Dicen que la calefacción de la cárcel de Senillosa ya funciona bien

El gobierno provincial sostuvo ayer que los problemas de calefacción en la cárcel de Senillosa están solucionados para que la población carcelaria no pase frío en este invierno, en tanto se indicó que están en vías de reparación las calderas que no funcionan.

“Si alguien dijo que no funcionó (el sistema de calefacción), faltó a la verdad, lo que pasaba era que no había buena recirculación de agua que distribuye el agua caliente por el sistema”, sostuvo Gustavo Pereyra, subsecretario de Seguridad de la provincia.

El funcionario destacó que se adicionaron 4 bombas de impulsión a la caldera en funcionamiento “para mejorar el recorrido del agua caliente; y hoy entramos en un mejor régimen de temperaturas que rondan los 16 ó 17 grados”, planteó.

En el recurso planteado ante la justicia federal en favor de la población carcelaria se destacó que de las 3 calderas, sólo 1 prendía y que era insuficiente para templar los pabellones.

La fiscalía federal y la procuración penitenciaria presentaron un hábeas corpus por la falta de calefacción en los sectores habilitados para los 400 internos (módulo 1 y 2).

En la audiencia judicial del viernes presidida por el juez federal Gustavo Villanueva, defensores, fiscales, la procuración, el ministro Mariano Gaido y el ministro de Gobierno, Juan Pablo Prezzoli intentaron zanjar el problema del frío en la cárcel de Senillosa.

Los representantes del Ejecutivo acordaron la contratación de cañones de aire caliente para mejorar el sistema en funcionamiento. Y a esto se sumó una provisión más de frazadas.

Villanueva ordenó el miércoles al ministerio que conduce Gaido la reparación del sistema de calderas “con la mayor celeridad posible” por considerar que el cuadro que se observó en el penal “agrava las condiciones de detención de la totalidad de las personas alojadas habida cuenta que no se cumple con los estándares mínimos para tener presos a cargo del Estado”.

Entre otras consideraciones legales, recordó la “necesaria obligación del Estado de brindar condiciones carcelarias dignas y evitar que el encierro se convierta en una pena cruel, inhumana o degradante”.

Pereyra indicó que desde el gobierno “hemos ayudado con mayor agilidad mientras se ponían las bombas de recirculación, que mantiene la temperatura en condiciones aptas para que estén los internos”.

Insistió que “eran tres calderas para todo el complejo y sólo hay 404 internos ” en un complejo preparado para más de 600.

“Se brindaron medidas alternativas y el problema está subsanado. El compromiso fue ante el juez. Insistiremos si no cumplen”.

Ximena García Spitzer, procuradora penitenciaria de la Nación.

Para pasar el invierno