“¿Roca verde?, se puede”

Para demostrarlo va lo ya logrado por Rafaela, ciudad del centro-oeste de la provincia de Santa Fe, de características similares a General Roca. Esta ciudad se embarcó desde hace sólo diez (10) años en un modelo de producción y consumo sustentable. Con un plan que comenzó entonces, la “separación domiciliaria” ya recupera el 20% de los residuos. El 80% que queda es procesado y convertido en materia prima. Con los restos de poda y escombros se obtiene granza para la construcción; con los neumáticos triturados, gravilla para el asfalto, y con las botellas PET muebles y juegos para exteriores y plazas. En el 2003, en un predio de 33 hectáreas se realizaba el relleno sanitario. Fue reemplazado –en el 2008– por una estación de residuos clasificados, donde se hace la selección y recuperación de la basura. En el Parque Tecnológico de Reciclado, 30 empresas revalorizan los desechos. Ahora son siete los emprendimientos privados que se dedican al acopio de aceite vegetal usado, a la valorización de residuos de poda y patio, hay un centro de tratamiento de residuos especiales, uno para los de la construcción, otro para tratar envases agroquímicos y otro para transformar orgánicos en bogas y compostaje. Completa el cuadro una planta para tratamiento de aceites minerales y neumáticos. Todo esto se logró con un programa enfocado en gestión de los residuos sólidos, energías renovables, biodiversidad, movilidad sustentable, educación ambiental y economía verde. Con el aceite usado, se alimenta con biodiésel el transporte urbano. Otra base de la campaña fue que todo es renovable. Otro detalle: la ciudad va siendo recorrida por contenedores móviles estacionados periódicamente para “residuos especiales” (electrónicos, etc). El municipio creó la figura de “promotor/a ambiental” que, con capacitación previa, recorre la ciudad y lugares, extendiéndose a la función de meros inspectores que aplican multas. Además concientizan. Los semáforos y la iluminación son LED, con paneles FV. ¡Qué ahorro de energía! Unos 50 jóvenes, de 15 a 17 años, de barrios humildes que abandonaron el colegio, fueron capacitados y pasaron al trabajo formal en la Planta de Clasificación y Reciclado. Crearon “empleos verdes”. La firma “Bioenergy” devuelve al municipio 20.000 litros (una cisterna) de aceite usado cada tres meses convertido en biodiésel. Con el apoyo del INTA, la comuna produce especies arbóreas autóctonas y foresta la ciudad y aledaños y además cubre los costos con la venta de revivales. Todos estos muy resumidos datos fueron tomados del libro “Historias de mi país”, del autor M. Jaureguy. Demuestran a mi juicio que se puede (está hecho), que no se necesitan enormes inversiones; las pueden hacer los privados si se les dan las condiciones, si se genera desde el municipio un “plan verde” proyectado en el tiempo y con sustentabilidad no sólo ecológica sino también económica, o sea, que logre rentabilidad. Para ello deben convencerse de que la basura no es un desperdicio sino un recurso. Más que inversiones se requiere imaginación y conocimientos que permitan generar un programa que continúe a través de los cambios políticos de la gestión. Y convencerse de que un “plan verde” es fundamental, porque “verde es vida”. “Querer es poder” nos enseñó el Dr. Carlos Soria cuando nos condujo a recuperar la confianza en nosotros mismos, los roquenses. General Roca: ¿por qué no intentarlo? Carlos López DNI 4.820.317 Asociación Ecológica de General Roca

Carlos López DNI 4.820.317 Asociación Ecológica de General Roca