otro tipo.

“La modificación que nos surgió en Comisión es que hay frutas que por cuestiones de fragilidad, , como la frutilla, si necesita de algún tipo de envoltorio que permita su comercialización a lo largo del tiempo, que si las tenés a granel se reduce mucho”, precisó.

Lo cierto es que desde julio de 2022 no se podrán envolver en plásticos frutas y verduras que estén protegidas por su propia cáscara. “Empieza en julio para que el Municipio tenga plazo para concientizar e informar a comerciantes”, contó el concejal.

Me parece que es algo que va a generar un cambio a mediano o largo plazo, por lo menos se va a reducir un poquito la generación de residuos en algo que es completamente innecesario”, cerró Echevarría sobre la nueva ordenanza que se suma al camino que desde hace años recorre Neuquén para ser una ciudad, cada vez, más “verde”.

Francisco Baggio, subsecretario de Medioambiente y Protección Ciudadana, celebró esta nueva norma: “Hay embalajes innecesarios que uno consume habitualmente que bien podemos reemplazar”.

Pero también insistió que “es necesario un cambio de conducta, que la legislación acompañe, pero que paralelamente acompañe un cambio de conducta que haga que tengamos esa mirada un poco más empática con el medioambiente”.

Falta, claro que sí, pero por algo hay que empezar.


El “separap”, la campaña que reactivó el reciclado


Este año se relanzó la campaña de separación de residuos. (Foto: Florencia Salto)

Neuquén intentó comenzar con la separación de residuos hace seis años atrás, la campaña sorprendió a todos y rápidamente comenzó a caerse. Un poco porque no estaban dadas las condiciones para que realmente se reutilice el residuo reciclable, otro poco por la falta de interés de la sociedad y también por la poca difusión.
En todos estos años, cada tanto, resurgía el intento de consolidarla.

El último fue el que se dio este año con el lanzamiento del “separap”, un rap que te explica como funciona la separación de residuos en origen. Es muy simple: lo seco y limpio a un tacho que se saca los lunes y jueves a las 21. El resto, a otro, y se saca todos los otros días, menos el sábado.

Ese es el aporte que tienen que hacer la población para simplificar y revalorizar el trabajo que se hace en el Complejo Ambiental Neuquino (CAN), donde la cooperativa Las Emprendedoras termina de separar los residuos, los enfarda, los carga en camiones y los vende.

“En estos seis meses el resultado es óptimo, es positivo, es importante y ojalá podamos hacer aún mas”, resumió sobre la campaña Francisco “Pancho” Baggio, subsecretario de Medioambiente y Protección Ciudadana.

Y para ser gráfico sobre lo que significan los números de material reciclado, Baggio contó que una botellita de plástico pet pesa entre 15 a 30 gramos. Y señaló: “20 mil kilos es una montaña literal de botellas, que si no estuvieran ahí, estarían en el río, en la barda, diseminadas por todo el ambiente”.


Resistida pero necesaria: siete años de “bolsa cero”

Buscan eliminar los envoltorios plásticos innecesarios.

Desde 2011 se discutía la implementación de la prohibición de entregas de bolsas plásticas en los supermercados. Muchos protagonistas se resistían, con una multiplicidad de argumentos. En 2014, finalmente se aprobó, pero nadie creía que fuera a prosperar. Hoy es evidente como la ordenanza de “bolsa cero” cambió el paisaje de la ciudad.

Francisco “Pancho” Baggio, hoy Subsecretario de Medio Ambiente y Protección Ciudadana y en aquel entonces concejal y coautor de la ordenanza reflexionó: “El balance es altamente positivo. Finalmente, contra muchos pronósticos , la ordenanza prosperó y todos nos acostumbramos a llevar nuestra propia bolsa reutilizable”.

Contó que lo más difícil, pero hoy valedero fue “haber tenido que batallar contra la incredulidad de que esto iba a ser posible. Todos estaban en contra ninguno quería explorar esta posibilidad”.

Y sobre el éxito de la medida, que claro no fue inmediata, resumió: “Lo veo en el medioambiente, vos antes salías a la barda y veías en las jarillas bolsas enredadas, como si fuera el fruto o la flor de una jarilla. Eso no se ve más, y con el tiempo se resolvió”.

Es que, en una estimación sencilla, son 500 millones de bolsas menos que circularon estos años por Neuquén. En aquel entonces, uno de los principales supermercadistas de la ciudad, indicó que se consumían 10 millones de bolsas plásticas al año en sus comercios. Ese número extrapolado a siete años y el creciente número de comercios que hay desde hace algunos años en la ciudad indican un número abismal de plástico reducido.

En números

500 millones
de bolsas de plástico es la proyección aproximada de lo que se redujo en 7 años de vigencia de la ordenanza.

El próximo paso: procesar el plástico


Hoy Neuquén separa los materiales reciclables y los vende en fardos. Pero el próximo paso ya está planificado, e incluso comenzó a ejecutarse: la reutilización del plástico para construir elementos urbanos.
Francisco “Pancho” Baggio, subsecretario de Mediombiente y Protección Ciudadana, señaló que esperan concretar la planta de industrialización de plástico para mediados del año que viene.

“Ya se ha invertido en la planta de industrialización del plástico”, confió y aclaró que “todavía estamos en la etapa de adquisición de la planta, falta la construcción de la nave, pero ya hemos adquirido varios elementos que componen la planta así que yo espero que antes de mediados del año que viene esté funcionando”.


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