«Limay», el guanaco que cayó al río en Neuquén, se reencontró con los suyos en una hermosa postal
El viernes el animal apareció en el río Limay de Neuquén. Tras días de monitoreo veterinario, fue liberado en su habitat.
A plena luz de la tarde del viernes, en el río Limay de Neuquén, un guanaco sorprendió a quienes paseaban por la costanera. La escena fue insólita y preocupante: el animal había caído al río y, desorientado, estaba intentando salir. Lo que siguió fue un operativo de rescate que terminó con el ejemplar a salvo y, días después, de regreso en su hábitat natural.
Con sogas y lazos, fue el personal de la Dirección de Fauna, Prefectura Naval, Defensa Civil municipal, la División Montada de la Policía y dos guardafaunas quienes pudieron atraparlo sin herirlo.
Lo bautizaron Limay y así comenzó el protocolo habitual para la reinserción en su hábitat natural.
“Siempre después que se rescata un animal, se lo tiene unos días en cuarentena para asegurarnos de que no esté enfermo y para saber si era una mascota o si está domesticado”, explicó el director provincial de Fauna y Áreas Naturales Protegidas de Neuquén, Nicolás Lagos. “En el caso de animales muy domesticados, la reinserción en el ámbito natural es bastante compleja”.

Limay pasó el fin de semana en un espacio cerrado, con atención veterinaria y bajo observación. “Lo tuvimos desde el viernes hasta el lunes a la mañana en Neuquén”, detalló el funcionario. No mostró signos de haber sido domesticado. Era libre, incluso en resguardo.
El martes por la mañana lo trasladaron en un carro de la Policía Montada hasta Junín de los Andes. Allí, entre campos extensos y viento patagónico, lo esperaban otros guanacos.
El camión que lo trasladaba estacionó entre la vegetación. Abrió sus puertas y entonces pasó lo más lindo: Limay se dio cuenta de que había llegado a su hogar. Este un guanaco libre y explorador que disfruta de la compañía identificó a lo lejos una manada.
El director de Fauna lo había anticipado: se trataba de un ejemplar «muy social». Comentó que al principio no quería irse. Que dudaba. Que se quedaba cerca de la gente como si todavía no entendiera qué estaba pasando. Pero apenas vio a los suyos, lo supo. Corrió hacia ellos y fue recibido como si siempre hubiese pertenecido.

Durante la tarde el equipo vigiló a Limay y este miércoles la tarea será la misma. «Se lo va a monitorear por lo menos una semana más para ver cómo evoluciona», dijo Lagos.
Limay volvió a su mundo. Sano y libre. Y a diferencia de la soledad que sintió en el río de Neuquén, esta vez, no está solo. Una decena de guanacos lo acompañan en una nueva aventura.
A plena luz de la tarde del viernes, en el río Limay de Neuquén, un guanaco sorprendió a quienes paseaban por la costanera. La escena fue insólita y preocupante: el animal había caído al río y, desorientado, estaba intentando salir. Lo que siguió fue un operativo de rescate que terminó con el ejemplar a salvo y, días después, de regreso en su hábitat natural.
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