Buscan atraer a productores apícolas en Bariloche

Con la puesta en marcha de la sala de extracción de miel, unos 17 productores lograron formalizar sus productos.

Tras el paso de 17 productores por la Sala de Extracción Móvil de Miel esta temporada, la Secretaría de Producción de Bariloche organizó un “Encuentro Apícola” en el Centro Cívico a fin de promover la actividad.

Hubo charlas y talleres por parte de especialistas sobre las mieles saborizadas, las posibilidades de innovación en el producto final y la reducción y alimentación de colmenas para invernado. Se generó un espacio de intercambio sobre los avances y desafíos del sector y varios productores contaron sus experiencias con el proceso de extracción en la sala móvil. También se expusieron las líneas de financiamiento que ofrece el gobierno provincial.

«Este fue el primer año de uso de esta sala móvil que se adquirió con aportes de la provincia. Cada productor que extrae, habilita formalmente su producto. Muchos nos planteaban: ‘No puedo crecer porque no tengo cómo formalizar el producto y salir a vender´», explicó Eugenia Ordoñez, secretaria de Producción de Bariloche.

Desde enero, la sala móvil de extracción recibió a productores de Los Coihues, Península San Pedro, La Colina, Las Victorias y El Frutillar, entre otros barrios. Se sumaron también productores de El Bolsón.

«Hablamos de producciones a muy baja escala. Estos productores tienen entre 2 a 25 colmenas», explicó el ingeniero agrónomo Manuel Uircain, responsable del Programa Apícola Municipal.

¿Cómo se manejaban antes los productores locales? Realizaban la extracción de miel en forma artesanal, a baño María, pero de esta forma, no podían vender el producto en el mercado formal. «Por un lado, incitábamos a tener colmenas pero por otro lado, se le sacaban los productos a los que vendían en la ruta. Con las capacitaciones y la sala móvil, esto cambió», indicó.

Charlas y capacitaciones en el Encuentro Apícola. Foto: Chino Leiva

El proceso en la sala móvil de extracción -desde que ingresan «los cajones» hasta el envasado- demanda alrededor de una hora. «Todo depende de la temperatura ambiente -aclaró Uircain- porque cuando hace frío, la miel se cristaliza, se congela. Por eso, la época de la cosecha arranca en noviembre hasta mediados de marzo. La producción apícola es bien estacional porque depende de la temperatura».

El ingeniero agrónomo destacó que si los productores aumentan la escala, «generará más trabajo, pero además la producción conlleva la creación de otros puestos de trabajo indirectos, como la costura y la carpintería».

«Tenemos las mejores mieles de Argentina por la variación de flores nativas y plantas exóticas. Hay que tomar conciencia de lo que puede generar esta actividad como nicho de trabajo», concluyó.

Charlas y capacitaciones en el Encuentro Apícola. Foto: Chino Leiva

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