Cómo siguen los 24 contactos estrechos de la docente que murió por hantavirus en Bariloche

El médico Víctor Parodi, a cargo del hospital Ramón Carrillo de Bariloche, aseguró que los 24 contactos estrechos de la docente que murió a causa de hantavirus no han presentado síntomas en las últimas 48 horas.

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Los alumnos que estuvieron en contacto con ella, algunos de sus familiares y compañeros que compartieron mate deberán cumplir 45 días de aislamiento.

“No tenemos que olvidar que el hantavirus es endémico para la zona andina. Hay meses de más riesgo. Vamos a tener entre 0 a 2, 3 o 4 casos por año. Después, se pueden dar eventos fortuitos como Epuyen o lo que pasó en Bariloche allá por 1995, 1996”, recalcó Parodi.

Tomando como ejemplo el brote de Epuyen, destacó la necesidad de cumplir el aislamiento. Los especialistas toman como parámetro el último mes de contacto con el paciente, por lo menos 4 horas en forma continua. Pero muchas veces, también se considera si la persona con hantavirus compartió mate o algún utensillo.

“Antes de Epuyén, se indicaban menos días. Ahora, una vez definido un caso positivo, se determinan los contactos estrechos y se los aísla aunque no presenten síntomas. Se van evaluando. Si no cumplen, se los denuncia por esparcir una enfermedad de carácter grave”, aclaró.

Ana Natalia Araya, la docente de 45 años que murió el último viernes por la tarde, había presentado síntomas cinco días antes. Llegó a la guardia del sanatorio San Carlos ya en estado grave, con una grave insuficiencia respiratoria. Hora después, los estudios confirmaron el resultado de hantavirus y murió en 24 horas.

“Muchas veces , el hantavirus empieza con dolor de cabeza, gripe. Un cuadro con síntomas asociados a la gripe. En este caso, se hizo un estudio de PCR para definir”, aseguró Parodi.

Tras el brote de Epuyén, los médicos del hospital de Bariloche detectaron buenos resultados con la administración de Ribavirina, una droga que se usa en casos de hepatitis B, a pacientes con hantavirus. Se comprobó que, en las etapas iniciales, de la enfermedad, reducía en un 70% la posibilidad de pasar a la etapa siguiente más grave, la fase cardiopulmonar.

En este caso, Parodi advirtió que “más allá del protocolo, hay condiciones particulares de los pacientes vinculadas al momento para administrar una mediación”.

Desde el sanatorio San Carlos aclararon que, en este caso, «la paciente entró grave y la Ribavirina se aplica con un diagnóstico temprano. La mujer había hecho una consulta en la guardia de otro centro de salud y la enviaron a su casa. Cuando entró al sanatorio, fue derecho a la Unidad de Terapia Intensiva».

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