La pasión por la fotografía y las aves impulsa al grupo de observadores en Plaza Huincul 

La pasión por la fotografía y el gusto por los animales en su estado natural, con un entorno que ofrece la posibilidad de un registro unió a dos vecinos para conformar el grupo de integrantes del grupo Aves de Plaza Huincul y Cutral Co. Las salidas al campo y el coincidir o cruzarse en los mismo sectores hizo que se animaran a conformar el grupo y hoy, de manera virtual tienen 500 miembros.

Las cámaras y los trípodes listos en una de las pasarelas de acceso en el paseo histórico La Pasto Verde es el lugar elegido para transmitir el entusiasmo por las aves de la zona. Mientras discurre la charla, Silvia De Otaño y César Echeverría -de ellos se trata- explican que las mejores temporadas para registrar aves es ésta, el otoño y la primavera porque “es el momento de las migraciones”.

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Silvia logró dedicarle más tiempo cuando accedió a la jubilación (fue concejala, intendenta y diputada provincial) y toda esa energía la vuelca ahora a tomar su cámara, salir a los alrededores y capturar pájaros.

“Un día nos encontramos en las chacras, viendo pájaros y charlando nos dimos cuenta que entre él y yo teníamos los registros de la gran mayoría de las aves que se ve en la zona”, explica Silvia. César apostó a que debía publicarse. Crearon la página en Facebook con una expectativa relativa, sin embargo, la respuesta fue muy creciente. “La gente de manera inquisitiva nos pregunta si es cierto que ese ave es de la Pasto Verde o de Laguna Colorada. En muchos casos, no nos creen. En otros nos llaman para pedirnos el registro”, cuenta Silvia.

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Recuerdan que desde Zapala se contactaron porque vieron publicado un “cardenal copete rojo” que no estaba descripto mundialmente para esta zona: “No llegaba ni a este sur, ni a este oeste por lo que salimos en una publicación científica. Esos aportes que podemos hacer son sumamente gratificantes”, agrega.

“En realidad, lo que nos produce verdadero placer es sacar la foto y poder dar a conocer las aves que tenemos. El hacer una que otra contribución científica es un plus”, menciona la exintendenta.

César cuenta que si vinculación fue porque toda la vida trabajó en el campo (fue petrolero) y se dio cuenta que tenía una colección de fotos de “pájaros”, pero no hacía distinción entre uno y otro. Hasta que un día viajó a Las Lajas y conoció al Club de Observadores de Aves -COA- y aprendió a conocer e identificar, pero el lema es que se pueda proteger las aves porque en los recorridos encuentran a muchas que están muertas.

Para las salidas organizadas, se agrupan conforme la afinidad que encuentran. Recuerdan que es una actividad de “mucho silencio, mucha paciencia, hay que saber cómo moverse, tomar distancia y aprender a afinar el ojo”, mencionan.

Aunque el mayor registro es de aves, tampoco dudan cuando hay otros animales. Por ejemplo, los zorros y hace un tiempo registraron a dos hurones. César explica que la idea es también “aportar para recuperar y conservar nuestra zona porque está muy diezmada. Para que eso ocurra primero hay que conocerlas”.

En las salidas -que son gratuitas- la consigna es salir a mirar aves, el que tiene cámaras de fotos la lleva, los que tienen celulares también, o binoculares y registran todo lo que observan.

Además, fueron convocados a participar en el censo anual de aves acuáticas del parque nacional Laguna Blanca, y también para el relevamiento de Los Barreales.

Los integrantes cuentan que tienen una “vedette” en la zona y es el “gallito copetón”. Hay muchas personas que vienen a buscarlo y registrarlo a la zona. También una garza mora que pasó por la zona y fue registrada en la zona de chacras; los primeros carpinteros reales en la zona forman parte de estos registros. Las bandurrias patagónicas lograron ser captadas a pesar de intentar mimetizarse.

Los mejores lugares para los registros son la zona de chacras, laguna Colorada y la Pasto Verde.