Menos pantallas, más juegos: la movida del hospital de Lamarque para las infancias
Los profesionales detectaron que entre el 70 y 80% de las derivaciones son al oftalmólogo "por uso y abuso de pantallas". Pusieron en marcha un rincón con juegos, donde además se puede leer y dibujar.
En un mundo atravesado por la tecnología, muchos padres acuden a las pantallas para mantener a los niños entretenidos. Da resultado porque las pantallas cautivan por completo la atención, pero estudios sobran: el impacto es negativo.
Bajo el lema «Más juego, menos pantalla«, el hospital Área Programa de Lamarque inauguró el “Rincón de Descanso de Pantallas”, un espacio infantil pensado para los niños que aguardan una consulta médica.
La idea nació del equipo de salud porque, a través de los controles de niños sanos, las visitas domiciliarias y Salud Escolar, se detectó que entre el 70 y 80% de las derivaciones son al oftalmólogo «por uso y abuso de pantallas».
«Muchas veces, vemos a las mamás esperando con bebés de 6 meses con el celular en el que les ponen algún dibujito o una canción. Científicamente está comprobado que los niños hasta los 2 años no deberían tener contacto alguno con las pantallas. Y de los 2 a los 5 años, no deberían exceder más de una hora diaria», expresó la jefa del Departamento de Actividades Programadas para el Área (DAPA), Verónica González.

Ese fue el puntapié para que el equipo que dirige Natalia Rodríguez materializara una propuesta para que el niño que asiste al control de salud pueda jugar, leer, dibujar o pintar sin necesidad de recurrir a una pantalla. Al menos por un rato.
El espacio incluye juegos didácticos, recreativos, rompecabezas y muñecas y se habilitó en el hall del hospital, en el sector de los consultorios externos.

«El día de inauguración del rincón teníamos 15 niños aguardando en el consultorio. Se hizo un chocolate, los chicos se entusiasmaron con los juegos y no se querían volver a la casa. Es algo tan básico, pero que se ha perdido y apuntamos a recuperarlo«, señaló Rodríguez, la directora del hospital, al tiempo que agregó: «Hoy lo más común es que los padres le den un celular a los chicos con juegos».
Andrea González, enfermera de Atención Primaria del hospital, recalcó que, en las visitas domiciliaras, también notan que los chicos perdieron el hábito del juego. «Están mucho más expuestos al sedentarismo y tampoco se concentran en el estudio. Por eso, hacemos mucho hincapié entre sus madres en la necesidad de fomentar el juego en las escuelas, en las casas y en los espacios públicos», señaló.

Advirtieron que otro efecto negativo en el abuso de las pantallas por parte de los más chicos es el problema para conciliar el sueño, la dificultad para prestar atención y el desarrollo del lenguaje y, la interacción con otros pares. «Se encierran tanto en uso del teléfono o el televisor que empiezan a aislarse y se contactan cada vez menos con otros chicos. Sabemos que es más cómodo entretener a los chicos con la pantalla. Pero se trata de sacarlos de ese lugar y que los adultos interactúen y compartan más tiempo con los niños. Si les das un juguete, juegan», señaló Natalia.
Por su parte, la estimuladora Paola Mogrovejo insistió en el rol de los adultos: “A veces el niño cuando es más grande ya logra jugar solo, pero a temprana edad siempre tiene que haber otro que acompañe”.
La necesidad de una dosis de aburrimiento
La Organización Mundial de la Salud recomienda que los bebés menores de 2 años no pasen tiempo frente a las pantallas y no más de una hora al día para los niños de 2 a 4 años.
Unicef, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, sugiere que “los niños pequeños necesitan su dosis de aburrimiento. Les enseña cómo lidiar con la frustración y controlar sus impulsos”. Plantean que si los niños pequeños están siendo estimulados constantemente por las pantallas, “olvidan cómo confiar en sí mismos o en otros para entretenerse. Esto conduce a la frustración y dificulta la imaginación y la motivación”.
Por otro lado, desde Unicef dieron a conocer una investigación que ha demostrado que el tiempo frente a la pantalla inhibe la capacidad de los niños pequeños para leer caras y aprender habilidades sociales, “dos factores clave necesarios para desarrollar empatía. Las interacciones cara a cara son la única forma en que los niños pequeños aprenden a entender las señales no verbales y a interpretarlas”.
En un mundo atravesado por la tecnología, muchos padres acuden a las pantallas para mantener a los niños entretenidos. Da resultado porque las pantallas cautivan por completo la atención, pero estudios sobran: el impacto es negativo.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios