River goleó a Central Córdoba y es campeón de la Copa Argentina: mirá los goles

Enzo Pérez contra Gervasio Núñez. Fotos: Marcelo Ruiz.

Puede ganar, como anoche o como contra Boca las últimas veces que lo enfrentó. Puede perder, como le pasó con Flamengo en la final de la Libertadores. Pero la sensación es que cuando River juega bien es muy difícil que le vaya mal. Eso pasa desde que Marcelo Gallardo es su entrenador y ayer se plasmó en el 3-0 de la final de la Copa Argentina ante Central Córdoba de Santiago del Estero.

Ayer el partido estuvo bárbaro para los neutrales en la primera media hora, porque los dos equipos tuvieron opciones y fueron para adelante con sus armas. Desde un comienzo Ignacio Scocco se mostró fino y le dio más argumentos a quienes piensan que es un delantero distinto.

Del otro lado, Franco Armani fue esencial otra vez. Le patearon de afuera (Gervasio Núñez) o a quemarropa (Jonatan Herrera), pero el arquero apareció como en cada conquista importante desde que llegó allá en el amanecer de 2018.

No faltó la polémica cuando Javier Pinola tocó en el área a Herrera y este se desplomó, pero el árbitro Facundo Tello Figueroa consideró que el contacto no había existido o que no era suficiente para sancionar la pena máxima.
River había tenido las suyas y el Ruso Rodríguez extendió su buen semestre con un par de atajadas importantes que mantuvieron el empate en cero.

El tono del partido cambió a los 33 cuando Scocco hizo un movimiento de ballet para llevarse la pelota y, tras la tapada del arquero rival, metió el 1-0 de rebote.

Central Córdoba sintió el golpe y tambaleó hasta el final del primer tiempo. En el complemento, el conjunto de Gustavo Coleoni se aproximó pero la inestabilidad del Millo se debió exclusivamente a que la diferencia era de apenas un gol. Scocco había avisado con un anticipo en el primer palo que no entró de milagro, pero en cuanto conectaron con el otro Nacho (Fernández) el volante ex Gimnasia empezó a liquidar el partido a los 22 minutos del segundo tiempo.

De ahí en más hubo un equipo que se floreó y otro que hizo lo que pudo. El ingresado Julián Álvarez aprovechó otra enorme jugada colectiva para ampliar la diferencia y establecer el definitivo 3 a 0 sobre los 26’.

Hubo tiempo para las ovaciones a Enzo Pérez, a Leonardo Ponzio que ingresó por él, y a Exequiel Palacios, que dejará el club y será vendido al Bayern Leverkusen en una cifra millonaria.

El undécimo título de la era Gallardo en River es el segundo del año tras la Recopa Sudamericana que le ganó a Paranense. En la Libertadores perdió la final por esas cosas del fútbol y en la Superliga está un par de puntos abajo de los líderes con un partido menos. Más allá de los números, el año futbolístico de River es difícil de mejorar, porque se consolida como el equipo que mejor juega en cada torneo que compite.


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