Dillom «voló» en Vélez: la noche que lo consagró con Pity, Lali y flequillos rolingas

El artista cerró la era de "Por Cesárea" ante un estadio repleto. Hubo una puesta en escena de película, invitados de lujo como Juanse y un mensaje sorpresa que hizo delirar a las 40 mil personas.

Dillom ya no es «la promesa» del trap; es el nuevo dueño de la narrativa del rock argentino. Este domingo, en un Estadio Vélez que latió como un corazón gigante, el artista firmó su página más gloriosa. Con un show que mezcló lo tétrico, lo emotivo y lo absurdo, despidió su disco «Por Cesárea» y se consagró como el referente absoluto de una generación que no le teme a la oscuridad.

Desde el primer minuto, quedó claro que no era un recital común. El centro del campo del Fortín fue ocupado por un corazón gigante que marcaba el pulso del show, mientras el escenario se cubría de telas colgantes que simulaban restos de placenta y piel humana. La estética gore, lejos de espantar, envolvió a las 40 mil personas en el universo conceptual del disco.


El «vuelo» de Dillom y una escena con Lali que descolocó a los fans en Velez


Uno de los picos visuales más impactantes ocurrió cuando el músico, en un despliegue de producción inédito para la escena urbana, sobrevoló la cancha sujetado únicamente por una veintena de globos. La imagen, que remitió a una versión oscura de la película Up, inundó las redes sociales en minutos y se convirtió en la foto de la noche.

La teatralidad llegó a su punto máximo con la entrada de Lali Espósito. Juntos interpretaron «La carie» en una performance donde ella, convertida en una suerte de entidad oscura, lo maquilló y caracterizó en vivo frente a la multitud. Fue el puente perfecto para unir el pop más disruptivo con el horror que Dillom propone en sus letras.


El aval de las leyendas: Pity Álvarez y Juanse


Uno de los momentos que paralizó el estadio fue la aparición de Pity Álvarez en las pantallas. El líder de Viejas Locas, en un video grabado desde Córdoba, le dio la «bendición» al joven artista: “Gracias por haber venido a hacerle la primera al amigo Dillom”, lanzó el Pity, desatando una ovación ensordecedora.

Minutos después, la mística del rock barrial se hizo carne con la entrada de Juanse. Juntos detonaron «Enlace», el clásico de los Ratones Paranoicos. “Es una leyenda, un gigante de la historia”, dijo Dillom antes de fundirse en un abrazo con el frontman.

Fiel a su estilo disruptivo, el cierre fue tan bizarro como inolvidable. Tras una versión solemne de «My Way» (a lo Frank Sinatra), Dillom bajó del escenario y, tijera en mano, les cortó el flequillo a sus fans en la primera fila, al mejor estilo «rolinga».

Visiblemente emocionado por la reprogramación que sufrió el show originalmente previsto para septiembre, el músico dejó un mensaje político y social: “Poder terminar el año así me llena de nafta. Entre tanto odio que hay, aprovechemos estos momentos en los que estamos unidos por la música”.


Dillom ya no es "la promesa" del trap; es el nuevo dueño de la narrativa del rock argentino. Este domingo, en un Estadio Vélez que latió como un corazón gigante, el artista firmó su página más gloriosa. Con un show que mezcló lo tétrico, lo emotivo y lo absurdo, despidió su disco "Por Cesárea" y se consagró como el referente absoluto de una generación que no le teme a la oscuridad.

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