Reviví todo lo que se dijo en la conferencia «Ciudades del futuro»: tendencias y utopías

Los arquitectos Vicente Guallart, desde Barcelona y Gabriela Alvarez desde Neuquén y el politólogo Lucas Jolias desde Bahia Blanca anticipan tendencias sobre la ciudad que emerge.

“Las ciudades cambiaban a medida que cambiaba su estructura física, sus materiales o su medios de transporte. El gran cambio que están atravesando las ciudades hoy no viene de su estructura sino de lo inmaterial: tanto el código como los algoritmos están cambiando nuestra percepción de la ciudad, así como la utilidad de su organización material. La ciudad se modifica a medida que se generaban cambios de estructura, mientras que ahora no es necesario que eso suceda para tener una vivencia completamente distinta de nuestras ciudades. El hecho que los algoritmos comienzan a mediar nuestra experiencia de la ciudad, genera algunas tensiones que deberán ser afrontadas en el corto plazo”.

Este fue el planteo de Lucas Jolias, politólogo, uno los conferencistas que ayer participaron en el streeming titulado “Ciudades del futuro”, organizado por editorial “Río Negro” y que contó el con el apoyo de Pan American Energy y Legislatura de Neuquén.

Los otros dos panelistas, los arquitectos Vicente Guallart desde Barcelona y Gabriela Álvarez de Neuquén capital, también supieron amalgamar con sus conocimientos una visión de la ciudad que hoy está emergiendo, en tiempos de Covid 19.


Lucas Jolias, especialistas en ciudades inteligentes, en un momento de su intervención en la conferencia en vivo «Ciudades del futuro», organizado por «Río Negro».

“El software también se está comiendo otros aspectos de nuestra vida cotidiana, algunos de manera imperceptible a nuestros ojos, como por ejemplo las ciudades. La ciudad en la que hemos nacido no es física o estructuralmente muy diferente a la de hoy. Es cierto que se han expandido, existen nuevos edificios, rutas, calles o plazas, pero en términos generales los elementos que la componen siguen siendo los mismos que hace 50 años. Sin embargo, la ciudad actual, o mejor dicho, nuestra experiencia de la ciudad, está cambiando radicalmente gracias al software: vivimos en ciudades de algoritmos”, dijo en una parte de su exposición.

Y esto recién comienza. La confluencia de Internet de las Cosas, Big Data y el desarrollo de  nuevas aplicaciones y servicios producirán impactos más profundos en los años venideros, tanto en la ciudad física como en nuestra experiencia en ella.

Pan American Energy y Legislatura de Neuquén apoyaron el evento en vivo que organizó editorial «Río Negro»

“Internet de las Cosas implica que los objetos comienzan a estar conectados a internet, a interactuar y transmitir información, se transforman en objetos sociales, por lo que el espacio físico comienza a ser afectado por códigos. Pero existe otra manera de cómo internet está transformando el espacio, una segunda interpretación de Internet de las Cosas, que permite darle un nuevo sentido social a las estructuras físicas de una ciudad. No inventamos nuevos medios de transporte, sino que usamos los viejos de una nueva forma (Uber), del mismo modo en que no surgieron nuevos edificios para alojar turistas sino que usamos la vieja estructura con un nuevo sentido (AirB&B). Internet de las Cosas es también eso: viejas estructuras generan un nuevo valor gracias al rediseño de Internet”, afirmó Jolias.


Gabriela Alvarez, arquitecta y docente de la UNCo. El tejido social, uno de los ejes de su exposición.

Quedó claro de su exposición que las grandes transformaciones de la nueva “ciudad inteligente” están siendo producidas de manera ascendente, emergen de procesos socio-económicos a escala global, y no por una política pública específica. Es más, en muchos casos estos cambios entran en contradicción directa con el orden actual de las ciudades.

En este punto, la arquitecta neuquina Gabriela Alvarez fue más que enfática en afirmar que en toda creación del futuro deben participar los Estados locales, provinciales y nacional.

Las reflexiones y consideraciones de la profesional giraron entorno al eje “pensar la ciudad futura: pensar la ciudad existente”.

“Las ciudades del Valle son parte de un proceso de un poco más de un siglo de vida. Se crearon con una escala pequeña, sostenible, amigable con el soporte natural. Se proyectaron y ejecutaron obras de infraestructura para riego, cultivos: extensas zonas productivas generadoras de alimentos. Luego en pocas décadas a raíz de aparición de nuevas fuentes de desarrollo, hidroeléctrico, gasífero, hidrocarburífero, crecieron aceleradamente, sin planificación: Una trama infinita …. Después de un siglo, aparecen rasgos de no sostenibilidad: contaminación del agua, del aire, del suelo. Pérdida de áreas de cultivo para urbanizaciones. Grandes grupos pobres sin acceso a beneficios de la ciudad, periferias pobres. Las ciudades del valle, en un siglo, toman escala metropolitana, ya hay que pensarlas en esa unidad mayor”, sostuvo.

Por ello es que propuso que hay que pensar sobre la ciudad existente, bajo un nuevo paradigma “sostenibilidad ambiental”.

“Comencemos a co-construir ciudades sostenibles, somos jóvenes, queda mucho por hacer, el legado a las generaciones futuras de un hábitat digno es nuestra responsabilidad, somos actores principales.

La pandemia nos interpeló a tomar posición”, dijo sobre el final de su intervención.

Por su parte, el multipremiado español Vicente Guallard, el arquitecto del momento en el mundo, profundizó los criterios, aspectos y perspectivas de su proyecto ganador en China, meses atrás, pensado y proyectado para ser ejecutado en los próximos meses como la primera ciudad post Covid del mund


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