Seis diseñadores adelantan las tendencias de este verano
La primavera/verano 2015 está marcada por el resurgimiento de los cuadros, que por fin reclaman su lugar en la moda tras años de marginación en manteles y servilletas.
MODA EN NUEVA YORK
El francés Gilles Mendel presentó su colección J. Mendel en el Lincoln Center, con vestidos largos extremadamente fluidos, colores brillantes, cortes limpios, tejidos plateados y –tradición en una casa de peleteros– varios abrigos de magníficas pieles coloreadas de fucsia, verde, blanco, entre otros.
Llegaron con fuerza los tops ultracortos que van muy por arriba del ombligo, a menudo acompañados de faldas o pantalones de talle alto, hasta la cintura.
Calvin Klein, en tanto, eligió presentar su nueva colección en la decoración ultradepurada de los estudios Spring en Tribeca, que iba acorde a su desfile de líneas sobrias y sin el menor accesorio de tonos azul marino, blanco, crema, gris y un poco de bordeaux.
La exploradora de Ralph Lauren cambió su chaqueta safari, su falda tubo y su sombrero de tela por vestidos largos de seda y tul, adornados con strass, pesados pendientes y sandalias de plataforma.
El fucsia, el amarillo y el rojo de la exploradora también eran colores al gusto de la princesa nocturna, para «looks» que unían una larga falda amarilla de tul y una camisa safari de seda caqui.
«Hermoso, magnífico, elegante, safari chic, creo que nos llevó a África», dijo Avil Graham, periodista de la revista de moda Harper’s Bazaar.
Se vieron muchos estampados de flores en las casas de Michael Kors, Carolina Herrera e incluso Victoria Beckham, así como faldas de volantes hasta la rodilla, sandalias altas de plataforma y telas a menudo tecnológicas, tomadas en préstamo del mundo del deporte como en el caso del neopreno.
Jeremy Scott mostró una selección de prendas ‘candy’ en las que los complementos recuerdan a caramelos, dulces y helados, y también a los típicos collares de los años 70 con flores y conchas de mar, y los mezcló con capas de plumas y espectaculares botas militares de muchos colores creando un universo que sólo él sabe llevar a cabo en sus desfiles.
Marc Jacobs tenía que ponerle el punto final a la Semana de la Moda, un agitado maratón de unos 300 desfiles y presentaciones donde se vieron, entre otras tendencias, el retorno de los cuadros guinga, los minitops cortados muy por arriba del ombligo, la gamuza, el cuero perforado, rayas blancas y negras, sandalias de plataforma y amarillo girasol.
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