«Réquiem para un viejo bombero»

El pasado 5 de agosto, la comunidad cipoleña perdió a un caracterizado vecino: don Néstor Hipólito Mazzuchelli, el primer bombero voluntario que tuvo la ciudad. Para ubicarnos temporalmente, debemos remontarnos al año 54, cuando la Asociación de Bomberos Voluntarios de Cipolletti le imprimía carácter formal a su existencia y se formaba el primer cuerpo activo de bomberos de la localidad al mando del oficial Raúl Etchegaray.

Fueron comienzos en que escaseaban los recursos pero sobraba vocación de servicio para pelearle, la mayoría de las veces en inferioridad de condiciones, a la adversidad que generaban el destino o la desaprensión humana. El «Mazzu» tomó a los Bomberos como una extensión de su propio ser, en un vínculo indisoluble que se prolongó hasta el final de sus días.

Honradez, contracción al trabajo, solidaridad fueron, entre otras, virtudes destacadas que signaron su perfil moral, ganándose el reconocimiento y el respeto por una trayectoria cívica intachable.

La conmovedora despedida que le tributaron sus pares en el adiós postrero puso de manifiesto la fuerte impronta que dejó su paso por la vida terrena; ahora más que nunca toda referencia a la historia de los Bomberos Voluntarios de Cipolletti tendrá el imperativo de la mención a su figura.

Vecino cipoleño: cuando un día de éstos escuche el ulular de la sirena y observe el raudo paso de nuestros bomberos, dé por seguro que el espíritu inquieto del «Mazzu», manejando el vetusto «Canadiense», también acudirá al llamado dispuesto una vez más como en los viejos tiempos a brindarse con arrojo y desinterés por la vida y los bienes de los demás.

José Alberto Quiñones, DNI 12.629.646 – Cipolletti


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