Scioli hace cambios pensando en octubre: Granados a Seguridad

DyN

LA PLATA.- El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, anunció ayer el desdoblamiento del ministerio de Justicia y Seguridad en dos nuevas carteras, modificación que deberá ser aprobada por la legislatura, en medio de la campaña electoral en la que el kirchnerismo admitió por primera vez y en reiteradas manifestaciones, el problema de la inseguridad. De esta manera, el oficialismo busca aprovechar la bandera que lleva hasta ahora Sergio Massa. Según anunció Scioli en un acto en Berazategui, el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados (FpV), asumirá al frente del futuro Ministerio de Seguridad, mientras que el actual ministro Ricardo Casal quedará a cargo de la cartera de Justicia. Justificó la nueva división ministerial en la necesidad de que se “profundice e intensifique la organización de administración de la Justicia” y llamó a estar “más unidos que nunca” para combatir el flagelo de la inseguridad, por lo que pidió “la mayor colaboración y acompañamiento”. El primer candidato a diputado del FpV bonaerense, Martín Insaurralde, anunció también ayer la presentación de un proyecto de ley para bajar la edad de imputabilidad de los menores y de esa manera, desde el oficialismo apuntaron a contrarrestar el caballito de batalla de Massa. Fuentes del sciolismo admitieron que el gobernador ofreció el cargo del flamante Ministerio de Seguridad a Granados, por considerar que el intendente de Ezeiza -un histórico cacique del PJ bonaerense- es reconocido por ser “el primer intendente en implementar el sistema de cámaras de seguridad” y “hoy tiene el menor índice de delitos de toda la provincia”. • Mala puntería . “Ojalá les hubiera pegado. Lamentablemente tuve mala puntería”, se lamentaba hace unos catorce años Granados luego de tirotearse con tres delincuentes que aparentemente intentaron asaltar su casa en la localidad de Tristán Suárez En aquella oportunidad, según informaba Página 12, armados con escopetas, los hombres redujeron a un policía de consigna y al sereno de la quinta e ingresaron a la vivienda, donde Granados los recibió a balazos, con un 38 especial. En el enfrentamiento, el jefe comunal sufrió la fractura de un dedo. “Ellos me tiraban a matar y yo les tiraba a matar. Les tiré con toda la puntería que tuve. Ojalá les hubiera pegado”, dijo.