Quiénes son y qué proponen los candidatos a defensor del Pueblo de Bariloche

En una audiencia pública realizada el miércoles, las autoridades pudieron escuchar las ideas de los que se anotaron para intentar ocupar ese cargo. Muchas ideas, poco debate y algunos desconocimientos.

Los aspirantes a ejercer la Defensoría del Pueblo municipal de Bariloche en el período 2021-2025 tienen claro que ese organismo creado hace doce años es ante todo un espacio de escucha y contención, de facilitación de trámites y reclamos y de promoción de derechos.

Pero más allá de ese rasgo común, también exhibieron perfiles y énfasis propios para subrayar cuáles son las desigualdades a resolver, que van desde las dificultades de acceso a la conectividad digital (acentuada durante la pandemia) hasta el maltrato que padecen los usuarios del transporte o las personas o los problemas de accesibilidad para las personas discapacitadas.

El proceso de elección del nuevo defensor del Pueblo entró en la recta final a partir de la audiencia pública realizada el miércoles en el gimnasio municipal 3. La exposición de los 14 candidatos y el posterior espacio para las preguntas se extendió durante más de tres horas.

El saldo fue poco esclarecedor y los concejales (que deben elegir a uno de ellos y designarlo antes del 15 de mayo) tienen por delante una tarea ardua, ya que deben alcanzar una mayoría de ocho votos sobre once para que el cargo no quede vacante.

Algunos postulantes sorprendieron con propuestas de carácter ejecutivo y algo alejadas del cometido de un defensor, como Violeta Gallardo, quien se presentó como marina mercante, paramédica y criminóloga y dijo que su proyecto excluyente será el soterramiento de los cables en toda la ciudad.

La audiencia pública en la que los candidatos expusieron se llevó adelante el viernes en el gimnasio municipal 3. Foto: Chino Leiva

Varios dijeron que la sede en la céntrica de la calle Quaglia es inaccesible para muchos barilochenses y se comprometieron a rehabilitar la Defensoría itinerante, que giraba por los barrios y que fue suspendida durante la pandemia. Pero uno de ellos, Hugo Orsili, fue más allá. Propuso generar la “delegación Sur”, como un anexo permanente, y sostenerlo con una reducción del gasto en empleados políticos. En la actualidad la Defensoría tiene 15 contratos políticos y Orsili dijo que podría funcionar “con cinco o seis”.

Alguno de sus competidores mencionaron el tema solo al pasar pero ninguno profundizó.

La actual Defensora, Beatriz Oñate, aspira a la reelección y es una de las seis postulantes con título de abogado. Orsili la criticó por la pretensión de quedarse ocho años en el cargo. Admitió que no está prohibido, pero sostuvo que “la Defensoría crece cuando se renueva”.

Equidistancia

Fuera de ese comentario no hubo otros cruces entre los candidatos y tampoco posicionamientos políticos, aunque algunos tienen antecedentes de militancia explícita, como Carlos Sacchi (dirigente del ARI) y Celeste Ratto, excandidata a diputada por el Frente para la Victoria.

Mostrar sin rodeos esos antecedentes podría jugarles en contra a la hora de la elección, ya que necesariamente necesitan el apoyo de varios bloques en el Concejo.

Algunos de los postulantes admitieron su escasa antigüedad como habitantes de Bariloche, entre ellos Sebastián Scheimberg, que es economista “con posgrado en servicios públicos” y fue delegado local del Enargas entre 2018 y 2020. Subrayó como problemas a resolver “la falta de conectividad, que agranda las diferencias sociales”, el servicio eléctrico “caro y malo” y los conflictos de tierras.

La Defensoría del Pueblo municipal fue creada durante la última reforma de la Carta Orgánica (en 2007). Foto: Chino Leiva

Celeste Ratto, doctora en Ciencia Política, investigadora del Conicet y coordinadora del Centro de Estudios Patagonia, desarrolló una de las presentaciones más elocuentes. Reconoció que “los derechos a veces son letra muerta” y la Defensoría “es un canal por excelencia, la herramienta de la democracia” para hacerlos valer.

Señaló que es un ámbito para escuchar lo que tienen para decir los ciudadanos en los cuatro años que van desde una elección y otra. Dijo que el Defensor debe “trabajar en las conflictividades y transformarlas en diálogo” y que el principal desafío “es la cercanía”. Propuso trabajar en la promoción de derechos “porque en muchos casos no se conocen” y crear un observatorio para tener datos precisos sobre lo que pasa en los barrios.

La Defensoría del Pueblo municipal fue creada durante la última reforma de la Carta Orgánica (en 2007) y le costó mucho encontrar su rol.

Alfredo Chaves, otro de los candidatos, buscó sacarla de esa medianía y dijo que debe ocuparse de “la fiscalización de la acción del Estado y sus administradores”, sin ser “neutrales”.

Sobre el cerro Catedral no hubo una sola referencia, sobre el tránsito tampoco. Foto: Chino Leiva

Mencionó entre sus prioridades la llegada de la salud a los barrios, “el acceso al trabajo digno” a la vivienda y al hábitat, y la aplicación de “tributos acordes a la realidad económica de cada familia”. Chavas fue detenido desaparecido en los años 70 y tiene una larga militancia en derechos humanos.

Una de las ponencias más singulares fue la de Emiliano Guinea. “Soy chef pero soy mucho más que eso, soy cultura, soy deporte, soy ciudadano”, se presentó. Señaló la carencia de servicios básicos en los barrios y la falta de frecuencias en el transporte como algunos de los temas a atender. También propuso “zambullirse” en la tarea de la Asociación de Recicladores.

Sonia Gutkin, abogada previsional con un máster en políticas públicas, dijo que quiere gestionar la Defensoría “desde lo simple y lo concreto”, también propuso crear un observatorio para detectar y seguir los principales problemas y “acompañar el crecimiento de la ciudad para hacerle la vida más fácil a los ciudadanos”.

También abogada, y además especialista en derecho ambiental y docente de la UNRN, Analía Woloschuk, habló de priorizar “a la niñez, las personas ancianas y las personas con discapacidad”, con el foco puesto en combatir “las desigualdades que atraviesa la ciudad”.

Foto: Chino Leiva

Juan Bellocq (otro abogado), se detuvo en sus antecedentes como emprendedor social y asesoramientos gratuitos. Fue también delegado de Anses. Dijo que la Defensoría debe escuchar, sin descuidar su rol “estratégico” para diagnosticar los problemas de la ciudad.

Ingrid Kuster, también con paso previo por la Defensoría como asesora letrada y mediadora, contó casos particulares en los que lograron saldar conflictos de convivencia y agresiones de género. Propuso acercar el organismo a los barilochenses, “para que sepan que ante la necesidad pueden recurrir”.

Otros de los candidatos es Juan Inza, quien dijo que se presentaba por fidelidad a su “vocación”. Es abogado del parque nacional Nahuel Huapi, con un paso previo por la Justicia Federal, resaltó la importancia de la mediación comunitaria y de tender puentes “con expertos de diferentes temáticas”.

Foto: Chino Leiva

Algunos pusieron el acento en cuestiones de alta sensibilidad como los perros en la calle, los espacios verdes, la salud, el acceso a las costas y la basura. Oñate, por ejemplo, abogó por “poner el tema del ambiente en agenda” y trabajar “en soluciones a largo plazo para la basura, con separación en origen y el impulso de estudios” para definir un proyecto viable. Sacchi, a su turno, destacó la importancia de “cerrar la grieta social”.

Pero sobre el cerro Catedral no hubo una sola referencia, sobre el tránsito tampoco.

En general los diagnósticos no profundizaron en soluciones concretas y dejaron la sensación de que la Defensoría, tal como la conciben el grueso de los candidatos, es una herramienta de acompañamiento, de intermediación, y no mucho más.

Scheimberg dijo que con el transporte hace falta “interprelar a las autoridades para que encuentren una solución” y fue de lo más concreto que se escuchó en la audiencia. Teresita Méndez afirmó que la función de la Defensoría, en cierta forma, puede considerarse “redundante en democracia” y Hugo Orsili, candidato por tercera vez y ex trabajador de la Defensoría, reconoció con franqueza que “las personas no se llevan una solución muchas veces, pero son escuchadas. Y eso lo agradecen muchísimo”.

Teresita Méndez propuso “prestar atención al acceso a la información, pública, el transporte urbano y la legislación laboral ajustada a la ley en el ámbito público”.

Foto: Chino Leiva


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