Rondaluna cierra etapa y busca un cambio
El trío Rondaluna siembra su música de raíz folclórica desde la Patagonia neuquina. El sábado ofrecerá las canciones de su último disco mientras va preparando un nuevo repertorio.
MÚSICA
Rondaluna prepara la presentación que compartirá en el Aula Magna de la UNC, el sábado próximo a las 21:30, con El Manijazo. En un día de ensayo “Río Negro” habló con sus integrantes Cecilia Nacinovich, Marina Pacheco y Monique Passalacqua y su director musical Pablo Arroyo. “Cuando estuvimos en la Biblioteca Nacional (2012), la grabación de ese recital se convirtió en disco, ‘Rondaluna en vivo’, así que anduvimos luego trabajando con él, con algunos problemas de salud, un poco a media máquina. El compacto salió en el 2014, pero lo pudimos presentar recién durante el último mayo, en el Aula Magna de la Universidad, donde vamos a estar el sábado”, agregó. “Problemas de salud, apunta Marina Pacheco, migraciones de una de nosotras, no llevaron a detener un tanto la actividad”. – Cecilia: Yo tuve toda la culpa… Yo… Me fui a vivir a Las Grutas y tuve un cáncer en 2012. Afortunadamente estoy bien. Ya está, ya fue… – Se te ve recuperada, sonriente y Rondaluna vuelve a sonar. – Cecilia: Sí, con todo el aguante de ellas dos, pobrecitas. Yo les decía que buscaran a otra y se negaban, no, no. – Marina: Y el año pasado, en un acto de locura, se fue a vivir al mar, partió a Las Grutas y nos dejó plantadas. Después se arrepintió y volvió hace menos de un mes. -¿Cómo fue el reencuentro vocal? – Cecilia: Buenísimo, porque nos acordábamos de todos los arreglos, más que en otras oportunidades. Está sonando hermoso, sinceramente. Para mí, en lo personal, en una alegría enorme porque parece que la distancia nos amalgamó, a pesar de todo, ¿no? – Marina: Por otro lado, al arreglador que nos acompaña en estos últimos años también en guitarra, Pablo Arroyo, le hemos dado la llave de la dirección artística, musical y se está encargando además de la parte instrumental. Tenemos, para el próximo evento, convocados a dos músicos más, Mario Giménez en percusión y Ezequiel Nicolás en el bajo. Fernanda Ortega Passalacqua – hija de Monique- estará invitada con su violín en algunos temas. Pablo nos banca. Tres mujeres, ¿sabés lo que es bancarlas? A mí me encantó volver a escucharnos y justo nos presentamos el 8 de marzo en el Cine Teatro Español, con organización de Cultura de la Provincia que convocó a artistas mujeres por el Día Internacional de la Mujer. Elegimos “Manos de mujeres” de (la cantautora colombiana) Marta Gómez, sobre el que Monique venía insistiendo y no le dábamos bolilla. Una especie de broche para este momento, y volvimos a arreglar otro que ya no nos gustaba cómo sonaba, “Doña Ubenza”, que quedó muy bonito. O sea, estuvimos de estreno con ellos. Cuando nos volvimos a ver, pensamos en hacer otro repertorio, como proyecto futuro, aprovechando esto que se da fuera del escenario, el humor y reírnos de nosotras mismas. Imaginamos una lista de tangos, boleros que hablan del amor de las mujeres, del desamor, del machismo, y jugarlo un poco más en escena. – Cecilia: Es la idea para un futuro inmediato, después de estos conciertos de marzo. Estamos cambiando también la estética, queremos darle más humor, ironía, jugar con algunos temas de la vida diaria que nos atañen. Pensamos que teatralizarlos un poco a través de lo humorístico, de la armonía y la música, puede resultar interesante y nuevo. – Monique: Siempre cuidando la musicalidad. No somos actrices, aunque a veces lo parecemos. – Cecilia: Hay una parte histriónica en las tres que sentimos desaprovechada. Podemos darle un nuevo cariz y disfrutarlo más, nosotras. Hasta ahora Rondaluna tuvo un estilo, digamos… No queremos abandonarlo, pero sí abrirlo un poco más, darle más humor, más soltura, hacerlo más picaresco. – Monique: Aún no lo vamos a exponer porque necesitamos dirección teatral, también, para ello. Nuestro director musical la tiene, es completito… El es actor, además de arreglador, así que necesitamos de su ayuda para que guíe y oriente, y no quede como algo bizarro. – Monique, qué conjunción conmovedora debe ser cantar acompañada por tu hija Fernanda, compartir la música… – Monique: La compartimos las tres, especialmente yo que soy su madre. También con mi hijo Nicolás (Ortega), diseñador y artista plástico que nos hace los afiches y la gráfica de difusión, el arte de los discos. O sea, hay muchas cosas involucradas, muchos afectos… Bueno, respondiéndote, me encanta porque yo admiro a mi hija. Fernanda toca violín desde muy chiquitita, se fue a La Plata, sigue estudiando música, su instrumento, y está con El Manijazo y un quinteto de cuerdas (de Sergio Poli). Son jóvenes muy disciplinados para los ensayos, todos estudian, tienen formación académica y lo piola es que pueden crear. Componen sus temas en musicalidad y letras, todas con contenido. Como nosotras… Siempre decimos que cuando cantamos es un posicionamiento ideológico, político, estético, ante la vida. Algo tenemos para decir, decimos de esa manera y es el lugar que cada persona va ocupando. En este caso, compartirlo con los hijos es lo mejor. Con mi pareja (Carlos Muñoz), también. Es como compartir un pedacito de los colores del alma. Todo brilla, tiene luz en esos momentos. A tener en cuenta Rondaluna son Monique Passalacqua, Marina Pacheco y Cecilia Nacinovich. Interpretan folclore argentino y latinoamericano desde 2006. El Manijazo es un grupo platense que fusiona de tango y ska, compuesto por Juan Carlos Ayala en voz, el bandoneonista Homero Polenta, Martin Santander en saxo y clarinete, los guitarristas Sebastián Morro y Antonio Santamarta, Fernanda Ortega Passalacqua en violín, el baterista Mariano Rossitto y el Chino Killian en contrabajo y bajo eléctrico. El recital será el sábado próximo a las 21:30 en el Aula Magna de la UNC. Una relación afectiva “Más allá de lo profesional, de lo musical, tenemos una relación afectiva, ideológica inclusive, de años. Entonces, está poblada de muchos ingredientes mi definición de Rondaluna”. “Es algo muy caro a mis sentimientos, a mi profesión, a la libertad con la que trabajo, a las posibilidades que tengo de crear, recrear y reinventar junto con ellas, todo lo que hacemos”, cuenta Pablo Arroyo, director artístico y musical del trío. – Elegí una obra que arreglaste para las tres y contame hacia dónde te lleva escucharla en sus voces. – Pablo: Se nota primero en la satisfacción que ellas ven en mi cara… Casi siempre los arreglos los hago junto con… Me resulta muy difícil trabajar en soledad, imaginar la cosa en abstracto. Cuando hicimos “Hay un niño en la calle”, de Armando Tejada Gómez (y Ángel Ritro), se me hacía que la poesía era pesada, fuerte, y la pase del tono menor en el que fue compuesta, a uno mayor para darle más a la cuestión cantarina, para aflojarla e impulsarla un poco. En “Está todito aquí” -cuya música me pertenece, sobre un poema de Carmen Remollins- hice un bossa nova. El tema habla de esa cotidianeidad de la mesa vacía a la hora del almuerzo y el ritmo le dio complejidad dramática, a la vez que dulzura y sensualidad. Las chicas hicieron una versión hermosa. (E.R.).
Eduardo Rouillet
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