Racing se durmió y lo despertó una pesadilla

Sin jugar bien Racing lo ganaba, pero de a poco se fue quedando dormido y cuando despertó,s e encontró con la peor pesadilla: Arsenal era dueño de la pelota y el juego, y en el minuto final, también del partido.

Racing, tuvo un pobre desempeño, nunca pudo desplegar su juego, fue mezquino y lo pagó con una derrota agónica y dramática en el final del partido. Durante 88 minutos de juego, la única diferencia que tuvo Racing frente a su rival fue haber aprovechado al máximo las pocas jugadas de peligro con las que contó para desnivelar el marcador, puesto que el equipo local era el dominador de las acciones. Arsenal intentaba lastimar a partir del buen trato de balón y de las jugadas pergeñadas por sus hombres más dúctiles con la pelota. De esa forma llegó el empate de Ortiz.

En el complemento, Racing aprovechó la primera que tuvo, y a los cinco minutos tras un centro de Bergessio, el pequeño Moralez le dio de volea y sobrepique para clavarla al lado del palo de Cuenca. El partido se mantuvo abierto hasta el final, con un Arsenal volcado al ataque y un Racing que se defendió. El mediocre desafío de dedicarse sólo a aguantar el resultado fue mucho para Racing, que pagó de manera insólita, al perder en las postrimerías del juego.

A tres minutos del final, Obolo estableció el 2-2 parcial y sobre la hora, cuando el juego se terminaba, apareció Caffa para aprovechar un rebote luego de un corner y clavar un derechazo al ángulo del arco que defendía Campagnuolo.


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