La importancia de la gestión de costos laborales

Todo indica que con la batería de leyes y decretos emitidos desde fines de 2017 hasta la fecha, se consolida el modelo impositivo que recae sobre los costos laborales.

El domingo pasado desde estas líneas, mencionábamos sobre el Decreto 633/18 de regímenes diferenciales de jubilación, que sumado a las implicancias de la Ley 27.430 de reforma tributaria, determinan lo que hoy, y en adelante, rige en materia de Seguridad Social para las empresas.

Ante este contexto, vale preguntarse qué tienen de cierto los anuncios que enfatizan sobre los nuevos impuestos con baja de costos laborales.

Recordemos que los principales cambios hasta aquí son: a) Modificación gradual de la alícuota de contribuciones de seguridad social; b) Reducción de la base de cálculo de contribuciones de seguridad social; c) Eliminación del cómputo del crédito fiscal en el IVA; d) Contribución del 2% para tareas diferenciales.

Por ello resulta conveniente analizar con un ejemplo práctico cómo impactan sobre la matriz de costos las novedades impositivas antes y después de la reforma tributaria.

En ese sentido, se propone la hipótesis del costo para una empresa cuya actividad principal son los servicios relacionados con la extracción del petróleo, por un empleado con un sueldo de $50.000. De acuerdo a lo que plantea la normativa la alícuota de contribuciones pasa del 17,5% en 2018 al 19,5% en 2022. A la vez, el cómputo de IVA como crédito fiscal se reduce del 5% en 2018 hasta 0% en 2022. Así, el monto final a pagar por en 2022 para un sueldo como el referido, será de $8.410, un 41% mayor a los $5.975 abonados al fisco antes de la reforma. Como se observa, en los próximos años se verá incrementada la presión fiscal sobre las empresas . La gestión de costos de mano de obra seguirá siendo todo un desafío.

Los anuncios insisten en que la reforma tributaria significa una merma en la carga impositiva. Sin embargo, los datos muestran un incremento.

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