Cómo se prepara Río Colorado para la sequía

La lluvia no llegó en el momento ideal y los campos se secaron. Algunos apuestan a ubicar sus planteles en los feedlots, pero otros están sacando hacienda de la provincia y ya no podrán volver a ingresarla. Para colmo, la oferta de granos es limitada.

Stock ganadero en riesgo

El déficit hídrico por la falta de lluvias en los meses ideales para la pasturas ya se siente en la zona de Río Colorado, al punto de empezar a generar daños y pérdidas en los campos.

Esta situación puso en alerta a una porción importante del sector ganadero del departamento Pichi Mahuida, que se vio obligado a comenzar con los movimientos de las haciendas y con medidas preventivas. Buscan evitar las pérdidas del stock, el posible éxodo de la provincia de Río Negro de la hacienda o las ventas innecesarias de los mismos.

La situación que está preocupando al sector ganadero implicó que se comenzaran a poblar los distintos feedlots que funcionan en la zona, incluso el encierre comunitario de la Sociedad Rural de Río Colorado se encuentra con un 90% de su capacidad completa, donde también cambió la forma de trabajo interna. Se dejó de engordar los ovinos, para pasar a la alimentación de los terneros destetados anticipadamente, para que el productor conserve su patrimonio.

Otro grupo de ganaderos comenzó a mover la hacienda hacia otros campos que hasta el momento están pudiendo mantener sus pasturas. Todo se complicaría si a corto plazo no cambia la mala situación forrajera, que dependerá en gran parte de lo que ocurra durante el invierno.

Según pudo saber este medio, algunos ganaderos imposibilitados de conseguir campos dentro del ejido, optaron por sacar sus producciones hacia la provincia de La Pampa, al norte de la barrera sanitaria, las cuales no regresarán.

Algunos productores previsores (los menos), ante la posible crisis invirtieron en pequeñas instalaciones en sus establecimientos, que les permitirán mantener por más tiempo su ganado alimentándolo con distintos granos o rollos de pastos.

Pero esa solución no se podría estirar por mucho tiempo ya que no abundan las ventas de granos como el maíz, producto de las inundaciones al norte del país y las exportaciones, lo que está incrementando los precios.

Entre 2005 y 2010, toda la provincia de Río Negro sufrió una prolongada sequía que causó mortandad y éxodo de animales que pusieron en jaque a toda la producción ganadera de la región, principalmente el departamento de Pichi Mahuida, donde los más pequeños quedaron en el camino por las pérdidas.

“Ojalá que sea una seca temporal y que no volvamos a repetir épocas pasadas. Pero somos conscientes que los pronósticos no son alentadores, aunque esta vez el sector está más preparado como para afrontar una situación similar”, señaló el profesional Santiago Villalba, responsable del Programa Bovino en la localidad, mientras miraba los registros de lluvias.

La temporada 2017-2018 no se registraron las precipitaciones ideales en los meses acordes para el nacimiento del pasto, donde se sumaron altas temperaturas, las que se mantuvieron por semanas y se convirtieron en la combinación ideal para una seca que puso en alerta al sector.

La zona más afectada directamente comprende los campos ubicados sobre el noreste de Pichi Mahuida (entre Río Colorado y Valle Medio), el sector que además no fue alcanzado por los incendios 2016-2017-2018.

Eso provocó que se conserven los montes impidiendo que creciera nueva vegetación.

La porción que está siendo afectada directamente alcanza a un 35% del departamento que actualmente tiene un total 118.000 cabezas de ganado.

También existen algunos campos esparcidos en el resto del mapa de Río Colorado, que también pasan por una situación delicada, aunque van sorteando los obstáculos con alquileres de tierras que están disponibles en cercanías.

Desde el Programa ganadero Bovino a cargo de Santiago Villalba, conjuntamente con la Sociedad Rural local adoptaron rápidas medidas en un plan de contingencia para evitar pérdidas que pudieran afectar directamente al sector.

Se recomienda el destete precoz anticipado de los terneros y sacar las vacas viejas de la zona afectada.

Además se tomó como una medida dejar de engordar animales en el encierre comunitario de los ruralistas con una capacidad de 2.000 animales.

En cifras

Paradójico: lo que se quemó el año pasado hoy está mejor

Los campos que sufrieron incendios en 2016/17 rápidamente se recompusieron y quedaron con buenos pastizales, mientras que los campos donde el fuego no afectó se quedaron con montes tupidos que complicaron la llegada de nuevos brotes.

En esas zonas del monte todo quedó seco, hubo mortandad de plantas y posteriormente todo se “pudrió”. Los animales eso no lo comen. “Cuando los agarrás en la mano y lo presionás, todo se convierte en cenizas”, enfatizó Villalba, del Programa Bovino.

Después de una buena temporada los campos están mal, porque las precipitaciones que no fueron malas, llegaron fuera de época, lo que no permitió un acorde rebrote del pastizal.

Ahora todo está enfocado en cómo soportarán los campo durante el invierno, esperando que la primavera sea favorable para el sector.

Algunos productores con trayectoria señalan que la problemática con falta de forrajes afecta también la preñez de la vaca y desafía la decisión de recriar, anticipando un peso menor de faena y una posible liquidación del stock que impactará rápidamente en los ganaderos más chicos.

La disminución en la producción de pasto afectará el resultado de la cría, con terneros más livianos y también con menor preñez en servicios tardíos.

El corral de La

Rural

El corral está ubicado en el kilómetro 865 sobre Ruta 22, denominado “El encierre del chanco”, fue puesto en marcha a mediados del 2013 y cuenta con los equipamientos necesarios para brindar los suplementos alimentarios para el ganado que necesita o para la recría de los animales chicos.

Escenario complejo en la Región Sur

Los productores agropecuarios de la Región Sur, que también están pasando por una dramática situación como consecuencia de la prolongada sequía de más de una década, se están movilizando. Por estos días los productores están exigiendo soluciones de fondo, pero también medidas concretas que les permitan continuar trabajando.

Le solicitan al Ministerio de Agricultura de Río Negro que se desarrolle un plan de manejo de cría y de engorde, garantizando a pequeños productores trasladar sus animales. También que Senasa flexibilice los requisitos de marcas y guías para la comercialización minorista y que los técnicos concurran a los campos para garantizar las exigencias sanitarias.

Ojalá que sea una sequía temporal y no volvamos a repetir épocas pasadas. Pero somos conscientes de que los pronósticos no son alentadores, aunque esta vez el sector está más preparado”.

Santiago Villalba, del Programa Bovino

Datos

35%
de los campos de la zona están afectados por la ausencia o escasa cantidad de lluvias registradas.
118.000
cabezas de ganado están registradas en el departamento Pichi Mahuida.

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