Rusito: el más pequeño y más travieso de los hermanos
Le decían Rusito porque era pálido, de pelo castaño y brazos y piernas “larguiruchas”, siempre listas para el salto o el picadito con amigos.
Era el más chico de los tres hermanos, y el único de San Antonio, porque sus padres, que rondan los 50, nacieron en Misiones y se afincaron aquí hace unos años.
Su mamá se puso al frente de una despensa y carnicería, que creció al ritmo del esfuerzo familiar, y su papá, carpintero, se dedicó a ofrecer su pericia con la madera para apuntalar el negocio.
Todos lo recuerdan travieso. En el verano se subió a escondidas al camión de un proveedor y apareció en Las Grutas cuando habían comenzado a buscarlo. Otra vez se ocultó en un tanque de agua, que tenían que instalar.
El 24, sin embargo, se dejó engalanar y peinar porque la familia organizó una fiesta en el club Unión para festejar los 50 años de su padre y los 25 años de casados de la pareja, que renovó, a pura fiesta, sus votos matrimoniales ante familiares y amigos que llegaron de su Misiones natal. Al otro día, pese a ser feriado, se trabajó, como siempre. Y la despensa abrió sus puertas. Nadie imaginó, claro, que esta vez el día terminaría con otra travesura del “rusi”. Una que habría resultado mortal.
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