Qué piensa Arabela Carreras, gobernadora electa de Río Negro

Una semana después del triunfo de Juntos en las elecciones provinciales, habló con Río Negro. En mayo, comenzará el diálogo con los actuales ministros pero no quiere hablar aún de su gabinete.

Foto Alfredo Leiva

Se cuida de cualquier definición política pública.

“Ya estamos caminando”, cuenta la gobernadora electa, Arabela Carreras. “En mayo -agrega- comenzaré a reunirme con los ministros actuales”.

Sí muestra firmeza para reafirmar su poder. “Nunca tuve problemas para tomar decisiones, ni con el liderazgo. Alberto (Weretilneck) es muy respetuoso y me conoce. Sabe que tengo una personalidad y convicciones fuertes. Sabe que me gusta escuchar, dialogar y compartir, pero cuando tengo que decidir, decido y no me llevan para donde no quiero ir”, dice.

Tampoco hay dudas en su postura sobre la igualdad de género. Advierte, tras la elección, referencias “sexistas”. Asegura que hay inquietudes que a un hombre “no se le plantearían” y se pregunta “por qué pasa a ser importante con una mujer”.

Desde diciembre, Carreras conducirá la provincia de Río Negro. En febrero, su nombre sorprendió a muchos cuando Weretilneck la incluyó como compañera de fórmula y, a fines de marzo, pasó al primer lugar cuando la Corte inhabilitó al gobernador. Ganó, hace una semana, con el 52% de los votos.

Esa fulminante proyección resultó de avatares políticos, pero también del empeño y la visión de la futura mandataria. Ella admite no “diseñar una trayectoria” sino que “va viendo el proceso por el trabajo, equipo y resultados”.

P-¿Y cuando advirtió que podría darse este progreso?

R-Es un proceso interno cuando adquiero certeza o seguridad de mi capacidad, a partir del recorrido y aprendizaje. Es personal y se hace evidente por la claridad con la que voy tomando decisiones, propongo caminos y soy parte de acciones importantes. Pero la llegada es colectiva.

P-¿Y la propuesta de vice de Weretilneck?

R-Lo intuía de mucho antes. No lo había hablado, pero se daban una serie de factores.

P-¿La gobernación también?

R-Sí, aunque se habló recién 22 de marzo (fallo de la Corte). Pero era el reemplazo natural aunque me ofrecí para cualquier escenario. Con Alberto, era una fórmula que nos complementábamos, pues hay mucha confianza mutua. Existieron dos cuestiones: estaba dispuesta y era una mala señal para la igualdad de género si me reemplazaran por un hombre.

P-Dice que la “llegada es colectiva”, pero la gobernadora será usted…

R-Sí… Y nunca he tenido problemas para tomar decisiones, ni con el liderazgo, aunque tenga una forma inusual para los tradicionales ámbitos masculinos. Alberto es igual. Escuchar mucho para tomar decisiones informadas. Pero no tengo problema con ejercer la autoridad. Sé obedecer y también mandar.

P-Reemplazará a un gobernador de fuerte liderazgo y además es la primera mujer que llega al máximo cargo provincial. ¿Existe una combinación de riesgos y prejuicios?

R-No veo riesgos. Alberto es muy respetuoso y conoce que tengo personalidad y convicciones fuertes. Sabe que me gusta escuchar, dialogar y compartir pero cuando tengo que decidir, decido y no me llevan para donde no quiero ir.

P-¿Hay prejuicios por su condición?

R-Esta mañana, una periodista me preguntó, sorprendida, por qué no tenía hijos. Me quedé callada. Ella misma después advirtió que no se lo preguntaría a un hombre. Y le dije que, definitivamente, esa pregunta es sexista. Y era una mujer…

P-¿Otro prejuicio puede ser su experiencia o preparación?

R-Sí. También me preguntaron si estaba preparada, aludiendo que era licenciada en Letras. Eso no se cuestiona en un líder masculino, entonces ¿por qué pasa a ser importante con una mujer? Es irrelevante. En un gobernador se evalúan otras cuestiones, y no un título, sino estaría en los requisitos constitucionales.

P-¿Se fijó plazos para definir nombres y gabinete?

R-No. Hay gente pensando y estoy identificando capacidades técnicas. No quiero dar definiciones. Estamos empezando a caminar. Comenzaré en mayo a sentarme con cada ministerio para evaluar qué se pudo hacer y cómo está la cosa. Luego voy a retomar los recorridos. Primero por los contenidos y después los nombres. En el actual equipo tengo mucha confianza.

P-¿Pero, este gabinete en diciembre se queda sin mujeres?

R-Niñez tiene la conducción de una mujer. Existirá igualdad de oportunidades en los perfiles. Habrá mujeres, pero no necesariamente significa que mujeres reemplazarán a mujeres. Se definirán los perfiles, con la salvedad de que mi mirada no es masculinizante.

P-Plantea un evaluación muy positiva de las áreas ¿Será difícil superar entonces la gestión de Weretilneck?

R-No pretendo superarlo… Quiero mantener un Estado ordenado, brindando servicios y sumar a una provincia en desarrollo. Así, lo vio el 52% de la población también.

P-Carreras en la gobernación y Weretilneck en el partido. ¿Es el esquema?

R-Cuando hay confianza, paso a paso, vamos adaptarnos a los roles. Esa es una posibilidad perfecta, pero imagino a Alberto con una mirada de largo plazo, un plan de provincia, ya que la cotidianidad no permite planificar. Tiene una capacidad extraordinaria, acercando propuestas, para que después la gestión acompañe con medidas.

P-¿Y un lugar para Weretilneck en el Senado?

Hay que preguntarle a él. Sí estaría bueno tener legisladores de Juntos en el Congreso.


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