Femicidio de Cielo: «es un alivio, un descanso, lo demás sigue igual»

Lo dijo su papá, Eduardo, cuando finalizó el juicio. Por qué el caso encuadra como un crimen por razones de género.

Cuando la presidenta del jurado popular leyó ayer el veredicto que declaró por unanimidad culpable a Alfredo Escobar del abuso sexual y femicidio de Cielo López, nadie gritó. Melisa, su hermana, salió del recinto de la Legislatura, donde se desarrolló el juicio, subió las escaleras hasta los palcos y allí se abrazó con su papá, Eduardo. Estuvieron un largo rato así, entrelazados. La mano de él dibujaba círculos en su espalda. Ya afuera, dijo: “Aliviados, como quien dice, saben a lo que me quiero referir, ¿no? Gracias, es un alivio, un descanso, lo demás sigue igual, viste, mejorándonos nosotros día a día, que mis hijas salgan adelante”. Un puñado de mujeres del MTD que acompañaban en la entrada lo aplaudieron. “Cielo López, ¡presente!”, se escuchó.

El jurado, integrado por adultos jóvenes menores de 60 años, una composición a la medida de la emergencia sanitaria por covid-19, tardó 40 minutos en determinar la responsabilidad del único acusado por un crimen de género ocurrido hace exactamente un año y dos meses en Plottier. Escobar, de 29 años, fue condenado por haber violado a la joven el 13 de septiembre de 2019, asesinarla, mutilar su cuerpo y arrojarlo al río Limay, a la altura el paraje China Muerta. Permanecerá con prisión preventiva hasta marzo de 2021.

Antes de esa fecha se espera que se realice la audiencia para la imposición de la pena, que por el tipo de delito, será de prisión perpetua.

Ayer se oyó la voz de Escobar por primera vez, antes de que el jurado pase a deliberar. “Soy culpable de ocultar”, afirmó. En su relato mencionó que había tenido relaciones sexuales consensuadas, algo que quedó completamente descartado en la prueba generada en el juicio, tanto por las lesiones compatibles con una agresión sexual que evidenció la autopsia, como por las marcas de violencia en las prendas de la víctima.

Manifestó que otra persona cometió el femicidio y que él pidió que “sacara eso (el cuerpo de Cielo)” de la casa “porque estaban mis padres durmiendo”. Reconoció que había limpiado la escena y borrado el contacto de la joven de su celular esa misma noche. Nunca contestó por qué el forense que lo examinó encontró sus nudillos inflamados y un hematoma en la palma derecha de su mano.

Sobre la intervención de un tercero, señalada por Escobar, el fiscal Agustín García respondió: “cuando comenzó el caso nosotros no descartábamos nada, porque no se sabía qué había ocurrido, pero con las evidencias que se fueron colectando, los indicios, se los puso a consideración de distintos profesionales, de diversas áreas y el resultado es el que se vio durante el juicio: las declaraciones de criminalísticos que coincidían en el análisis, de médicos forenses, de pericias de ADN, de telefonía, era bastante contundente el cuadro probatorio”.

En su alegato de clausura, que duró una hora y tres minutos, García comparó al femicidio de Cielo con el que sufrió Ángeles Rawson en 2013. Explicó que tenía la misma modalidad de comisión: violencia por razones de género -expresada en la agresión sexual- y el posterior descarte del cuerpo. Planteó que Escobar ejerció control y sometimiento sobre una joven en el momento en que se impuso. “No le importó la autodeterminación, el consentimiento, la voluntad de la persona”, sostuvo el fiscal. Luego cometió el femicidio y con total desprecio se deshizo del cuerpo como si fuera un objeto. O como él mismo nombró en su declaración de ayer “eso”.

García mostró la foto de Cielo, y el abogado querellante la sostuvo en sus manos, cuando le solicitó al jurado “justicia, verdad y respeto por el otro, lo que no tuvo, ni tendría Alfredo Escobar.”

El defensor, Elio García, en ocho minutos y veintinueve segundos, alegó por la inocencia de su asistido, anticipando lo que sería después la declaración de Escobar que intentó colocarse en un rol secundario, como encubridor de un amigo.

Melisa salió de la Legislatura después que su papá. «¡Se va acabar, se va acabar, esa costumbre de matar!», cantaron. Cielo, que esta semana hubiera cumplido 20 años, fue la segunda víctima de femicidio en 2019 en Neuquén. La violó y asesinó un chico con el que había quedado en encontrarse. Ahí radica la desigualdad histórica: la de no poder ejercer la libertad de decir que no, sin ser dañadas.

El contexto de violencia por razones de género no siempre adopta las mismas características. Tampoco los femicidios, que son la forma más extrema en que se manifiesta.

Si bien en el 90% de  los casos las víctimas tienen un vínculo previo con el agresor, según el Registro Nacional de Femicidios de la Corte Suprema, porque se trata de parejas o exparejas, no es necesario que exista una relación previa para acreditarla.

Tampoco debe probarse que había denuncias previas, por una sucesión de hechos que pueden escalar en gravedad, o medidas de protección dictadas.

El femicidio de Cielo se produjo luego de una agresión sexual. No importa si era la primera vez que veía a Escobar o si lo había hecho antes, el crimen de género está marcado en la medida en que ella no presta consentimiento a esa relación, sea eventual o estable.

Su libertad sexual y su derecho a la autodeterminación se ven vulnerados en la medida en que otra persona, un varón, expone su voluntad de dominación y control sobre su cuerpo.

El asesinato posterior y la forma en que se deshizo de sus restos también hablan de esa superioridad y desprecio.

De acuerdo al Registro de la Corte en 2019 un 13% de las víctimas del país tenían entre 18 y 24 años, la franja de edad en la que se encontraba Cielo. En tanto Escobar se ubica en el rango más frecuente de los sujetos activos de femicidio directo que está entre los 25 y 34 años, con el 24% de los casos.

En lo que respecta a la franja horaria de ocurrencia coincide con el 40% que se desarrollan durante la madrugada y noche.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios