Salvemos los ríos, un pedido urgente y necesario de toda la comunidad

El sábado se realizó una numerosa marcha acuática, desde el Paseo de la Costa neuquino hasta el Paso Córdoba de Roca, bajo un pedido unánime: la no contaminación y el vertido cero.

Todos listos para la travesía. Distintas agrupaciones y palistas en general se juntaron en el Paseo de la Costa neuquino, punto de inicio de la marcha acuática.  Foto: Yamil Regules

Todos listos para la travesía. Distintas agrupaciones y palistas en general se juntaron en el Paseo de la Costa neuquino, punto de inicio de la marcha acuática. Foto: Yamil Regules

“La contaminación de los ríos no es sólo desidia o inercia política, es un acto criminal”. La frase, como tantas otras, se escuchó ayer en el Paso Córdoba de Roca, como también pudo oírse en cualquier orilla de los tres grandes ríos de la región. Aquel viejo orgullo ribereño de que el agua de la pava se llena en el río, cada día se parece más a una fábula de fantasía aunque claro está, no lo es.

En una nueva demostración de que la comunidad de la región no es ni será indiferente a esta problemática que excede los ambiental, ayer se realizó una Marcha Acuática desde el Paseo de la Costa de Neuquén, sobre la costa del Limay, para finalizar en el Paso Córdoba de Roca, margen sur del río Negro.

Distintas agrupaciones como Salvemos los Ríos, Escuela de Quimey de Neuquén, Escuela Kayakco y palistas de toda la región se hermanaron para pedir por la sanidad de los ríos y el vertido cero. Se hizo presente también la nadadora de aguas abiertas, la roquense Daira Marín, quien se sumó a la caravana acuática en Allen.

En total fueron unas tres horas de travesía, pidiendo que se extinga el anacrónico e ineficiente sistema de vertidos cloacales urbanos al río. “Esta es una lucha que nos corresponde a todos los vecinos y una responsabilidad que los políticos tienen que asumir ya”, afirma Carlos Pomponi, uno de los referentes de Salvemos los Ríos. “Tiene que haber un cambio de paradigma. Hace 40 años se creía que tirando líquidos cloacales a río, éste los degradaba a los mil metros. Hoy la realidad es completamente distinta. El vertido cero es posible en ambas provincias y debe ser un compromiso irrenunciable”, agregó.

Que haya sido Paso Córdoba el punto de llegada de la travesía no es un dato menor. Por primera vez, un análisis de las aguas que bañan las costas del lugar arrojó registros de 230 Unidad de Formación de Colonias (UFC) de Escherichia Coli, cuando el máximo son 200. La prohibición de bañarse por aguas contaminadas golpeó fuerte en la comunidad roquense.

“Es una gran alegría de que haya un montón de gente detrás de esta idea y que el reclamo por la no contaminación de los ríos sea cada vez más masivo. Este sistema de vertidos es obsoleto y hoy existe la tecnología para dejar de hacerlo. Hay que aplicarlo ya, no dentro de cinco o diez años”, asegura Danilo García, uno de los organizadores de la marcha acuática. “Es una necesidad urgente porque el río ya estalló. Este verano aquí mismo ya no nos podíamos bañar. Los planes a mediano y largo plazo ya se acabaron y hay que erradicar por completo la idea de que el río es un vertedero”.

Cuando culminó la marcha, las voces en la costa coincidieron en que para sanar los ríos no se trata sólo de evitar el vertido de los líquidos cloacales, sino que también se apuntó al fracturación hidráulica para la extracción de hidrocarburos (fracking) y una recreación responsable de toda la comunidad en los ríos. La basura que deja la gente en las costas es una problemática que puede remediarse sólo con la voluntad de llevarse a casa los residuos generados.

Datos alarmantes

8
toneladas de materia fecal sin tratamiento cada 24 horas llegan al río Negro, sólo desde el ejido de Cipolletti.
120%
de su capacidad trabaja la planta de tratamiento cloacal de Roca. Está saturada.

Daira nadó y también pidió por el río que ama

Cuando la travesía llegaba a la mitad de su recorrido a la altura de Allen, junto a los kayacs y las lanchas se sumó Daira Marín, la destacada nadadora roquense de aguas abiertas, una de las más aplaudidas a la llegada a Paso Córdoba.

“Siempre el propósito individual tiene que ser parte de un propósito colectiva y que sea para un bien mayor como es este pedido de no contaminación. Cuando me enteré de esta marcha acuática, me dije como no voy a nadar acá en mi río y por la salud de todas las aguas de la zona”, contó Daira al salir del río en la zona del Club Náutico.

“Espero que este pedido y todos los reclamos lleguen a oídos de gente que es responsable de esta problemática. Cuando era muy chica y empecé a formarme como nadadora de aguas abiertas, comencé en el Canal Grande y en este río. Siempre mi pedido fue que los cursos de agua hay que cuidarlos y que tampoco la gente tire basura. No cuesta nada volver con los residuos a casa. Tiene que haber un cambio de conciencia, desde los políticos hasta la propia gente”, cerró Marín. La nadadora corrió ya dos fechas del circuito mundial de Aguas Abiertas, viene ranqueada 4ª y su próxima cita será en Canadá (39 km). La otras fechas son en Italia, Croacia y Macedonia.


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