Espacios que batallan contra los consumos problemáticos en Neuquén

Los Centros de Atención y Acompañamiento Comunitario son vitales para quienes transitan por los procesos de recuperación de las adicciones. Las voces de aquellos que están detrás.

Los adolescentes de Neuquén registran un consumo de alcohol a muy temprana edad, por debajo de la media nacional. Sus primeras experiencias con las bebidas alcohólicas comienzan a los 13 años.
El alcohol se encuentra primero en el consumo de los jóvenes, seguido por las bebidas energizantes, la marihuana y el tabaco, según los datos brindados por el subsecretario de Ciudad Saludable y Consumos Problemáticos de la provincia, Hernán Ingelmo.

El funcionario habló al respecto, menciono que hay que desnaturalizar el consumo y que es posible recuperarse. “A cualquiera le puede pasar y cuando eso pasa tenemos que tener una red comunitaria que sostenga”.

Los Centro de Atención y Acompañamiento Comunitario (CAAC) son dispositivos que se encuentran bajo un programa del Sedronar, con los que articula la subsecretaría. Algunos de ellos pertenecen a organizaciones sociales que trabajan el tema de consumos problemáticos hace tiempo, como Casa Pueblo de Cutral Co y Neuquén, Ni un Pibe y Piba Menos por la Droga de Centenario y Neuquén, Namun Tu de Zapala y Vientos de Libertad de Neuquén, Chos Malal y El Cholar, entre otras.

Ingelmo resaltó la importancia de tener una red de vínculos cercanos y un proyecto de vida, ya que contar con eso “hace que no tengas la necesidad de tener que estar apostado sobre una muleta química”.

Rocío Millaín, integrante de Vientos de Libertad agregó que “siempre hace falta el diálogo, la escucha y la contención” hacia las personas que atraviesan estas situaciones, como también acompañar en su trayecto para proyectar otra vida.

Romina Alarcón finalizó su proceso en la casa de convivencia de mujeres en Chos Malal, luego de un año y un mes. Antes de su paso por el lugar, mencionó que se sentía muy mal pero que en Vientos “me llenaron con mucho amor, construí muchas cosas y me encontré”. Hoy es coordinadora de la casa y acompaña los procesos de quienes ingresan para dar tratamiento a su consumo problemático.


En la casa de convivencia de varones en El Cholar, se encuentra Denis Sánchez quien también finalizó su proceso y en la actualidad es coordinador. En sus primeros dos meses de haber ingresado para dejar de consumir sintió que todo era un caos porque “estaba enfrentando mi vida sin consumo”, sin embargo, asegura que, gracias al apoyo y al amor que recibió en la casa “empecé a ver mi vida de otra manera, me estaba sintiendo libre y querido”. Hoy acompaña el camino de quienes ingresan a la casa brindándoles consejos y “haciéndoles entender que tienen un potencial hermoso”.

También están quienes aún continúan su proceso para salir del consumo problemático. En el caso de Lautaro, él está en El Cholar y mencionó que desde el espacio de Vientos de Libertad “te ayudan hasta que te puedas autosustentar y empezar a valorarte”. Su paso por la casa le brindó que pueda volver a vincularse con su familia, retomar los estudios secundarios, conseguir trabajo y poder sostenerlo en el tiempo. “Jamás lo pensé hacer por no sentirme capaz, pero me va re bien”, confesó y destacó que quienes trabajan en esos espacios lo dan todo a cambio de nada.

Quienes abordan esta temática como quienes transitan estos procesos coinciden en la importancia de la palabra como herramienta, el acompañamiento de los vínculos y el poder apoyarse en proyectos de vida para que sea posible sostener la salida de los consumos problemáticos.

“Contar con vínculos cercanos y un proyecto de vida hace que no tengas la necesidad de estar apostado sobre una muleta química”.

Hernán Ingelmo, subsecretario de Ciudad Saludable y Consumos Problemáticos.

“Estaba enfrentando mi vida sin consumo. Al ingresar a la casa y gracias al apoyo y el amor que recibí empecé a ver mi vida de otra manera”.

Denis Sánchez de la casa de convivencia de varones de El Cholar.

Vientos de Libertad, un espacio para salir adelante


En Neuquén funciona hace varios años Vientos de Libertad, un espacio dentro de la organización del Movimiento de Trabajadores excluidos que acompaña a las personas que se encuentran transitando un proceso de consumo problemático y solicitaron ayuda para cambiar sus vidas.

En la provincia cuentan con cuatro centros barriales y dos casas convivenciales. En la Capital, el centro barrial “La Casita” se ubica en el barrio Confluencia, sobre la calle Moquehue al 1.228.

Rocío Millaín, integrante de la organización, señaló que el espacio surge como respuesta política frente a la falta de las mismas por parte del Estado. Allí buscan acompañar a las personas de forma integral porque “es la manera de mirar las vidas que queremos, que proyectamos y soñamos” mencionó “Chipi”, integrante del mismo espacio.

Las personas que se encuentran en estas situaciones muchas veces no cuentan con proyectos de vida. Por eso, desde “La Casita” ofrecen talleres de oficio y espacios de escucha, para acompañar esos procesos y la búsqueda de los proyectos de cada uno. Cuentan con talleres de electricidad, herrería, costura, huerta, peluquería, espacios de escucha grupal e individual, además de contar con un equipo interdisciplinario conformado por una psicóloga y un trabajador social.

Rocío señaló que asisten más de 50 personas. Estos espacios también cuentan con coordinadores y referentes que tuvieron consumos problemáticos pero que salieron de ellos, y que “sienten la necesidad de querer ayudar a otro que estuvo en la misma”. Aseguran que cuentan con resultados muy favorables y enriquecedores.

El trabajo en equipo es el motor de estos centros que además, se enriquecen y retroalimentan con las experiencias de quienes pasaron por consumos problemáticos y que hoy ya superados, tienen era mirada solidaria de ayudar al otro, en base a sus propio aprendizaje.

Dato

81
consultas por consumos problemáticos realizaron menores de 17 años a la línea 141, entre el 19 de marzo y el 15 de mayo de 2020.

La última encuesta y la que se viene


Actualmente se encuentra en desarrollo una encuesta del INDEC y Sedronar, para actualizar los datos sobre consumos problemáticos en la provincia. El estudio tendrá sus resultados para marzo del 2023.

A través de él, se buscan definir los diferentes patrones de uso, el perfil socio demográfico de quienes tienen consumos problemáticos, cuál es la demanda de servicios y tratamientos, entre otros ejes.

El último informe que se obtuvo de este tema, se realizó durante la pandemia entre el 19 de marzo y el 15 de mayo, sobre consultas recibidas a través de la Línea 141. En total, se recibieron 1.462 consultas de las cuales 370 (25,3%) fueron realizadas por quienes consumen, mientras que 1.092 (74,7%) fueron las consultas para terceros.

Durante ese lapso, se recibieron 81 consultas en total de menores de 17 años, mientras que la franja etaria de 18 a 30 años, tuvo 706 y fue la que mayores consultas realizó.

Con respecto a los motivos de las mismas, los jóvenes de 17 años o menos, señalaron las inquietudes por el tipo de vida como primer motivo y la agresión a terceros como segundo. Los de 18 a 30 años, mencionaron los trastornos crónicos.


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