La contaminación y la salud del río Negro bajo la lupa: investigar, invertir y educar

Con las crecidas de los ríos, la cantidad de agua se mide a diario, pero el estado ambiental es deuda pendiente. La justicia federal sorprendió con allanamientos en Roca y Allen, y se abre una expectativa. Un proyecto innovador en la región, como vía de solución a la contaminación.

Los ríos de la región han dado qué hablar en el último tiempo por las constantes crecidas, la magnitud del caudal y el riesgo de inundaciones; pero detrás de esto, hay un punto que reflota e inquieta cada año y es la calidad del agua de nuestros ríos. Un interrogante que lleva varias décadas en la región.

La noticia de una investigación judicial en marcha tras una serie de allanamientos de la Policía Federal en las plantas de líquidos cloacales de Roca y Allen días atrás, trajo la expectativa de empezar a responder algunas preguntas sobre la contaminación del río Negro, de manera oficial.

Las denuncias sobre desechos de líquidos cloacales hacia aguas que desembocan en el río Negro no es nueva, pero si la producción de prueba es un hecho novedoso ya que no se habían reportado diligencias de campo en el marco de un amparo ambiental, según la información que pudo recabar Diario RIO NEGRO.

Se trata de una investigación iniciada en julio por el supuesto vertido irregular de residuos en aguas que desembocan en el río Negro que está en manos de la Fiscalía Federal de Roca. Aún no hay mayores detalles sobre el expediente, solo que está vinculado a la infracción de la Ley General del Medio Ambiente N° 25.675 y la Ley de Residuos Peligrosos, N° 24.051.

“De los resultados de las diligencias, se reunieron elementos probatorios suficientes para continuar con la línea de investigación”

Fuentes Justicia Federal tras allanamientos en plantas de Roca y Allen

Lo cierto es que solo la justicia federal puede investigar el cauce de los ríos porque son ámbitos interjurisdiccionales, según la Ley y hasta ahora no hay precedentes ni fallos que alumbren sobre esta situación que preocupa y afecta a todos los habitantes del ecosistema.

Desde el Municipio de Roca, informaron que colaboraron con esa causa. “Se tomaron muestras (en mayo de este año) a partir de una solicitud de colaboración que realizó la Justicia Federal al Municipio de Roca”, explicaron. Motivados por ese pedido, realizaron un estudio de alcance parcial.

“Se realizó en tres muestras por duplicado en un intervalo de 700 metros a 7.9 y 8.6 kilómetros río arriba del club Náutico. Allí se encontró la presencia de la bacteria Escherichia Coli y pseudomonas aeruginosa, ambos microorganismos patógenos”, informaron desde el Ejecutivo local a Diario RIO NEGRO.

Si bien son indicadores preliminares, las muestras tomadas este año en Roca terminaron ratificando lo que ya se había señalado en 2019 mediante estudios científicos de la región. En cuatro años el problema se mantuvo.

El “Informe sobre el Estado Ambiental del Río Negro” coordinado por la licenciada Nathalia Migueles y elaborado por científicos de la Universidad de Río Negro; alertaba sobre la contaminación en la cuenca de los ríos Limay, Neuquén y Negro.

Contaminación del río Negro: Un problema central


Según investigadores rionegrinos, el problema principal de impacto ambiental del río, es en cercanía a las urbanizaciones y tiene que ver con cómo llega el agua de las plantas de líquidos cloacales. Muchas plantas están conectadas a los canales de desagües como en Roca, Allen y Cipolletti.

“Los canales de desagüe se diseñaron para colectar el excedente de riego en las chacras, pero algunos también colectan efluentes de las plantas de tratamiento que a veces pueden no funcionar del todo bien”, señaló Pablo Macchi, doctor en Ciencias Naturales e investigador de Río Negro. Eso deberá ser materia de investigación ya que los profesionales y biólogos pueden hablar de cómo está el río en términos científicos, pero ya no sobre cómo están las plantas de tratamiento de la región.

Macchi también es investigador del Instituto de Investigación de Paleobiología y Geología de la Universidad Nacional de Río Negro y ya había advertido sobre “sitios críticos con degradación de la calidad del agua”. Según este informe de la Casa de Estudios, los sitios críticos son Cipolletti, Fernández Oro, Allen, General Roca, Chichinales, Pomona, Carmen de Patagones y la Paloma.

Contaminación del río Negro: Estudios de la región


“Los resultados reflejaron el ingreso de contaminantes de múltiples fuentes, principalmente en el tramo del Alto Valle, siendo relevantes los asociados a un uso del suelo urbano, industrial y productivo”, se aseguró entre las conclusiones de ese informe.

En la evaluación, se encontraron bacterias de origen fecal, enterococos y E Coli. “En ambos momentos superaron el estándar de calidad utilizado en más del 50% de los casos”. También, agroquímicos e hidrocarburos o descargas de productos derivados del petróleo a partir de galpones, estaciones de combustible y lavado y mantenimiento de vehículos.

Sobre los pesticidas, “Endosulfan” fue uno de los compuestos organoclorados más abundantes detectados en la cuenca y su producto de degradación, el sulfato de Endosulfán -el cual es más tóxico y más persistente-, fue hallado en el 85% de las estaciones, sugiriendo un amplio grado de utilización y permanencia en el recurso.

Desde el Departamento Provincial de Aguas (DPA) en agosto de 2016 se había publicado un trabajo sobre la calidad del agua del río Negro, donde se hizo la medición de diferentes agroquímicos. “Los plaguicidas de uso agrícola detectados en los drenajes estuvieron, o en niveles traza o cuantificables, pero en concentraciones que no implican un riesgo para la salud humana ni para el desarrollo de la vida acuática”, plantaron en ese entonces. Consultadas autoridades del DPA sobre la actualidad de los monitoreos, no dieron datos hasta el momento.

Hasta ahora no existe un estudio que pueda definir la principal fuente de impacto. Lo cierto es que el crecimiento urbano e industrial han afectado la calidad del agua del río por los residuos que llegan a él.

“El estudio ambiental del río Negro demostró que es un río que refleja las actividades antrópicas de la cuenca. En este sentido se vio que el río en algunos sectores, cercanos a los desagües PII de Fernández Oro y PV; Roca; tiene una alta carga bacteriana (evidencia aportes de efluentes urbanos) y mayores concentraciones de Nitrógeno y Fósforo (evidencia aportes efluentes urbanos y agrícolas)”, dijo el biólogo.

“Los efectos de la sequía de los últimos diez años han generado menores caudales de agua. También el río ha sufrido invasiones biológicas como la carpa y la almeja asiática que afectan la dinámica del ecosistema. Estos factores han hecho que la problemática se acentúe”, reveló Macchi.

Amparo

2017
El Municipio de Roca elevó ese año un amparo contra Aguas Rionegrinas y DPA. Se definió competencia federal parcial.

Contaminación del río Negro: Transporte de plásticos


El río Negro y todos los de la región también está contaminado de plásticos, un tema ya de relevancia mundial. Este tipo de contaminación, también afecta a todos los procesos del río. “Los plásticos que hay en el río van a parar al mar. Nuestros ríos son cadenas transportadoras de plásticos del océano”, problematizan los científicos, y esto no es ya problema de las plantas, sino de los ciudadanos que arrojan basura. “Hay que empezar a tener cuenta que el esfuerzo es de cada uno”, dijo Macchi.

La realidad es que el río Negro tiene múltiples fuentes de “degradación”, pero también hay vías para solucionar. Un proyecto científico gestado en la región que tuvo alcance nacional, podría ser el motor de una posible solución a largo plazo.

La necesidad de profundizar y extender el estudio del agua del río a fin de llegar al foco de contaminación y erradicarlo, es un nuevo llamado a las autoridades competentes.

La contaminación ¿es reversible?


Para los especialistas, los signos de degradación de la calidad del agua son reversibles, con planes y medidas concretas. En primer lugar, lo que se necesita es una “fuerte inversión en tecnología” desde el Estado a la par de la “educación ciudadana”, dijo Macchi; ya que los habitantes de las ciudades somos generadores de residuos y en ocasiones las plantas de tratamiento dejan de funcionar por los residuos que se arrojan a las cloacas.

Inundaciones en la costa del río Negro por la crecida de los ríos. Fotos: Alejandro Carnevale.

La Universidad de Río Negro y el INTA están trabajando en conjunto con el Departamento Provincial de Aguas en un proyecto de reutilización de agua de efluentes para riego forestal evitando que regrese al río, es decir, lo que se conoce como “Vuelco cero”. Este proyecto abarca cuatro localidades en la provincia, una de ellas en la planta de J.J. Gómez en Roca.

Además, la conformación de un equipo multi e interdisciplinario de los organismos que tienen injerencia en el estado ambiental del río Negro, sigue siendo una necesidad para la formulación y ejecución de un programa estratégico de uso del recurso hídrico.

Biomonitoreo Ciudadano: un proyecto innovador


El “Proyecto BIOMCI” Biomonitoreo Ciudadano de Ríos y Arroyos de la Patagonia, gestado en la región patagónica representa una punta de solución a la problemática de la degradación del agua de los ríos. Coordinado en la Universidad Nacional de Río Negro, cuenta con la participación de científicos de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral y muchos otros actores sociales e instituciones de Neuquén y Río Negro.

“Estamos generando herramientas para empoderar a los ciudadanos y que ellos puedan monitorear la calidad del agua del río, generar un mapa ambiental a nivel global de ciencia ciudadana”

Pablo Macchi, doctor de Ciencias Naturales, Instituto de Investigación de Paleobiología y Geología de la UNRN

Fue uno de los 36 proyectos ganadores de la convocatoria “Fortalecimiento y promoción de proyectos de Ciencia Ciudadana” del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Nación en conjunto con el Centro Cultural de la Ciencia. Fue entregado en el primer Encuentro Nacional de Ciencia Ciudadana que tiene el lema “Ciudadanía científica para fortalecer la democracia”.

El proyecto en sí plantea la creación de mecanismos de participación ciudadana en el monitoreo de la calidad del agua en ríos y arroyos, en este caso concreto, utilizando macroinvertebrados acuáticos. Los datos obtenidos por los científicos (ciudadanos) se registran en un mapa ambiental de acceso público (www.biomci.ar), que permite ampliar y socializar el conocimiento de la calidad del agua.

La idea es que esta información pueda ser utilizada por los organismos de gestión hídrica como un sistema de alerta temprana, para identificar rápidamente sitios críticos y tomar medidas para mitigar los impactos.

El proyecto está a cargo de Pablo Macchi, investigador del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG) de la UNRN. Se sumaron también desde la Dirección de Biología Acuática de la Subsecretaría de Ambiente de Neuquén, el organismo de Control de San Martín de los Andes, comunidades de pueblos originarios, escuelas de Nivel Medio, asociaciones y clubes de pescadores.





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