Poseídos por los demonios

Mar del Plata

William Faullner decía que un escritor debía estar poseído por los demonios (¿qué otra razón tendría para querer escribir?). Supongo entonces que quien escribe “como los dioses” debe estar poseído por el mismísimo Mefistófeles…

En este contexto, Mario Vargas Llosa cuenta en “El país”, la controvertida y trágica vida de Ezra Pound, quien de ser el paladín de la literatura moderna -corrigiendo, difundiendo y protegiendo los trabajos nada menos que de T. S. Eliot y James Joyce- se transformó de pronto en un acérrimo admirador de Hitler durante la segunda Guerra Mundial y terminó en un manicomio.

No pretendo resumir la excelente nota de Vargas Llosa, sino simplemente hacer notar la humildad y artesanía de un genial maestro que le narra una historia al lector sin dejar aflorar sus propias ideologías o creencias.

Esto contrasta con un estilo de escritura que se viene delineando claramente en un grupo emergente de periodistas “ideológicos” de nuestro país, que escriben atacando al lector, como si éste fuese su enemigo: por más geniales y galardonados que sean, sería bueno que tales señores pudiesen controlar a sus resentidos demonios internos y se limitasen a narrar los hechos, no las “realidades alternativas” que ellos inventan.

Leonardo Peusner

DNI 571.871


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