Se activó la polémica por el control de las combis escolares

En Cipolletti hay 21 transportes habilitados, pero sólo seis inspectores. Reconocen que los infractores eluden las verificaciones. El debate se reaviva por la muerte de la nena.

CIPOLLETTI (AC).- Luego de conocerse que el transporte escolar que atropelló y mató a una nena no estaba habilitado para realizar esta tarea, el debate se centró en los controles que existen para evitar que estas situaciones se repitan. En Cipolletti está vigente una ordenanza que regula la actividad y que hace especial hincapié en la seguridad que deben tener los vehículos. Es poco específica sobre las responsabilidades que le caben a los conductores respecto de los niños que trasladan.

Por ejemplo: ayudarlos a bajar y a subir, acompañarlos hasta que ingresen al lugar donde los dejan, si es necesario que cada cierta cantidad de niños haya un acompañante, o si deben realizar algún tipo de capacitación, son algunos de los puntos que no están contemplados.

En este sentido, la norma sólo establece que los conductores deben «mantener un trato correcto con los niños prestándoles una atención respetuosa, solícita y cortés» así como «contar con idoneidad técnica y moral acreditadas» y anualmente renovar los certificados de antecedentes y salud.

Las prohibiciones son llevar niños de pié, fumar dentro del vehículo, realizar actividades que distraigan su atención y «sacar o permitir sacar brazos u otras partes del cuerpo por las ventanillas».

Cabe recordar que el accidente del martes, y de acuerdo a los testimonios obtenidos, se habría producido porque Julieta Centurión bajó del transporte y en vez de pasar por detrás lo hizo por delante del vehículo que arrancó y la atropelló.

Si bien cualquier pregunta no alcanza para terminar de comprender esta tragedia, sirve para que los adultos extremen las precauciones en relación a los niños y para debatir si son necesarias normas más estrictas y explícitas sobre estos puntos.

La cuestión del control cotidiano sobre el transporte público en general, y especialmente en el de escolares, también es un punto en debate. Según datos del municipio hay actualmente en la ciudad 21 combis escolares habilitadas y de los 40 inspectores que tiene la comuna, sólo seis son los encargados de controlar el transporte público, que incluye el traslado de escolares.

Desde la Secretaría de Organización y Fiscalización Interna, reconocieron que el crecimiento de la ciudad hizo que se necesitara mayor cantidad de personal especializado en estas tareas. Informaron que actualmente se están capacitando alrededor de 20 personas que se sumarán al plantel de la dirección de transporte.

«Los controles los realizamos diariamente, el problema es encontrar a los que no tienen habilitación ya que eluden a los inspectores», aseguraron.


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