Socialización, juegos y equidad de género

Andrea Ibáñez *


El Dia de las Infancias es una buena oportunidad para proponer mensajes más igualitarios.


Desde antes de nacer se nos fue configurando un mundo que nos va a predisponer para que seamos de cierta manera. Cuando vamos a las ecografías de nuestros bebés y nos dicen que es varón o es nena armamos un imaginario en el que entra la ropa que les vamos a comprar, los juguetes y hasta el color de la habitación que será del futuro niño o niña.

Varones y mujeres somos socializados en un sistema que permite y avala ciertas características para unos y para otras, fomenta ciertos valores en unos y otras.

Ya desde la primera infancia los libros de cuentos clásicos nos transmiten mensajes en los que el varón es el aguerrido, el fuerte, inteligente, y la mujer es un personaje sumiso que está siempre desempeñando tareas hogareñas o preocupada de su vestido de fiesta o esperando ser rescatada por otro que la salve, que siempre es un hombre.

Cenicienta, Blanca Nieves y la Bella Durmiente son algunos de los relatos que han sido traspasados de generación en generación con este tipo de mensajes que refuerzan todos los estereotipos existentes. La mujer rara vez es científica, por ejemplo, pero en todos tiene marido y sobre todo hijos porque ser mujer es igual a ser madre en este modelo transmitido.

Y si como si esto no alcanzara también están las rondas infantiles con letras como el arroz con leche que tarareamos: “Me quiero casar, con una señorita de San Nicolás que sepa tejer, que sepa bordar, que sepa abrir la puerta para ir a jugar”.

Estos mensajes quedaron grabados a fuego en nuestro inconsciente, no tenemos que hacer mucho esfuerzo para recordar tanto la música como la letra, que repetimos como algo inocuo.

Por supuesto que en nuestra socialización entran otros factores, entre los que no podemos dejar de nombrar la familia, la escuela, pero también los medios de comunicación y todo lo que ellos traen, como por ejemplo las publicidades.

Dice Graciela Natansohn en su texto “¿Qué tienen que ver las tecnologías digitales con el género?”: “Desde la infancia los niños son elogiados cuando desarman sus juegos, muñecos y robots. ‘Será ingeniero’, profetizan los papás (y las mamás), orgullosos. Sin embargo, cuando las niñas desarmábamos nuestras muñecas éramos reprendidas por falta de cuidado. La relación entre un superhéroe de plástico y desarmado, y una muñeca sin cabeza y brazos es la equivalente a lo correcto y lo incorrecto, lo normal y lo desviado. Así, fuimos creciendo en esa suerte de habitus tecnológico binario, jerárquico y altamente desfavorable a las niñas”.

Así, varones y mujeres nos criamos y crecemos en un modelo social, jerarquizado, desigual, en el que es muy difícil salirse de las estructuras, en el que para quienes no cumplen a rajatabla con él son sancionados.

De cara a la celebración del Día de las infancias que se festejará el próximo domingo, desde varios lugares se nos invita a pensar y reflexionar en torno a los juegos y a la supuesta inocencia de los mismos.

Es una buena oportunidad para proponer mensajes más igualitarios, literatura que visibilice a las mujeres en roles fuera de los tradicionales, ofrecer regalos que no refuercen los estereotipos de género y que les permitan a niños y niñas incursionar en todas las posibilidades y dimensiones que nos ofrece el mundo y la vida.

(*) Directora provincial de Promoción y Fortalecimiento de Derechos de las Mujeres, Gobierno de la Provincia del Neuquén


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