Sin producción no hay minera que aguante en Sierra Grande

La crisis de la firma de capitales chinos MCC es muy profunda y apenas tiene el 10% de los empleados con los que contaba en sus momentos de esplendor. Hay sólo tareas de mantenimiento.

En terapia intensiva, con respirador para mantenerse viva, así está la MCC Minera Sierra Grande desde hace un año y medio. La mina de hierro más grande de Sudamérica no produce y no lo hará por lo menos hasta fin de año. El futuro es incierto.

La empresa MCC Minera Sierra Grande está en manos de empresarios chinos y desde el 2007 explota el yacimiento, pero la abrupta caída del precio de hierro ha resumido la actividad minera a escaso mantenimiento para que la mina no se inunde y se garantice la ventilación y tenga al menos las galerías en condiciones a la espera de la reactivación productiva.

En la empresa quedan sólo 58 trabajadores de los 580 que supo tener en su momento de mayor esplendor de comandos chinos. Coincidentemente apenas el 10% de ese personal es con el que funciona hoy.

Nada ha podido sacar al yacimiento del letargo en que se encuentra, con la actividad reducida, comparable con la época en que la provincia se hizo cargo en 1993, después del cierre de la empresa estatal Hipasam.

El año pasado pudo salvar la situación económica la exportación de varias toneladas de hierro concentrado que habían quedado acumuladas y fueron explotadas por los mineros que luego fueron despedidos.

“Desde noviembre del 2016 no hay producción en la mina, nunca se sacó hierro con la capacidad reducida de personal,” aclaró con énfasis el abogado de la empresa Jorge Roa, mano derecha del gerente chino Qifang Chen. Las galerías están desiertas ya no hay zumbidos, motores de máquinas encendidas, no hay detonaciones, la actividad está inmóvil de punta a punta.

Los pocos trabajadores que circulan las galerías realizan tareas de mantenimiento mínimo.

Esas tareas están resumidas al mantenimiento de bombas de agua que desde los 500 metros se encargan de bombear el agua a superficie para evitar que se inunden las galerías. Por una cuestión lógica la mina está atravesada por napas que brotan de sus paredes y por ley de gravedad decantan en las galerías subterráneas.

Otro de los mantenimientos que se realiza está supeditado a la limpieza de rocas que se desprenden y hay que despejar caminos todo el tiempo.

La soledad de los túneles y plantas de procesamiento se compara en el mantenimiento mínimo que el Gobierno de la provincia de Río Negro, a través de Hiparsa – Hierro Patagónico Rionegrino S.A.– tuvo desde el año 1993 hasta 2005 cuando se concesionó el yacimiento a capitales chinos y empezó la reactivación luego del cierre de la empresa Hipasam en el año 1992.

Por las noches los escasos guardias que custodian celosamente el complejo sienten en la piel el silencio y la soledad.

Entre el año pasado y este, la minera logró vender el hierro que había quedado procesado y esa ganancia les permite sostenerse hasta finales del 2019.

Quedan escasas reservas que sólo sirven para vender a PCR – Petroquímica Comodoro Rivadavia – que lo utiliza como una de las materias primas para el armado de cemento.

“El plan es sólo mantener el complejo tal cual está hasta que mejore el precio del hierro”, expresó el gerente Qifang Chen.

La coyuntura por la que atraviesa el mercado internacional de hierro pone en serio riesgo la continuidad de las operaciones en el yacimiento debido al excesivo costo de producción y comercialización que caracteriza a esta mina.

La crisis vino por la caída del precio del hierro a nivel internacional.

Imprevisto para la empresa MCC Minera Sierra Grande que alcanzó en 2011 su pico de esplendor, donde las cuentas eran redondas, buen precio de hierro, y sueldos bajos, generaban buenos resultados.

Ese año el precio de hierro tuvo su récord de valor con un costo de 150 dólares la tonelada, en 2016 bajó a 38.

Sólo la producción que va desde la extracción, las moliendas, la beneficiación magnética, transporte y puerto tienen un costo de 75 dólares la tonelada.

Hoy en el puerto de Punta Colorada quedan 5 ó 6 mil toneladas de hierro concentrado que no alcanzan para llenar un barco (que requiere como mínimo 30.000 toneladas) y en la denominada “laguna negra” donde está la mina a unos 32 km de la costa, donde se acopiaba mineral hay unas 50 mil toneladas que servirán solo para la venta a PCR por su consistencia y porque le falta un proceso de molienda.

Llevar ese mineral al puerto de Punta Colorada en camiones sería muy caro , explican desde la empresa.

En este escenario se desenvuelve la empresa minera que trajo alivio a Sierra Grande en su momento porque demandaría mano de obra. Hoy sólo queda la esperanza de volver.

La actividad es casi tan reducida como la que había en 1993 cuando la Provincia de Río Negro se hizo cargo tras el cierre de Hipasam. Todo un pueblo espera por la reactivación que nunca llega.

En cifras

Dos problemas por resolver

Qifang Chen: “No quiero que el proyecto muera en mis manos”

“Si la empresa cierra, sería el fracaso de mi vida”. Así, de manera personal hace dos años el gerente chino, el ingeniero en minas Qifang Chen había definido su meta de mantener a flote, viva, con lo mínimo a la empresa. Qifang hace 12 años está en Sierra Grande y ya habla fluido el español, llegó cuando tenía 40 años al pueblo minero.

El gerente se había prometido no cerrar el yacimiento y mantener con el respirador el complejo, como un desafío personal.

MCC Minera Sierra Grande, es una empresa argentina cuyos principales accionistas, la casa matriz, está en China.

Ya no queda hierro para seguir vendiendo al exterior, no queda para la venta siderúrgica, por eso es una incógnita como seguirá el complejo para que sea sustentable en el tiempo.

“Es un momento difícil porque tampoco se pueden incorporar profesionales que ayuden a reflotar el proyecto”, expresó.

“Me duele mucho, no quiero que el proyecto se muera en mis manos, estamos buscando oportunidades”, acotó el gerente.

Una de las posibilidades de salvar el proyecto estaría en manos de empresarios privados que quiera asociarse a MCC.

Si bien la empresa no está ofreciendo esta posibilidad abiertamente están disponibles a escuchar ofertas y no descartan una nueva sociedad.

Es mas, hoy el complejo minero es el 70 % de MCC y el 30 % de A Grade Trading que adquirió el complejo industrial primero en 2005.

En la “laguna negra” donde está la mina, a unos 32 km de la costa, hay unas 50.000 toneladas que servirán sólo para la venta a PCR por su consistencia.

Ya ni el gremio AOMA existe

Desde el 1 de octubre de 2017 La Asociación Obrera Minera Argentina, AOMA, ya no existe en Sierra Grande, fue disuelta por la Comisión Directiva Nacional que tomó posesión de los bienes del sindicato en esta ciudad. Este es claro síntoma de la caída de la actividad minera en esta ciudad. El gremio ya sin afiliados, después del despido masivo que realizó el año pasado la empresa MCC, no tenía razón para seguir.

El gremio se había constituido hace unos 10 años –en la era MCC– para acompañar los reclamos de los trabajadores mineros.

“La seccional Sierra Grande no resulta ya necesaria para estimular, la participación directa de los trabajadores mineros”, señaló AOMA nacional que además informó que ya no tiene afiliados en esta ciudad. El órgano directivo local quedó disuelto.

Es un momento difícil porque tampoco se pueden incorporar profesionales que ayuden a reflotar el proyecto. Me duele mucho, no quiero que el proyecto se muera, estamos buscando oportunidades”.

Gerente de la minera MCC de Sierra Grande

miguel velázquez

Datos

La actividad es casi tan reducida como la que había en 1993 cuando la Provincia de Río Negro se hizo cargo tras el cierre de Hipasam. Todo un pueblo espera por la reactivación que nunca llega.
58
son los empleados que se mantienen en la mina. Realizan tareas de mantenimiento y de limpieza.
5/6
mil toneladas de hierro quedan en el puerto de Punta Colorada, cantidad que no alcanza para llenar un buque.
La minera tiene para resolver por un lado qué hará con las 48 casas que fueron usurpadas por vecinos de Sierra Grande y que son propiedad de la MCC, tienen hasta el título de propiedad. Por esta usurpación la minera llegó a pagar hasta 180.000 pesos en agua de un medidor, incluso los usurpadores se “enganchan” de la luz y el gas de las casas que ocupan en su mayoría trabajadores chinos, lo que genera más costos a las empobrecidas arcas. El tema está en la justicia pero sin resolución.
La minera debería optimizar el sistema de contención que existe en la costa, en el puerto de Punta Colorada, donde cuando hay viento el polvillo de hierro concentrado, vuela por los aires y cae al mar y oscurece la arena. La Minera ya ha sido intimada pero la única solución que ofrece es reparar la media sombra que hay. Es cierto que en este tiempo hay poco mineral acumulado, pero si la empresa vuelve a producir otra vez el problema va a resurgir.
En la “laguna negra” donde está la mina, a unos 32 km de la costa, hay unas 50.000 toneladas que servirán sólo para la venta a PCR por su consistencia.

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