Moscas de alas manchadas en el Valle y la Comarca: usan la inteligencia artificial para el control de plagas
Investigadores del INTA y Conicet aplicaron la Técnica del Insecto Estéril como prueba piloto en Junín de los Andes. Los resultados de este método ecológico son alentadores.
La mosca de alas manchadas, el insecto de origen asiático conocido como “Drosophila suzukii”, desembarcó en la región patagónica en 2013 y lentamente, generó estragos en la producción de la fruta fina en el Valle rionegrino y en la Comarca Andina. Sucede que el insecto pone huevos en la fruta cuando está en un proceso madurativo y afecta la calidad.
Durante todos estos años, los especialistas del Instituto de Investigaciones Forestales y Agropecuarias Bariloche (IFAB), del INTA y Conicet en Bariloche, fueron sumando información de la especie invasora. Se puso en marcha una prueba piloto llamada “Técnica del Insecto Estéril”, un método ecológico utilizado para el control de plagas, en una charca de Junín de los Andes y los resultados fueron alentadores.
Los investigadores decidieron probar “un sistema de automatización de sexado” que, mediante Inteligencia Artificial, permite diferenciar los machos de las hembras.

La técnica del insecto estéril consiste en criar la mosca, generar una buena cantidad, esterilizar algún estadio inmadura (por lo general, las pupas)y luego, separar machos de hembras para finalmente liberar a estos últimos en el ambiente. De esta forma, los machos competirán con los machos silvestres y copularán con las hembras. Pero al estar esterilizados, las hembras pondrán huevos que, finalmente, no prosperan. Y de esta forma, la población declina.
“En el caso de esta mosca, la hembra es la que pica la fruta y pone los huevos, entonces la liberación de los machos estériles no es un problema para el ambiente”, aclaró el doctor en Ciencias Biológicas Gerardo de la Vega, investigador de IFAB.

La Técnica del Insecto Estéril se ha utilizado en muchas plagas agrícolas y en vectores de enfermedades. «Se usa desde hace mucho tiempo con otras especies. De hecho, el Instituto de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Mendoza (el principal productor de insectos estériles en el país) tiene una biofábrica enorme y desarrolló la técnica en el país para la mosca del Mediterráneo. Hoy exportan pupas sexadas -estériles- a distintos lugares», comentó de la Vega.
Recalcó que «a pesar del desfinanciamiento en ciencia y técnica», Bariloche tiene la ventaja de contar con un polo científico con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), el Conicet, el Centro Atómico Bariloche y la Universidad Nacional del Comahue y Río Negro. Estos especialistas empezaron a indagar si podían desarrollar la técnica. Los estudios y el desarrollo tomaron cuatro años.

«No es algo simple. Cuando una especie se transforma en plaga, no se cuenta con herramientas y, por lo general, se acude a los insecticidas. Lo cierto es que desarrollar o adaptar técnicas de otras especies para esta plaga era difícil», señaló de la Vega.
De esta forma, a la par de otros estudios de monitoreo y trabajo con cooperativas, comenzaron a indagar si podían criar la especie, esterilizarla y evaluar el grado de esterilización. «Hicimos distintas pruebas con cobalto y rayos X en el Centro Atómico. Diseñamos un equipo de sexado automático para poder hacer una prueba piloto en una chacra aislada de Junín de los Andes donde evaluamos la supervivencia de los bichos en el campo y su dispersión«, subrayó el investigador. Esta prueba se hizo con ingenieros de Senasa Patagonia Norte, estudiantes de la Universidad Nacional del Comahue e investigadores de la Comisión Nacional de Energía Atómica.

La prueba fue positiva. Detectaron un ascenso lento de la curva poblacional de la mosca en relación a la suba marcada en otras dos parcelas donde no se habían esterilizado los machos. «De esta forma, confirmamos que los machos estériles que sobreviven son competitivos y se dispersan adecuadamente. Pero lo más importante era que no estábamos agregando una especie nueva al sistema ni usábamos insecticidas. A la par que liberábamos los machos estériles, había abejas dando vueltas, los cosechadores trabajaban y otros podaban. Es una técnica sustentable«, celebró de la Vega.
Por qué la necesidad de usar la Inteligencia Artificial
El macho tiene alas pintadas y la hembra, el ovopositor (estructura por donde ponen los huevos) muy grande. Si bien existe un dimorfismo sexual bien marcado, separar los machos manualmente era un proceso lento y laborioso que, con la inteligencia artificial, se agilizó volviéndose más preciso.

De la Vega advirtió que, al ser una especie invasora reciente “no hay un desarrollo rápido de la cepa sexada. Esos estudios llevan varios años de desarrollo. Entonces, tomamos las nuevas herramientas de inteligencia artificial”. Le tocó dirigir una tesis de maestría de la Facultad de Ingeniería en la que se desarrolló un sistema de software y hardware que facilita la velocidad de la clasificación. «Entonces, una vez que salen los insectos de las pupas, van a una placa de anestesia donde se identifica si es macho o hembra. Nos quedamos con los machos, eliminando las hembras con un láser”, concluyó.

La mosca de alas manchadas, el insecto de origen asiático conocido como “Drosophila suzukii”, desembarcó en la región patagónica en 2013 y lentamente, generó estragos en la producción de la fruta fina en el Valle rionegrino y en la Comarca Andina. Sucede que el insecto pone huevos en la fruta cuando está en un proceso madurativo y afecta la calidad.
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