Preocupación ante reiteradas agresiones en el Hospital de Roca

Un hombre realizó un reclamo violentamente. rompiendo los cristales de la recepción del centro de salud

En la madrugada del martes, trabajadores del hospital Francisco López Lima sufrieron las agresiones de un hombre que ingresó a los gritos e insultos y terminó estallando el vidrio de la recepción a golpes. «La gente ya no tiene tanta paciencia y quienes trabajamos de guardia estamos continuamente expuestos a la agresión«, explicó Mauricio Meliman, jefe de enfermería del centro de salud roquense.

A principios de esta semana, hubo un caso de agresión por parte de un hombre que se acercó «molesto» y en estado de «exaltación», según el personal de guardia.

El motivo por el cual el agresor provocó los incidentes fue producto de la demora en un pedido de asistencia prehospitalaria que había solicitado horas antes. Es por esto que, al no enviarse en breve, se acercó a reclamar de forma violenta.

La solicitud de emergencia que requirió la persona no tuvo prioridad, respecto a otros llamados, por lo que fue puesto en una lista de espera debido a la saturación del servicio. Esta respuesta por parte del personal médico, generó la «exaltación» del paciente, quien luego comenzó a romper los vidrios de la guardia a los golpes.

Luego de estos incidentes, el personal de seguridad del hospital contuvo al agresor y llamó a los efectivos policiales para proceder a su detención. Se trasladó al hombre a la Comisaría 31 y fue liberado horas más tarde.

Una situación que preocupa

Los episodios violentos no son nada nuevo en el nosocomio local. Mauricio Meliman, quien desarrolla sus tareas de enfermería en el hospital hace cuatro años, considera que estos ataques se han vuelto cada vez más recurrentes en el último tiempo. «La violencia que recibimos los enfermeros van desde gritos o amenazas, hasta lo físico como golpes al personal. Sin contar las patadas que le pegan a las puertas y vidrios, que provocan roturas cotidianamente», describió el enfermero.

El procedimiento que han estado realizando desde la guardia asistencial es poner en conocimiento a las autoridades judiciales cada vez que se ven violentados. Con este registro de denuncias penales, los trabajadores de la salud pública buscan que estos hechos no queden aislados y exigen mayor seguridad. «Todos los días sufrimos del maltrato verbal para con la recepción y la enfermería, quienes somos el primer contacto que tiene la gente cuando va al hospital. Si bien los hechos de violencia física son menos durante la semana, son más recurrentes en los últimos meses«, sostuvo el enfermero.

La situación es preocupante. La dirección del hospital, jefes médicos y enfermeros, en conjunto con el comisario a cargo de la Unidad 21, comenzaron a reunirse con el objetivo de encontrar las medidas necesarias para mejorar la seguridad y garantizar la integridad física del personal de salud.

Uno de los problemas que inquieta a las autoridades del centro de salud es la intervención tardía de la policía a cargo de la seguridad. Si bien cuentan con un efectivo rondando el edificio, en el momento en que ocurren los episodios de violencia nunca se encuentran presentes.

En este sentido, desde el hospital roquense han solicitado que el personal policial esté adentro de la guardia las 24 horas. Además, expresaron mediante notas, la predisposición de brindarles lo que necesiten, desde el espacio físico como acceso a la cocina y a las oficinas, hasta los elementos necesarios para su seguridad sanitaria.

«Uno viene agotado de trabajar en este contexto sanitario tan difícil. Nos afecta mucho que, además, tengamos miedo a exponernos a experiencias violentas. La gente no entiende que nosotros no estamos adentro del servicio sentados, estamos muy atareados tratando de asistir a los pacientes«, argumentó el jefe de enfermería.

Entre las posibles medidas a tomar, se encuentra la propuesta de trasladar una cabina que actualmente se encuentra en el vacunatorio. Este habitáculo cuenta con calefacción, electricidad, mesa y silla, para que el efectivo policial pueda tener la mayor comodidad posible.

Aunque aún no está confirmada esta posibilidad, los trabajadores del hospital esperan una pronta confirmación por parte de las autoridades de la policía. «Ojalá la semana que viene tengamos una respuesta positiva a nuestro pedido. Nosotros queremos brindarle la mejor atención a todos, pero también queremos llegar sanos y salvos a nuestras casas, porque hay familia que nos espera con mucho miedo. No me gustaría que algún día pase algo grave porque, cuando suceda, nos vamos a lamentar mucho todos», culminó Meliman.


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