El municipio de Neuquén quiere reubicar una toma para continuar el paseo costero, pero los vecinos resisten
Alrededor de 150 familias viven en el sector “Virgen de Luján” a la vera del río Neuquén. El municipio inauguró allí un mirador y pretende reubicar a los vecinos para continuar las obras.
El Paseo de la Costa del río Neuquén que sale desde el tercer puente y se interrumpe en el barrio privado Bocahue tiene su continuación en el Parque del Este, donde se instaló el año pasado el mirador de dos plantas a la vera de la calle Cosentino.
La continuidad del paseo costero hasta el puente carretero pide erradicar o reubicar una toma que, según datos conservadores, tiene 105 familias, ya que estiman que son unas 150 viviendo bajo la línea de alta tensión.
“Los de Bocahue también viven bajo la misma línea y tienen agua, luz y gas. ¿Para ellos no hay peligro?», se preguntaron.
En la toma Virgen de Luján no tienen ni medidor comunitario de luz, están “colgados” de todos los servicios.
El asfalto del trazado costero llega hasta la calle de tierra que se llama Virgen de Luján. De allí el nombre de la toma a lo largo de 800 metros entre el río Neuquén y Provincias Unidas o Sapere.
Hubo reuniones el fin de semana pasado, pero las vecinas no sacaron conclusiones de avances.
“En pandemia (2020) nos llegó un desalojo por carta documento a 70 familias”, recordó Gisella Villarreal, una de las mujeres que asiste a las reuniones con el municipio, la vecinal de Provincias Unidas y funcionarios de provincia. La mayoría de los intimados vive en casa de material, porque están allí hace 20, 30 y 40 años.
Luego hubo marcha atrás, un relevamiento que cifró en 105 las familias que vivían en el lugar y el inicio de negociaciones que involucraban la reubicación en una manzana cercana que estaba bajo dominio de Nación.
“La manzana de la vieja usina pasó de Nación a provincia, pero después no se avanzó en nada. No cabemos todos ahí”, dijo Gisella.
Agregó que en el barrio, salvo “dos o tres casos” la mayoría de tiene trabajos estables en los shoppings, panaderías, en Pollolín o en el municipio; por lo que no tendrían problemas en acordar el pago de una cuota de un terreno social.
Mientras algunos están dispuestos a un traslado al lote 34 donde les propuso el intendente Mariano Gaido junto con otros reubicados de la toma Casimiro Gómez, otras familias se resisten al traslado hacia un lugar “que se propone para unas 10 o 12 personas con platea. Tengo familia que los tiraron allá y no la están pasando nada bien”, sostuvo Gisella.
Sapere tendrá su paseo de la Costa en Neuquén
Bajo la línea eléctrica, arriba del gasoducto y en un paseo
La toma Virgen de Luján es una de las más antiguas de la capital, entre el monolito del “paso Fotheringham” y el coqueto mirador de dos plantas que inauguró el municipio el año pasado, a la vera del río Neuquén. Hay vecinos que tienen entre 20 y 40 años en el lugar.
Pero también hay familias que se asentaron hace ocho o diez que engrosaron la lonja de casas precarias a la vera del río, a uno y otro lado de la calle que le da nombre al asentamiento.
“Yo hice mi casa de madera porque sé que de acá me van a sacar, pero me crié por acá, mi mamá vive arriba (por Provincias Unidas) y yo estoy acá hace dos años. Pero acá hay gente de más de 30 años y tiene su casa hecha de material”, explicó Maira Ignacio, una de las habitantes de la población ubicada a uno y otro lado de la calle costera.
En esa tira de casas, ninguna de las viviendas es de material y casi todos construyeron en madera, a diferencia de sus vecinas y vecinos de enfrente, los que viven directamente bajo el tendido de alta tensión.
Uno de los diputados nacionales que está en campaña pasó la semana pasada buscando el voto y les advirtió de la peligrosidad del gasoducto bajo la casa.
Comentarios