«Cuando tenemos un relato, antes hubo una clase de ESI»: el rol de la escuela para develar los abusos en Neuquén
En la mayoría de los casos que llegan al Poder Judicial de la provincia, los niños y niñas afirman que pudieron reconocer las situaciones luego de aprender estos contenidos. La experiencia de una defensora, un fiscal y una jueza.
Una niña de 9 años llora durante una clase de Educación Sexual Integral (ESI). La maestra la retira del aula. La chica asegura que un hombre la hizo pasar a un taller mecánico, con la excusa de decirle un secreto, y la besó. Es un conocido de su familia. Mientras tanto una adolescente aprende en la escuela que las partes íntimas no se pueden tocar. Empieza a entender por qué la incomoda tanto el trato que le da la pareja de su mamá desde que tiene 4 años. Habla con sus compañeras y se da cuenta que es la única a la que le pasa.
Estos testimonios no son ficción. Forman parte de los hechos que se ventilan en los juicios por abuso sexual contra chicos y chicas en Neuquén.
«Cuando tenemos un relato, antes hubo una clase de ESI o una campaña, o algún tipo de información en la escuela que es lo que le permitió reconocer o visibilizar eso que estaba siendo vulnerado. En la práctica es así, y sobre todo cuando es intrafamiliar», explicó Paula Castro Liptak. Hace una década que trabaja como defensora de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente, primero como adjunta y ahora como titular. Su circunscripción abarca desde Las Coloradas hasta Chorriaca, la cuenca de Ruca Choroi, Aluminé, Las Lajas, Zapala.
En 2022 ingresaron 803 legajos de abuso sexual contra las infancias en las defensorías de toda la provincia, un 13% más en comparación con 2021. Hay una preeminencia de las niñas y adolescentes, que representan el 87% de los casos.
«Cuando hay confianza en las escuelas lo develan, o a partir de ahí es un disparador para que le cuenten a un amiguito. Generalmente cuando se empieza a visibilizar el respeto al cuerpo y a la intimidad. Ese respeto que tiene que ver con la educación sexual y que viene dado por la ley nacional a la que adhiere nuestra provincia», afirmó la defensora.
Justamente esta semana la ESI cumplió 17 años de vigencia. Obliga a los colegios públicos y privados a brindar contenidos adaptados a cada nivel en los que está incluido, entre otros temas, el cuidado del cuerpo y la salud (ver aparte). El Consejo Provincial de Educación de Neuquén, además, protocolizó una serie de indicadores para orientar la intervención del plantel docente cuando detectan una situación abusiva (ver aparte).
Desde las escuelas se comunican con las defensoras que son las que deben evaluar si piden las medidas cautelares de protección: la prohibición de acercamiento o la exclusión del hogar del agresor.
No siempre hay un relato organizado, a veces las señales son inespecíficas: un chico que se orina frecuentemente en el colegio, o llega cansado porque no durmió bien, está retraído o aislado, tiene cambios en su rendimiento escolar.
Castro Liptak valoró el rol docente. «Reconocemos mucho compromiso por parte de quienes advierten, acompañan y transitan con los chicos estos procesos también», señaló. Consideró que afrontar estas situaciones en pequeñas localidades, donde todo se conocen, «no es fácil». Sostuvo que muchas veces las maestras prestan declaración testimonial cuando el caso llega a juicio, porque son las que recibieron el develamiento.
Para la defensora muchas de las críticas públicas que recibe la ESI es producto de «una gran desinformación y muchas veces desconocimiento». «La verdad lo que hace es ayudar al reconocimiento y al restablecimiento de derechos», agregó.
El fiscal jefe de Neuquén, Maximiliamo Breide Obeid, que tiene a cargo la unidad especializada en Violencia contra las Mujeres, Diversidades y Delitos Sexuales opinó: «no debería nadie oponerse a justamente educar en el cuidado de la sexualidad y del cuerpo de los niños». Mencionó que en el 90% de los casos que involucran a las infancias el agresor es del entorno cercano de cuidado. «Sino es el padre, es la pareja nueva de la madre, o el abuelo, o el tío, o el primo, o la pareja nueva de la abuela», enumeró.
Patricia Lupica Cristo fue 10 años jueza penal, en Zapala y Cutral Co, y en 2023 asumió como integrante del Tribunal de Impugnación. Planteó que en las causas que le tocó resolver observó que la ESI permitió a los chicos y chicas «resignificar» y entender que lo que pasaron fueron situaciones abusivas. «En este universo de casos siempre ha estado como referente la escuela pública, en Cutral Co por ejemplo no hay escuelas privadas, que es donde más yo desarrollé mi función», manifestó.
Una programa con 17 años de vigencia
La ley 26.150, que creó la ESI, se sancionó en 2006. En 2018 el Consejo Federal de Educación estableció cinco ejes conceptuales que son la columna vertebral del programa: cuidar el cuerpo y la salud; valorar la afectividad; reconocer la perspectiva de género; respetar la diversidad y ejercer derechos.
Los contenidos deben dictarse en todos los niveles y modalidades del sistema educativo.
En el presupuesto 2023, la provincia le asignó al programa una partida de $9.470.286.
La ley Cielo, aprobada en 2020 por la Legislatura de Neuquén, se complementa con los lineamientos de ESI. Establece la capacitación obligatoria en violencia de género y ejercicio de las masculinidades a docentes y estudiantes de los establecimientos públicos y privados de la provincia.
Lleva el nombre de una de las víctimas de femicidio de la provincia, Laura Cielo López de 19 años. La fiscalía probó que quien la abusó, mató y descartó su cuerpo en el río Limay fue Alfredo Escobar, un joven que tenía 29 años cuando lo condenó un jurado popular.
El gobierno previó $6.000.000 en el presupuesto actual para la implementación de esta ley.
Protocolo de actuación en las escuelas
En 2007 el Consejo Provincial de Educación de Neuquén aprobó un «protocolo sobre maltrato infantil» que indica cómo debe ser la intervención del plantel docente y directivo ante estos casos. De qué manera reconocer señales en niños, niñas y adolescentes, y cuáles son las áreas, tanto de Salud como del Poder Judicial, a los que tienen que dirigirse.
Este documento se actualizó en 2019 con una resolución que describe una serie de indicadores de vulneración de derechos en la infancia. Allí establece, por ejemplo, que la escuela es un lugar de «escucha respetuosa del relato de un alumno que refiere haber sufrido alguna situación de maltrato o abuso» y tiene que estar acompañado de las acciones de comunicación para derivar a los organismos responsables.
No se debe «ignorar ni realizar juicio de valor acerca de la veracidad» de lo que expresa, «ni revisar el cuerpo» del niño, niña o adolescente, «ni interrogar». «La verificación de los hechos la deben realizar especialistas, de modo tal que no propicien la re victimización», remarca.
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