Reclaman “soluciones urgentes” para la crisis habitacional de Bariloche

Organizaciones sociales que integran la Mesa de Tierras piden respuestas al municipio. Dicen que el Estado tiene terrenos que podría subdividir y adjudicar de manera ordenada. Las ocupaciones crecen.

Una decena de organizaciones que forman parte de la Mesa de Tierras de Bariloche reclamaron al gobierno municipal que ponga en marcha con urgencia una “planificación participativa” para resolver la demanda habitacional.

 La multiplicación de tomas de tierra y los reclamos constantes de personas que no tienen manera de comprar un terreno ni pagar un alquiler fue la motivación principal del pronunciamiento público que difundieron hoy el Observatorio del Derecho a la Ciudad, la CTA de los Trabajadores, el Frente Barrial Bariloche, la Federación de Tierra y Vivienda, la junta vecinal Villa Llanquihue, la Fundación Gente Nueva, referentes del Centro de Estudios Cietes y de barrios como Nueva Jamaica, Valle Azul y Manzana Hueney.

Erica Brandt, integrante del Observatorio, dijo que la falta de respuestas tiene “un arrastre de años y no es solo de este gobierno”, señaló que el acceso a la tierra “es un derecho” que está siendo soslayado por el Estado y dijo que en las tomas “hay gente que necesita respuesta urgente”.

La Mesa de Tierras señaló en el documento que el municipio tiene tierras fiscales que podrían empezar a «subdividirse y adjudicar de forma ordenada” y aseguró que el secretario de Ambiente y Desarrollo Urbano, Pablo Bullaude, “ha manifestado en comisiones (del Concejo) la existencia de más de mil predios fiscales”, que el municipio podría emplear  con ese propósito.

Subrayaron también que el Instituto de Tierras, “no ha puesto en práctica nada relacionado con el Registro Nacional de Barrios Populares”, que incluye a 28 barrios de Bariloche, ya censados, donde viven más de 3.000 familias.

Le pidieron iniciativa al gobierno del intendente Gennuso para generar “un acuerdo político” para dar respuestas a todas la demandas relacionadas con la tierra, la vivienda “y el hábitat digno”.

Uno de los participantes de la toma que creció en los últimos días en el ingreso al barrio 2 de Abril, Sebastián Miranda, dijo que la necesidad no les dejó otra salida, porque “un terreno cuesta un millón y medio de pesos como mínimo” y tampoco pueden pagar un alquiler. En su caso, decidió sumarse a la toma con su familia luego de acumular cuatro meses de deuda.

El arquitecto Norberto Rodríguez, también integrante del Observatorio, dijo que “el argumento de que el municipio no tiene tierras siempre fue una mentira” y a su juicio “lo que falta es decisión política”.

 Insistió en que “es desesperante escuchar los testimonios” de la gente que no tiene alternativa y se vuelca a las ocupaciones.

 A su juicio, el municipio “sólo tiene una preocupación por la estética, por embellecer la calle Mitre o hacer jardincitos en el ingreso a la ciudad, pero no están pensando en resolver la crisis de tierras”.


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