CalfPay desafía a los gigantes del ecosistema fintech
La billetera digital de CALF sigue creciendo, con más de 12.000 usuarios y una amplia red de comercios en expansión. La plataforma combina la agilidad de las finanzas digitales con los principios de la economía social, reinvirtiendo la rentabilidad en la propia comunidad de Neuquén.
Lo que comenzó como una solución interna para optimizar la recaudación de una cooperativa eléctrica se ha transformado en una herramienta financiera de alcance interprovincial. Nicolás Autiero, abogado, magíster en Seguridad de la Información y actual subgerente de Conexiones y Renovación Tecnológica de CALF, define este paso como una “evolución natural”.
La génesis del proyecto respondió a una lógica de eficiencia económica: la Cooperativa detectó que los altos costos en comisiones pagados a pasarelas de pago externas podrían ser reinvertidos si la propia entidad asumía el rol de procesadora.
Bajo la premisa de “ahorrar para la Cooperativa”, se desarrolló una plataforma que hoy permite reducir los gastos operativos en la gestión de servicios públicos.
Un ecosistema centrado en el desarrollo regional
A diferencia de las billeteras virtuales tradicionales, CalfPay se posiciona como una herramienta de desarrollo local bajo una filosofía cooperativista. Nicolás Autiero, destaca que cada transacción realizada a través de la aplicación genera un valor que permanece en la región, contribuyendo a formalizar la economía y fortalecer el empleo local.
Este enfoque busca ofrecer una alternativa de “rentabilidad social” con beneficios que no se diluyen en mercados financieros globales, y vuelven a los asociados y comercios adheridos.
A diferencia de otras plataformas que imponen topes de capital, CalfPay remunera sobre el total del saldo disponible con acreditación diaria.
En la actualidad, la billetera cuenta con más de 60 comercios adheridos. El atractivo principal radica en la transparencia y la competitividad: la plataforma ofrece las comisiones más bajas del mercado. “Para la Cooperativa, la transparencia es un eje central”, sostiene Autiero, enfatizando que muchos comerciantes desconocen los porcentajes reales que abonan en otros sistemas.
Uno de los pilares que ha impulsado la adopción de CalfPay es su tasa de rendimiento, una de las más altas del sector. A diferencia de otras plataformas que imponen topes de capital para generar intereses, CalfPay remunera sobre el total del saldo disponible con acreditación diaria.
Este crecimiento se complementa con un fuerte enfoque en la seguridad y la cercanía con el cliente. La gestión busca diferenciarse de la atención automatizada de las grandes fintech, ofreciendo respuestas rápidas ante contingencias técnicas o bloqueos preventivos de transferencias. Para Autiero “la certeza y la rapidez son fundamentales cuando los usuarios confían sus salarios a la plataforma para protegerlos de la inflación”.
Dato
- 12.000
- Los usuarios activos con los que cuenta en la actualidad la plataforma CalfPay, de la Cooperativa Calf.
“Ponemos CalfPay al servicio de la gente. Integramos los pagos cotidianos con la factura de la luz y de otros servicios, facilitamos la vida de los comercios y los emprendedores y ofrecemos herramientas de administración del dinero, pensadas para un contexto financiero y económico macro como el que hoy tiene Argentina. Buscamos darle simplicidad y rapidez, con foco en la seguridad y la educación financiera”.
La apuesta de CALF trasciende la mera transacción e incluye un componente pedagógico. A través de su sector de capacitación, la Cooperativa brinda cursos gratuitos sobre educación financiera, fondos comunes de inversión y manejo de divisas. Este esfuerzo busca dotar a los usuarios de herramientas para que su dinero rinda más en un contexto macroeconómico complejo.
En cuanto a la visión a largo plazo, la hoja de ruta de CalfPay contempla una expansión significativa de su cartera de servicios para elevar la competencia frente a actores como Mercado Pago y Modo. Los proyectos de corto plazo incluyen:
•La comercialización de créditos personales.
•La emisión de una tarjeta de crédito institucional.
•La creación de una caja de ahorro en dólares remunerada, facilitando la compra de divisas dentro de la App.
“En los próximos años la discusión no va a ser billetera sí o billetera no, sino qué tipo de billetera queremos, quién la controla, dónde quedan los datos y cómo se distribuyen los beneficios”.
Nicolás Auterio, subgerente de Conexiones y Renovación Tecnológica de CALF.
“En los próximos años la discusión no va a ser billetera sí o billetera no, sino qué tipo de billetera queremos, quién la controla, dónde quedan los datos y cómo se distribuyen los beneficios”, puntualizó el responsable de CalfPay.
De cara al futuro, desde CALF plantean que el debate tecnológico girará en torno a quién controla los datos y cómo se distribuyen los beneficios. En ese escenario, el modelo cooperativo pretende demostrar que es posible ofrecer tecnología de punta y seguridad de la información sin resignar el cuidado del asociado y el compromiso social.
Lo que comenzó como una solución interna para optimizar la recaudación de una cooperativa eléctrica se ha transformado en una herramienta financiera de alcance interprovincial. Nicolás Autiero, abogado, magíster en Seguridad de la Información y actual subgerente de Conexiones y Renovación Tecnológica de CALF, define este paso como una “evolución natural”.
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