Hay 43 niños en Familias Solidarias en Río Negro: la experiencia, en primera persona

"Te quedás con la satisfacción de que hiciste un montón por nenes que antes no tenían nada”, dijo una mujer de Roca que ya recibió a cinco chiquitos en su casa. El programa de Senaf fue creciendo y es Ley. Estadísticas y el rol de la justicia en casos de adopción posterior.

“Los nenes vienen tan golpeados desde lo emocional, lo psicológico que la idea de cambiar esa realidad, nos motivó. Poder ayudar a los chiquitos que lo necesitan, siempre con la idea de que no caigan en una institución, que puedan seguir en una casa, con una familia, donde se los contenga, se les respete, poder cambiarles sus vivencias”, contó Florencia, una joven de Roca integrante del programa de Familias Rionegrinas Solidarias (FRS), quien lejos de tener un familia tipo, llevó adelante la tarea de cuidar a cinco niños y bebés junto a su madre y su hermana, pilares fundamentales en el proceso. 

Con 26 años, se anotó en el registro que lleva adelante la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) hace más de diez años. Las tres mujeres se conformaron como familia de acogida temporal para niños, niñas y adolescentes.

Primero, recibieron en su casa durante unos días a dos hermanas de 1 y 6 años; luego a una nena de 3 años y un bebé de 3 meses a quienes tuvieron durante dos años y seis meses con estadía prolongada, quienes también eran hermanos. La última vez, cuidaron de un preadolescente de 11 años y ahora están en período de descanso. 

Se trata de chicos menores de 18 años que, por una medida excepcional, debieron ser separados de su núcleo familiar circunstancialmente. La Senaf adopta la medida de protección excepcional de derechos cuando se agotaron todas las medidas de protección integral y la separación de los niños de su medio familiar es imprescindible. Muchos casos de negligencia, abusos sexuales y/o maltratos intrafamiliares son los desencadenantes.

Les dieron cuidados, alimento, contención, afecto, pero un día, estos chicos siguieron su camino y abandonaron la casa de acogida. Es que la familia transitoria cumple su rol hasta que se resuelve la situación de esa persona por ser menor de edad.

Foto: archivo Florencia Salto.

Si vuelven con su familia de origen porque hubo un cambio, eso lo determina Senaf y si no es posible revincularlos con alguien de su familia o vínculo cercano, la justicia resolverá que ese chico pase a adopción y hasta que eso suceda, continuará en tránsito (institucionalizado o con otra familia solidaria). 

Según estadísticas oficiales de Río Negro, al 1 de febrero de 2023; hay 43 niños, niñas y adolescentes en acogimientos en toda la provincia, de los cuales 11 tienen iniciado expediente judicial con fines adoptivos. 

El promedio mensual del último semestre de 2022 fue de 41 familias solidarias por mes, desde julio a diciembre, cerrando el año con 37. Antes de la pandemia, en 2019, el programa tuvo gran cantidad de inscriptos con el récord de 300 familias postuladas en Cipolletti y 120 en Viedma, por dar ejemplos, luego de la pandemia hubo un descenso.

Desde 2021 a enero de 2023, hubo 180 familias anotadas de las cuales fueron descartadas 80 y hay 50 evaluadas con posibilidades a completar el proceso, según información que brindaron a este medio. “De cada 10 familias, dos seguramente van a quedar en condiciones de iniciar el proceso de acogimiento”, según estadísticas promedio que brindó Susana Fierro, subsecretaria de Primera Infancia de Senaf en diálogo con RIO NEGRO.

La experiencia en primera persona


“Llega un momento en el que esto se termina y no es para siempre. Es tremendo lo que se siente, vacío, tristeza, pero todo eso se supera. Te quedás con la satisfacción de que hiciste un montón por nenes que antes no tenían nada”, reveló la joven roquense.

“Desde lo personal la experiencia es muy enriquecedora, la verdad es que uno se enamora de las infancias. El corazón te queda rebalsando de amor”, dijo y aclaró que desde un costado negativo, puede decir que no es sencillo el desapego, ni tampoco el ver falencias institucionales del Estado en su conjunto.

“Yo siempre lo vi como un aporte en esto que nos corresponde a los adultos, que es proteger y cuidar a los niños, colaborar y cambiar realidades (…) no de maternar o tener hijos”

Florencia, integrante de Familias Solidarias

Afrontar la economía y las necesidades de esos niños muchas veces en soledad, o requerimientos que van más allá de lo que la familia de tránsito puede dar; también el tema de los plazos, que se prorrogan a veces porque no se resuelve rápido los trámites y expedientes en cada caso.  

“Uno sabe que hacen lo que pueden con las pocas herramientas que tienen; y la verdad es que terminamos todos haciendo malabares para poder solventar algunas necesidades de los chicos”, criticó la mujer.  

Evitar que el niño sea institucionalizado


En una entrevista con RIO NEGRO, la titular de Familias Solidarias, Susana Fierro, explicó que el programa es pionero a nivel nacional y que sus profesiones integran la Red Federal de Acogimiento Familiar a nivel nacional. A su vez, la provincia fue una de las pocas seleccionadas para estudios de Unicef.

“Hay un trabajo previo, durante y después del proceso de acogimiento. El programa no es solo hacer una convocatoria y largar un flyer, hay un trabajo constante. Hay conversatorios, acompañamiento de los equipos técnicos hacia las familias, surgen dudas, inquietudes. Hay familias activas (41) y familias evaluadas (50) que si reúnen las condiciones ingresan al proceso”, explicó la funcionaria.  

“Evitamos que el niño, niña o adolescente sea institucionalizado. La primera variable es trabajar con algún referente significativo o algún referente familiar de familia extensa, cuando esa situación no está garantizada, apelamos a los equipos territoriales del programa para que puedan lanzar una convocatoria para ese niño. En algunos casos es rápido, en otros pasan días hasta que se presentan los interesados”, explicó.

La funcionaria garantizó que hoy no hay niños en lista de espera, ya que se vela por actuar con premura ante casos de niños cuyos derechos han sido vulnerados. “No podemos esperar, ese niño no puede esperar”, sentenció. 

“Trabajamos fuertemente el desapego desde el minuto 1”, aseguró la subsecretaria. Si se avizora algún riesgo de apego y planteos de adopción el equipo técnico puede ordenar el cese del acogimiento. 

El programa como modalidad ya tiene más de una década en Río Negro pero solo estaba en Roca y Cipolletti, hoy esta en 9 distritos y abarca todo el territorio ante la demanda que fue creciendo año a año y que requirió la descentralización del programa. En 2020, la legislatura de Río Negro lo convirtió en Ley, con una partida presupuestaria asignada anual de 40 millones de pesos. 

El rol de la justicia


Desde el punto de vista judicial, la jueza de Familia Moira Revsin, de la Unidad Procesal de Familia N° 11 de Roca; habló sobre la intervención que realizan en estos casos tan complejos.  

“La intervención del juzgado busca controlar si lo que se hizo (a través de la Senaf) es beneficioso o perjudicial para el niño, niña o adolescente”, dijo. Hay un “doble control” para evitar la vulneración de derechos y actos ilegales como la trata. El Poder Ejecutivo es el que organiza y el poder judicial, el que controla que se garanticen los derechos. 

En el caso de los niños cuyas familias de origen no están en condiciones de revertir la situación que dio origen a la medida excepcional y no puede retomarse la convivencia; Senaf presenta ante el juzgado una declaración del estado de adoptabilidad. A partir de allí se inicia un proceso judicial en el que se dicta una sentencia. Si se declara el estado de adoptabilidad y solo cuando este queda firme, se buscan familias adoptivas. 

Revsin explicó que hay ocasiones en las que faltan familias candidatas ya sea porque hay pocos inscriptos o porque no cumplen con los requisitos. “Hoy por hoy, hay más requisitos que los que había antes (para adoptar)”, aseguró.  La magistrada dijo que el sistema debe salir a la búsqueda de familias para casos muy puntuales en los que no hay candidatos.

Quienes pueden postularse


La convocatoria para ingresar al programa FRS está siempre abierta y es voluntaria en Senaf. Una vez que la familia se postula, se los convoca a una charla informativa, donde ellos mismos definen si siguen adelante o no con el proceso. Luego vienen entrevistas colectivas, individuales, visitas a casa y evaluaciones en las que interviene un equipo técnico conformado por psicólogos y trabajadores sociales. 

Se pueden postular para ser familias solidarias parejas, personas individuales, familias monoparentales y de la diversidad sexual; siempre y cuando todos los miembros estén de acuerdo, estén dispuestos a trabajar con un equipo de profesionales en todo el proceso y que su intención no sea adoptar. No deben estar inscriptos en el Registro Único de Aspirantes a Guardas con Fines Adoptivos (Ruagfa).

Las familias solidarias de Río Negro en funciones reciben una Tarjeta Precargada Social Cabal con  alrededor de 35.000 pesos mensuales con el fin de colaborar en la cobertura de las necesidades durante el tiempo que dure el acogimiento. 

A dónde inscribirse


Por dudas o consultas, las familias pueden comunicarse por los Facebook de Familias Solidarias o escribir al mail  familiasrionegrinassolidarias@gmail.com. El Programa tiene presencia en 9 localidades de nuestra Provincia. 


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