Shein, Temu y su lado B: bueno, bonito, barato y brutal para trabajadores y el ambiente, las denuncias en su contra

Mientras crece la popularidad de Shein y Temu, también crecen las dudas sobre su impacto económico y ambiental.

La popularidad de las plataformas de e-commerce como Shein y Temu crece día a día en Argentina y en el mundo. Hoy son las más elegidas para comprar en el exterior, sobre todo si de indumentaria hablamos. Pero estas en todas estas plataformas existe un lado B. Detrás de lo bueno, bonito y barato se esconde un costado brutal.

Son más de 88 millones las personas que ha comprado en plataformas como Shein y Temu. Pero detrás de sus baratos precios se esconde un debate que se centra en las prácticas de producción y el impacto ambiental.

Una de ellas, Shein operan desde Guangzhou, China, y aprovechan a producir prendas baratas y que, aseguran, son de «buena calidad», en un contexto que favorece este tipo de consumo. Pese a esto, en muchas ocasiones los mismos usuarios afirman que compraron porque los precios eran bajos, pero los productos terminaron siendo de mala calidad.


Una industria brutal para sus trabajadores «si un mes tiene 31 días, trabajo 31 días»


La BBC realizó un informe en el que analizó e investigó la producción en los talleres textiles de Shein. Según se pudo conocer, las jornadas laborales puede extenderse hasta 75 horas semanales, superando el limite permitido por las leyes que impide superar las 44 horas.

En el mismo sentido, muchos de los trabajadores tienen un solo día de descanso al mes y cobran su sueldo en concordancia con su producción. «Si un mes tiene 31 días, trabajo 31 días», dijo un trabajador a la BBC.

El medio intentó dialogar con la empresa y, a través de un comunicado, dijeron: «Shein está comprometida con garantizar un trato justo y digno de todos los trabajadores dentro de nuestra cadena de suministro».


El impacto ambiental de Shein y Temu: el costado oscuro detrás de la ropa buena, bonita y barata


Día a día miles y miles de prendas son producidas en las fabricas textiles de marcas como Shein. Según la ONU este sector representa entre un 8% y un 19% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

En Argentina, y en todo América Latina, la problemática de residuos textiles y la informalidad en la disposición de prendas usadas es objeto de debate en los foros internacionales. Por ejemplo, en el desierto de Atacama en Chile hay toneladas de ropa desechada.

Una empresa especializada en capturas satelitales divulgó una imagen que, desde una gran altitud, muestra una gigantesca mancha en aquella región de nuestro país vecino: se trata de la acumulación de prendas que ronda las 600 toneladas.

«Por otro lado, las autoridades de Corea del Sur revelaron que parte de la ropa infantil vendida por Temu, AliExpress y Shein contienen sustancias que pueden ser tóxicas, como cadmio y plomo. De acuerdo al informe del Gobierno Metropolitano de Seúl, algunos artículos han excedido hasta en 622 veces los límites legales de sustancias tóxicas», publicó Infobae.


En Francia se multó a Shein para mitigar la contaminación: qué pasa con Temu


En países de Europa como Francia ya se toman medidas para proteger y mitigar el impacto generado por Shein y Temu. Tras una investigación se conoció que Shein realizaba prácticas comerciales engañosas a sus consumidores y se le impuso una sanción de 40 millones de euros.

Semanas atras, el Parlamento Europeo respaldó la propuesta de Bruselas para aplicar un arancel de dos euros en las compras realizadas en las plataformas de e-commerce.

En el caso de Temu, la Red de Cooperación para la Protección a Consumidores (Red CPC) ha detectado varias ilegalidades que afectan al consumidor europeo, entre ellos se encuentran los descuentos falsos y las ventas bajo presión.

La Comisión Europea también acusa a Temu de la gamificación de las compras. «Obliga al consumidor a jugar a una ruleta de la fortuna para acceder al mercado en línea y con ello oculta información sobre las condiciones de uso vinculadas al juego«, indica Elle.

Ante esto, Temu reforzó el «compromiso de trabajar estrechamente con los reguladores pertinentes para abordar cualquier problema y garantizar el cumplimiento de las leyes de la Unión Europea».