ACV: cada minuto cuenta para reducir el daño cerebral

En la región continúan las charlas de concientización por el día del accidente cerebrovascular. El traslado inmediato del paciente puede aumentar la expectativa de un buen resultado.

“Cada minuto cuenta para reducir el daño cerebral”, remarcó el médico neurólogo Javier Moschini que actualmente, se encuentra a cargo del Servicio de Neurología y Centro de ACV del Sanatorio Juan XXIII de Roca.

El accidente cerebrovascular o ACV, es el daño cerebral provocado por alteraciones repentinas del flujo de sangre.
Moschini destacó que en los últimos diez años ha habido mejoras en la atención y conocimiento sobre esta lesión en el cerebro.

El Día Mundial del accidente cerebrovascular se conmemora cada 29 de octubre y tiene como objetivo educar y difundir información sobre esta enfermedad.

El ACV es una enfermedad frecuente y grave. Representa la tercera causa de muerte (detrás de las enfermedades cardiovasculares y los cánceres considerados en forma global) y la primera causa de discapacidad crónica en las personas adultas.

El especialista señaló que se han realizado actividades de educación y divulgación, lo que ha llevado a que las personas estén más informadas y consulten más. Sin embargo, remarcó que aún falta desarrollar una red de atención integral entre las instituciones.

Diferentes tipos


Moschini indicó que hay dos tipos principales de ACV: el isquémico o infarto cerebral y el hemorrágico o hemorragia cerebral.
“El ACV isquémico representa alrededor del 80-85% del total de casos y las hemorragias cerebrales representan alrededor del 15-20%”, detalló.
El médico expuso que el ACV isquémico es el daño al cerebro que ocurre como consecuencia de que se obstruye, una arteria y el tejido irrigado por esa arteria al no recibir el aporte sanguíneo normal sufre daño.
En cambio en la hemorragia cerebral se rompe una arteria o una vena y la sangre que normalmente está contenida en el interior del vaso, se extravasa y pasa a inundar el tejido cerebral provocando el daño.

Síntomas


Los síntomas más frecuentes de ACV isquémico son el inicio repentino de debilidad o parálisis en la mitad de cuerpo (cara, brazo y pierna), sensación de adormecimiento en la mitad del cuerpo, dificultades en el habla, alteración del estado mental, alteración de la visión, mareo intenso e inestabilidad. La mayoría de los pacientes que sufren un ACV isquémico no sienten dolor de cabeza. Los pacientes con ACV hemorrágico presentan síntomas similares, con el agregado de dolor de cabeza intenso y depresión de la conciencia.

Tratamiento


El principio fundamental del tratamiento del ACV isquémico en las primeras horas es restaurar el flujo de sangre lo antes posible. Para alcanzar este objetivo se dispone de un medicamento llamado alteplase o activador del plasminógeno tisular recombinante (o rt-PA por su sigla en inglés).

Este medicamento se administra por vía intravenosa (IV) y tiene un poderoso efecto para disolver coágulos en la circulación sanguínea. El tiempo disponible para el uso de alteplase IV son las primeras 4 horas y 30 minutos desde el inicio de los síntomas, y el beneficio es mayor cuanto más temprano se lo administre. El riesgo principal de alteplase IV es la hemorragia, principalmente la hemorragia cerebral. El uso seguro y eficaz de alteplase IV exige una organización hospitalaria compleja y multidisciplinaria, con personal altamente capacitado y entrenado.

La otra intervención es por medio de cateterismo. Un catéter es un cable de grado que se introduce al interior del organismo hasta el sitio de la obstrucción arterial y se retira el coágulo que obstruye la arteria. Esta es una intervención más compleja.

Se han realizado actividades de educación, lo que ha llevado a que las personas estén más informadas.

Respuesta rápida


El especialista Moschini indicó que la persona que está sufriendo un accidente cardiovascular no está completamente lúcida. “Es importante que reaccione correctamente no solo el paciente, sino también el entorno. Los familiares, compañeros de trabajo, o las personas si presencian la aparición de estos síntomas en alguien”, comentó.

El médico remarcó que no hay que tramitar un turno por consultorio sino que la respuesta debe ser rápida. “Hay que activar el sistema de atención de emergencias, o llamar al 107, o trasladar al paciente inmediatamente al servicio de urgencias. Cada minuto cuenta para evitar lo menos posible el daño cerebral”, expuso.

Factores modificables


El ACV tanto isquémico como hemorrágico comparten muchos factores de riesgo con el infarto de miocardio.
El neurólogo Moschini indicó que estas causas se dividen en modificables y no modificables.
Las no modificables, son la edad, el sexo y la historia clínica familiar .

“Por ende tiene muchísima importancia reconocer y actuar sobre los factores modificables que son la hipertensión arterial, diabetes, los niveles aumentados de colesterol, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo”, sostuvo.

Moschini explicó que se realiza un trabajo interdisciplinario sobre estas causas. “Trabajamos en conjunto médicos clínicos médicos, de cabecera, neurólogos, cardiólogos, nutricionistas para tratar estos factores”, remarcó.
El especialista mencionó que también el estrés es una causa que afecta a cada aspecto pero el problema es que no se puede medir como sí ocurre con la presión arterial o el colesterol.


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