Puro humo en torno al basural de Bariloche

Los nuevos barrios y las tomas rodean el basural, donde los incendios son moneda corriente, especialmente con las altas temperaturas de los últimos días. Los que viven en esa zona del Alto piden mayor control y hasta una relocalización.

El problema y las quejas son los mismos de hace 10, 15 o 20 años atrás. Los argumentos y las posibles soluciones que se enumeran “a corto, mediano y largo plazo” -e que incluso se asientan por escrito– también son los mismos. Sin embargo, aumentan las familias afectadas porque cada vez son más los barrios que crecen alrededor del basural.

Las quemas que en un principio afectaban solo los barrios Pilar I y Unión, ahora mortifica a los que viven en la toma 29 de Septiembre, en las 645 Viviendas y en Valle Azul.

La situación se agravó aun más las últimas semanas, con temperaturas que superan los 20 grados. Hubo días, incluso, en que el centro de la ciudad amaneció cubierto de humo.

Los referentes de las juntas vecinales del Alto concurrieron a la Defensoría del Pueblo de Bariloche ante los constantes incendios en el basural. La defensora Beatriz Oñate promovió un encuentro entre los dirigentes barriales y Eduardo Garza, subsecretario de Servicios del municipio, y Juan Pablo Ferrari, subsecretario de Políticas Sociales, que se hizo ayer al mediodía y se prolongó por casi dos horas.

“Es algo de todas las semanas y es sumamente tóxico. Vivimos tapados de humo. Así no se puede vivir. Mucha gente padece problemas respiratorios por esta situación pero todos se lavan las manos”, indicó Patricia Millalonco, de la toma 29 de Septiembre.

“Las diversas gestiones municipales tratan de tapar el colapso. Lo cierto es que estamos colapsados en materia de residuos”, dijo uno de los asistentes al encuentro.

Si bien ya terminó la temporada de quemas programadas, Ferrari admitió que constantemente “surgen incendios intencionales y hoy, muchos son naturales producto del metano debajo del vertedero”.

“El trasfondo es cultural porque la gente tira aerosoles, productos químicos o garrafas vencidas. Para llevarse el cobre, hay quienes queman la goma de los cables y así también se producen incendios. Pero además, se puso un cerco y no duró nada. La Policía hizo patrullajes y como no querían, hubo apuñalados. En el control de ingreso, hay peleas constantes de quienes quieren ingresar”, indicó Ferrari.

“El vertedero no sólo está muy a mano sino que además está colapsado. Su traslado debería ser un tema prioritario”.

Liliana Rocha vive en el barrio Pilar I y padece las consecuencias.

Durante el encuentro, desde el municipio plantearon que hay tratativas con una empresa europea para que a partir de febrero, se haga cargo de la operatoria del basural.

Garza, el responsable de Servicios del municipio, relató que tiempo atrás recorrió un vertedero regional en las Sierras de Calamuchita que recibe los residuos de los 20 municipios más cercanos que equivalen a 140.000 habitantes.

“No hay moscas. La basura sale empaquetada en fardos y 13 personas manejan todo. Acá hay que arrancar de cero. La ARB tiene un ingreso fijo que sale del bolsillo de todos”, argumentó Garza.

Datos

“El vertedero no sólo está muy a mano sino que además está colapsado. Su traslado debería ser un tema prioritario”.

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